Ya hemos hablado un poco de este tema, cuando
confeccionamos el capítulo de cáncer y
vino, pero en aquella publicación, queríamos resaltar solo los efectos
beneficiosos del vino, sobre todo el tinto,
¿os acordáis que decíamos que contenía
una gran cantidad de polifenoles y que
entre ellos, reinaba el Resveratrol?,
(bien, el que no se acuerde que revise el artículo).
Hoy lo que queremos repasar, es la influencia de las bebidas alcohólicas en la aparición del cáncer, quizá hagamos
alguna referencia al alcohol y embarazo, pero, no trataremos sobre las
intoxicaciones agudas o crónicas de esta sustancia y solo, indicaremos la larga
lista de enfermedades que puede producir o en las que puede cooperar. Son
muchas más de las que podéis imaginar. Pero antes de ello quiero que sepáis el
concepto que me merece el vino y las bebidas alcohólicas en general.
La verdad, cuando yo era pequeño, tenía al vino en un
altar y nunca mejor dicho, porque los “curas”, lo tenían y lo tienen en los altares,
para consagrarlo y convertirlo en la Sangre de Cristo, pero andaba yo un poco
mosqueado con eso (de ninguna manera, quiero ser irrespetuoso, os estoy
trasladando los pensamientos de un niño de 7 u 8 años), porque me decía a mí
mismo, ¿porqué los curas pueden beberlo y a nosotros ni nos lo dan a probar?.
Es más, en mi casa, se usaba el vino o
las bebidas alcohólicas, sobre todo el anís o el brandy, nada más que en los
días de fiesta. Llegados a este punto, quiero aclararos una cosa, al brandy, antes
lo llamábamos coñac, luego vinieron las denominaciones de origen, y ya sabéis,
tuvimos que llamarle brandy, pero yo digo como los gallegos, le llamaremos
brandy, pero es coñac. Otra cosa que me tenía intrigado, era el por qué lo
bebían los mayores y a los niños, nos decían, esto ni probarlo, que es muy malo.
Sin embargo los mayores decían, este vino está muy bueno, eh. Eso le decían a
mis padres, porque entre ellos comentaban, este vino es flojete o bien, cuidado que este vino es cabezón y yo me preguntaba
¿el vino flojete?, estos mayores son tontos. Lo que más me dolía, era lo de
cabezón, porque, creía que se estaban refiriéndose a mí. Sabéis, a mí de
pequeño, mis hermanos para enrabiarme, me decían cabezón, así que podréis
comprender que mi enojo con esos hombres era tremendo y digo hombres, porque
las mujeres al menos en públíco, no tomaban vino, ellas decían, no, vino, no,
si acaso una copita de anís dulce. Bueno que me estoy enrollando, a lo que yo
quiero llegar, es, a que el vino era una bebida estupenda, los mayores solo la
querían para ellos. Cuando fui creciendo, en la adolescencia, seguía teniendo
la idea de lo maravilloso que era el vino, solo lo bebía (me estoy refiriendo a
mí) en los guateques, un vinillo dulce de Competa, que casi siempre era mitad
vino blanco, mitad de Málaga (por aquello de la carestía), pero que para mí,
era el no va más, porque siempre se acompañaba de un baile con las chavalas y ya
podéis comprender, un achuchón robado a alguna de ellas, con lo cual salía muy
contento y el vino seguía teniéndolo en
los altares. Pero miren ustedes, luego comencé los estudios de medicina y
aprendí lo malo que era el vino, que si cirrosis por aquí, que si neuritis por
allá, total que de lo bueno que era el vino, pasé a pensar que era muy malo. Menos
mal, que razonando me quedé con el término medio, porque muchos años más tarde,
los mejores días de mi vida, fueron delante de una buena mesa, una buena comida,
un buen vino y mi Josefína (mi mujer), que compartía conmigo una charla amena y
todo lo demás. Pero terminemos esto y vayamos a lo serio, os voy a contar los
maleficios del alcohol, luego vosotros lo pondréis en el sitio que creáis
conveniente.
De la intoxicación aguda, no vamos a hablar, casi todo el
mundo sabe lo que es una borrachera, si no por sí mismo, al menos por verla en
los demás y sabemos, que se pasa por un primer estadío de: alegría,
comunicación, risa, conducta impulsiva y poco a poco, se va cayendo en la
apatía, dificultad en la marcha, disartria (dificultad al hablar) , pérdida de
reflejos, somnolencia, obnubilación y si se sigue bebiendo la muerte (este
caso, puede presentarse con una tasa de alcohol en sangre de 5g/l),
naturalmente, todo esto depende de muchos factores, sexo, edad, hábito, etc, etc.
Desde la primera fase, el alcohol, mejor dicho, el ser
humano bajo la influencia del alcohol, puede producir muchas muertes y muchas
incapacidades. Los accidentes mortales de tráfico, según el Comisariado Europeo
de la Conducción (CEA) son en un 33 % de casos, provocados por el alcohol y no
son pocos los seres humanos con tetraplejia, paraplejia u otras discapacidades
por culpa de estos brebajes. Según el mismo Organismo citado antes, en el 37 %
de los accidentes, se detecta un índice de alcohol, superior al permitido1.
Por eso, los Gobiernos han tenido que dictaminar leyes,
para tratar de disminuir el número de personas que conducen bajo la influencia
del alcohol. No voy a indicar las penas judiciales a cumplir en cada caso, pues
no pretendo aburriros con ello. Pero sí quiero indicaros a partir de que cifra
de alcohol en sangre o en aire expirado, podéis ser penalizados:
En principio y como norma general, me veo obligado a
indicaros que la tasa de alcohol en sangre, fijada en España, queda establecida
en el BOE, Real Decreto 1428/2003 (Capítulo
IV. Normas sobre bebidas alcohólicas. Artículo 20)2.
1º. La
tasa de alcohol en sangre y aire
espirado, está fijada en 0,5 g/l (gramos por litro) en sangre y 0,25 mg/l en
aire expirado.
2º. Para
profesionales de vehículos públicos (autobuses, camiones, etc) se fija en 0,3
g/l en sangre y 0,15 mg/l en aire expirado. Esta última cifra, se aplica
también en conductores que hayan obtenido su permiso o licencia de conducir con
una antelación no superior a 2 años.
3º. Cuidado con los conductores de bicicletas,
porque también se aplica la cifra de 0,5
g/l en sangre y 0,25 mg/l en aire expirado.
Pero
podéis preguntarme, ¿cuántas copas podemos tomar para no llegar a esa cifra?,
pues, la verdad en cada caso particular no lo sé, puesto que depende de la
talla, el peso, si se está tomando o no un medicamento, el metabolismo de cada
persona y la comida que acompañe a la bebida. Si la bebida se toma sola, la
absorción por el intestino y la llegada a la sangre del alcohol, es más rápida,
que si se acompaña de alimentos. En este segundo caso, aunque empiece a llegar
a la sangre a los treinta minutos, su absorción es más lenta y los niveles en
sangre son más bajos, pero también son más mantenidos. Por eso hay que seguir
la norma de aquel anuncio de televisión que decía, “Si bebez no conduzcaz”.
De
todas formas, os puedo decir que, suponiendo que tomemos dos copas de vino (140
gramos por copa) de 12 Vol %, tendríamos
un total de 34 gramos de alcohol (17 gramos por copa), otros son más tacaños y
dicen que una copa de vino representa entre 10 y 15 gramos de alcohol, pero en
fin quedémonos con 15 gramos por copa. Sabiendo que si lo tomamos solo, la absorción es muy rápida, a los 30 o 40
minutos, tendríamos en sangre aproximadamente una tasa de 0,6 g/ litro (con dos
copas, como hemos dicho) con lo que ya
habríamos superado la tasa permitida. Si la acompañáis de comida, la absorción
es más lenta y los niveles en sangre son más bajos, aunque más prolongados, por
eso os digo que no toméis más de dos
copas, en el caso de la cerveza, podréis
llegar al ½ litro, si lo superáis, tendréis tasas elevadas. Naturalmente, los
conductores noveles o de servicio público seréis positivos con una sola copa.
Por ello volvemos a insistir que conduciendo es mejor no tomar nada de alcohol.
METABOLISMO
DEL ALCOHOL.
La
absorción del alcohol, si se toma solo,
es muy rápida, a los 90 minutos, se habría absorbido todo. Si lo
acompañamos de alimentos, puede tardar hasta trés o cuatro horas en absorberse
por completo. Una vez absorbido, este alcohol, se distribuye por todo el agua
que hay en el organismo (aproximadamente un 60 % de nuestro peso). Pues bien,
este alcohol es eliminado por los pulmones (aire expirado), orina y sudor en un
5 o 10 %, el 90 % restante, es metabolizado por el hígado, eliminándose por vía
bioquímica. Esto puede ocurrir por diferentes rutas:
1.
El
alcohol (etanol) + O2 (óxigeno)
CO2 + H2O
(anhídrido carbónico y agua), desprendiéndose 7 calorías por gramo. Esta
capacidad de metabolizarse el alcohol, es constante para cada persona y se
denomina Coeficiente de Etil-Oxidación
(CEO). Se estima que por esta vía, se degradan 100 mg (miligramos) de alcohol por cada kilo de peso y hora, es
decir para una persona de 80 kg, se degradan 8 gramos de alcohol por hora, para
una de 70, 7 gramos de alcohol por hora, etc. Si queremos hacer los cálculos de
lo que tardaría el alcohol en desaparecer de la sangre, o al menos en disminuir
a tasas admisibles, sería relativamente sencillo. Pero, creedme, 4 copas de
alcohol (aproximadamente ½ litro de vino), pueden tardar en desaparecer 7
horas. Si queréis hacer el calculo consultad la bibliografía5.
2.
Si tomamos más alcohol de lo que el
organismo puede metabolizar por la anterior vía, existen otras dos rutas, la de
la xantina-oxidasa-catalasa (X.O.C) y
la del sistema mitocondrial enzimático
de oxidación (M.E.O.S), ambas rutas, son muy complejas, se consume mucho
óxigeno y proteínas y se producen muchos productos tóxicos.
ENFERMEDADES
QUE PUEDEN CAUSAR O FAVORECER LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS3-4.
Antes de hablar
de ellas, tenemos que conocer las cantidades a tomar, para que una persona pueda
ser considerada bebedora crónica4:
Definición de
trago: un trago= Una cerveza de 340 cc (podemos considerar un trago a lo
que llamamos un tercio de cerveza, que tiene 333 cc, Alhambra, Dam, Cruz Campo,
Águila, etc)= una copa de vino de 140 cc
= una copita de licor de 40 cc.
Bebedores/as
crónicas:
A. Los
hombres que tomen 15 o más tragos a la semana.
B. Mujeres
que tomen 12 o más tragos a la semana.
C. Cualquier
persona hombre o mujer que tome cinco o más tragos al menos una vez en semana. Así
que cuidado, esas personas que dicen que no son bebedoras ya que toman solo los
fines de semana, si toman más de cinco tragos, los sabados o los domingos, se
pueden considerar bebedores crónicos.
En
una publicación se nos indica, que está perfectamente comprobado, que un
consumo elevado de alcohol, conlleva un alto riesgo de muerte prematura y a
ello, pueden contribuir dos factores. El estilo de vida típico del bebedor
(desordenado, higiene descuidada, nutrición deficiente, etc y por otro lado,
los riesgos propios del alcohol, en esta publicación, se indica que cifras
entre 35 y 60 g de alcohol al día, pueden llevar a la cirrosis y probablemente
a algunos tipos de cáncer6.
Como veis, estamos hablando de cifras, que muchas personas, considerarían muy
bajas (2 copas de vino/día, o dos tercios de cerveza o dos copitas (de 40 cc)
de licor al día. ¿Cuantas personas
consumen estas cantidades diariamente?, millones, pues ya tenemos uno de los
factores más importantes de contribución al cáncer.
Y
estas personas, pueden tener aumentado el riesgo de las siguientes
enfermedades.
1º. Enfermedades del Sistema
Nervioso, tanto Central, como Periférico.
·
Alteraciones de la conducta, de la
memoria, de la concentración, de la coordinación y del sueño. Pudiendo llevar
al Síndrome de Weirnike-Korsakoff (por deficiencia en vitamina B1),
en la que se confunde la realidad con la invención y aparece amnesia, cambios
de personalidad y multiples alteraciones de órganos.
·
Neuropatias y poli neuropatias crónicas.
2º. Enfermedades del Aparato
Digestivo.
·
Esofago:
Esofagitis, varices esofágicas. Sindrome de Mallory-Weis(desgarros esófagicos)
·
Estomago:
Gastritis crónica, lesiones agudas mucosa gástrica, factor de mantenimiento y
empeoramiento de las ulceras gastroduodenales.
·
Pancreas:
pancreatitis
aguda y crónica.
·
Higado:
Esteatosis hepática (hígado graso), hepatitis aguda tóxica, hepatitis crónica,
cirrosis.
3º. Enfermedades Cardio-vasculares. Aumenta
la cardioesclerosis y los infartos,
tanto cardiacos como cerebrales, aumenta las enfermedades vasculares en
cualquier territorio y la hipertensión (estamos hablando de grandes bebedores).
4º. Enfermedades de la Nutrición. Aunque
aporta 7 kcalorias por gramo, no tiene valor nutritivo y consume en su
metabolismo muchas vitaminas del grupo B (B1, B6, B12,
ácido fólico), aunque también limita la absorción de vitaminas liposolubles
(A,D, Etc) y de minerales. Por ello además de desnutrición provoca anemias
megaloblásticas y síntomas de avitaminosis.
5º. Enfermedades Metabólicas. Puede
provocar aparición de diabetes y aumenta colesterol y triglicéridos.
6º. Enfermedades del Sistema
Inmunitario. Disminuye la cantidad de leucocitos
(glóbulos blancos), tan importatantes en todos los procesos inmunitarios.
7º. Afecta al Sistema de
reproducción. Disminuye la líbido y puede causar
disfunción eréctil e infertilidad.
8º Afecta al Sistema Urinario. Disminuye
los niveles de la hormona anti-diurética (lo que provoca aumento de la orina y
deshidratación).
9º. Durante el
embarazo, puede desencadenar el Síndrome alcohólico del embarazo, con retraso
del crecimiento y multiples malformaciones de órganos, incluído retraso mental.
10º. Factor
de riesgo para varios tipos de cáncer (este será nuestro tema).
11º. Provoca
un Síndrome de Dependencia muy importante.
TOMA
DE ALCOHOL ETÍLICO Y CÁNCER.
Existen pocas
publicaciones en trabajos experimentales,
bien sea en cultivos celulares o en animales, poniendo en relación al alcohol
etílico con un aumento de cáncer de diferentes localizaciones y es que los
animales empleados habitualmente, sobre todo los roedores, no eran susceptibles
para realizar estos trabajos. En el año 2011, Yip-Sneider et al de la Facultad
de Medicina de la Universidad de Indiana, realizaron una investigación en ratas
criadas selectivamente para ello. A un grupo de estas ratas, les ofrecían como
bebida solo agua y a otro grupo, les ofrecian agua con un 10% de alcohol. Realizaron
un seguimiento de estos animales a los
6,12 y 18 meses y pudieron comprobar que las ratas del grupo de agua+ alcohol,
habían desarrollado un mayor número de casos de hepatocarcinoma y tenían
aumentada la actividad del CYP2E1(marcador tumoral) y el estrés oxidativo, con
respecto al grupo de ratas que solo tomaban agua195.
En otro estudio, ocurría lo mismo, los estudios previos
en animales, no se podían llevar a cabo y lo que hicieron fue tratar a los
ratones con una sustancia la 4-nitroquinolina-1-oxido (chúpate esa) durante 8
semanas (supongo que con ello los ratones cambiaban su reacción al alcohol) y
después les daban agua o agua+ alcohol (proporción del 8%) y ocurrió, que los
ratones que tomaban alcohol, presentaron un riesgo incrementado en la aparición
de cáncer de la cavidad oral, comparados con los ratones que tomaban solo agua196. En otro trabajo
similar, utilizaron ratones a los que les administraron una sola dosis de dietilnitrosamina y entre
16 y 40 semanas después, las sometían a tomas de alcohol, comprobando que los
machos desarrollaban cirrosis hepática y hepatocarcinosis con una mayor
celeridad en la progresión que las hembras199
En la siguiente investigación, utilizaron ratones
transgénicos, que expresaban el proceso de la tumorogénesis mamaria, de igual
forma que los humanos y llegan a la siguiente conclusión: El alcohol,
promociona el receptor 2 del factor de crecimiento epitelial (HER2) vía
presencia de estrógenos, de modo que si bloqueaban los estrogenos bloqueabann el desarrollo de cáncer de mama197.
Porqué insistimos en los experimentos animales, si como
luego veremos los estudios epidemiológicos en humanos son numerosos. La razón
es sencilla, las medidas de prevención y tratamiento medicamentoso, tienen que
tener una base previa y esa es la experimentación animal.
Cuando existe un gran consumo de alcohol etílico, el
sistema microsomal de oxidación de nuestro organismo, se activa y comienza a
acumularse acetaldehído, ya que la acetaldehído deshidrogenasa, una enzima que
lo metaboliza, se produce a menor velocidad que éste. Sabéis que pasa cuando ocurre esto, pues que
el acetaldehído, además de producir daño hepático, inhibe el proceso, por medio del cual, nuestro cuerpo, repara el
ADN defectuoso y/o dañado. Esto dá lugar a la aparición de células displásicas
(anormales) y por tanto a la aparición de cáncer.
Precisamente en mujeres premenopaúsicas, la tasa de acetaldehído
deshidrogenasa, es menor que la de los hombres y esta es una de las causas por
las que el sexo femenino en estas edades, tiene una menor tolerancia al alcohol
y un mayor riesgo de determinado tipo de cáncer.
Otra de las cosas que quiero indicaros, es que existe un
gran sinergismo (los riesgos se potencian más que si se multiplicaran) entre el
alcohol y el tabaco, como riesgo de la aparición de cáncer. Posiblemente aunque
en menor escala, también pueda ocurrir un sinergismo, en personas bebedoras, si
están expuestas a un ambiente contaminado por humo de cigarrillos (fumadoras
pasivas).
Y finalmente decíros, que según un estudio realizado por:
Francia, Italia, España, Reino Unido, Paises Bajos, Grecia, Alemania y
Dinamarca, el 10 % de todos los cánceres en hombres y el 3% de todos los
presentados en mujeres, son debidos a la ingesta de alcohol187. The Cancer Council Australia (CCA), afirma lo
mismo, el uso de alcohol de forma crónica, es causa de al menos el 5% de todos
los canceres que se presentan en ese país (comprndiendo hombres y mujeres)190. Esto es una cifra impresionante si tenemos en
cuenta, que según la OMS, el número de casos de cáncer en 2007 fue de 11,3
millones y en 2030 será de 15,5 millones, podemos calcular, que el número de
casos en el año 2012, será
aproximadamente de 12 millones y de ellos unos 780.000 serán debidos a las bebidas alcoholicas,
(estamos hablando en un solo año). Podéis decir que bueno, que ahora se curan
muchos canceres y puedo decir que es
verdad, pero si vemos las cifras de mortalidad, en 2007, murieron 7,9 millones
por esta causa y en 2030, lo harán 11,5 millones. Tenemos que hacer algo,
tenemos que disminuir el número de
nuevos casos de cáncer que aparecen cada año (que son más cada año) y para ello hay que conocer sus causas y una
muy importante, es el alcohol. Por tanto, tenemos que educar a los jóvenes y
enseñarles que la toma de bebidas alcohólicas de forma ligera, puede ser
saludable, pero de forma exagerada, aunque sea solo en fines de semana, puede
llevarles a graves consecuencias.
POSIBILIDADES
DE AUMENTO DEL RIESGO DE CANCER DE DISTINTAS LOCALIZACIONES, POR INGESTA DE
ALCOHOL.
1.
Cáncer
de cavidad bucal, faringe y laringe:
Sabemos, que el
tabaco (tanto fumado como mascado) y el alcohol, juntos o separadamente, juegan un papel importante en la aparición de
leucoplasia bucal28
(especie de membrana blanquecina que asienta en las paredes laterales de la
boca y que suele ser una lesión precancerosa) y del cáncer de boca. Tanto es así, que en un hospital de veteranos en
Estados Unidos, se comprobó que la mayoría de estos canceres, se debían a que dichos pacientes, eran por lo general
grandes fumadores y bebedores104,
otros estudios, nos indican que en las tres cuartas partes de los cánceres
orofaringeos, está implicado, el alcohol
y/o el tabaco8-52 . Pero el alcohol junto al tabaco no solo es
responsable del cáncer
de la cavidad bucal, sino también del de faringe, laringe y esófago192-193-206-207-208 (estudiaremos
este último en otro apartado). En el
tabaco, sabemos que existen muchos carcinógenos (sustancias capaces de producir
cáncer), pero los mecanismos por los cuales el alcohol producía cáncer, eran pocos claros. Es posible que el alcohol
facilite la penetración de carcinógenos presentes en algunas de las bebidas, en
el interior de las mucosas y así se puso de manifiesto más tarde, también se
puso de manifiesto que la acción directa del etanol, no podía ser excluida,
siendo muchos los mecanismos por los cuales el alcohol es un factor de riesgo
para la aparición de cáncer en diversos territorios, esto lo explicaremos en el
apartado de posibles mecanismos de
acción.
Las
evidencias epidemiológicas del sinergismo que hemos indicado entre alcohol y
tabaco, son bastante claras y el riesgo de la aparición de cáncer en estos
territorios por esos hábitos conjuntos, es muy elevado. Si excluimos al tabaco
y nos centramos en el alcohol, el riesgo
está también elevado, pudiendo aumentar entre un 15 y un 50% o más según las
distintas publicaciones 7-15-30-33-37-38-49-53-59-64-79-92-109-165-180.
Ponemos
un ejemplo, según Tramacere et al., del Instituto de Investigación
Farmacológica Mario Negri de Milán, el Riesgo Relativo (RR), para distintas
ingestas de alcohol de forma cotidiana y cáncer
de faringe, sería el siguiente175:
Para
tomas de de 10 gramos/día …..….... 1,29
” 50
” ……….. 3,24
” 100 ” ……….. 8,61
” 125 ” ...……..13,02
Fijaros
por tanto, porque el riesgo es importante, para 3 copas de vino diarias (50
gramos aproximadamente), el riesgo de presentar cáncer de faringe es más
de 3 veces superior al de no bebedores y
si toman 8 copas sería más de 13 veces superior.
Naturalmente, existe algún trabajo que indica
que esta sinergia entre alcohol y tabaco es mucho menor que la mencionada antes17. De todas formas, y según
los autores de alguno de estos trabajos y nuestra propia conclusión, se podría predecir una sustancial
disminución del cáncer de boca, faringe y laringe, si la consumisión de alcohol
y/o de tabaco, pudiera ser reducida.
A.
Cancer
de pulmón:
En
lo que se refiere al cáncer de pulmón, ni que decir tiene, que parece existir
sinergismo cuando se imbrica el ser fumador, con el ser bebedor. Pero en lo que
respecta a bebedores, no fumadores, parece que el alcohol, por sí mismo es un
factor de riesgo para éste tipo de tumor, en especial la cerveza y el vodka26-27-94-99-130-155. De
todas formas, el aumento del riesgo, es poco significativo, tanto que el
estudio EPIC, en el que se implican varios países europeos, concluye que la
ingesta de alcohol de forma cotidiana, no
aumenta el riesgo de cáncer de pulmón157 y eso es lo que se afirma
en un meta-análisis, realizado en el año 2011 por Bagnardi et al.186
C. Cancer de esófago:
En
lo que se refiere a esófago, ha podido comprobarse que en los fumadores no bebedores, el riesgo de presentar cáncer de
esófago, es 5 veces más elevado que
en personas no bebedoras y no fumadoras. En
los bebedores no fumadores, el riesgo puede ser más elevado y será tanto
mayor, cuanto mayor sea la cantidad diaria de alcohol tomada182. Las personas fumadoras y bebedoras, tanto mujeres como
hombres, son las que presentan un mayor riesgo, sobre todo, en jóvenes,
pudiendo llegar a ser los resultados verdaderamente estremecedores22-50.
El riesgo elevado del cáncer de vías digestivas altas (esófago) en relación al
alcohol, lo confirma también el estudio EPIC,
sobre ingesta de alcohol y cáncer de vías aero-digestivas altas170 (Estos estudios los realizan
conjuntamente varios países europeos y ofrecen gran fiabilidad). No solo
existe sinergismo del alcohol con el tabaco, también existen otros sinergismos
y así en un trabajo japonés, se indica, que la ingestión de shochu (una bebida
japonesa, con alto contenio en alcohol), aumenta el riesgo de cáncer de esófago
en un porcentaje mucho mayor, si se
acompaña de comidas muy calientes110.
Ciertamente
en medicina existen cosas curiosas, porque el alcohol, aumenta de forma muy
significativa hasta en 9 veces el riesgo de aparición de cáncer de células
escamosas, en cambio, no aumenta el riesgo de adenocarcinomas ni de otros
tumores de la junción esófago-gástrica186-191
D. Cáncer de mama:
Practicamente
todas las investigaciones realizadas sobre el cáncer de mama, soportan la hipótesis de que la ingestión de
alcohol, ya sea en forma de cerveza, licor o vino, representa un factor de riesgo en su
aparición18-29-35-45-46-56-63-67-88-162,
pudiendo duplicarse el número de casos. La conclusión de que el alcohol es
un factor de riesgo para la aparición del cáncer de mama, está cobrando cada
vez más fuerza, como concluye Longnecker
en su meta-análisis, publicado en 1994107. En la
siguientes publicaciónes, se pudo establecer que por encima de tres tragos de
alcohol (ya hemos definido más arriba lo que es un trago, según las diferentes
bebidas), la incidencia de este tipo de cáncer, era más frecuente, que entre
las mujeres no bebedoras o bebedoras de menos de tres tragos 31-47. En un metaanalisis
(ya sabéis, análisis de muchos trabajos publicados) publicado en JAMA (revista
médica de amplio prestigio) en 1988, se llega a la conclusión de que, la toma
de 24 gramos de alcohol diarios, pueden ser un factor de riesgo importante en
la aparición de cáncer de mama, aunque no sea una causa directa de la aparición
del mismo54, en un
estudio similar, se señala que el riesgo puede ser hasta 18 veces más elevado,
en mujeres que toman 24 gramos diarios de alcohol que entre mujeres no
bebedoras, siempre que su edad esté comprendida entre los 50 y 59 años de edad.
En los otros grupos de edad, no se evidencia elevación de riesgo84. Esta última conclusión,
se confirma (con algunas diferencias) en los tres siguientes trabajos, el
primero y el segundo realizado en mujeres entre 20 y 54 años, en el que los
porcentajes de cáncer de mama, fueron
muy similares entre bebedoras y no bebedoras, en ellos tampoco se encontró
diferencias, según el tipo de bebida consumido23-66 y el tercero, que aunque fue realizado en todos
los grupos de edad, solo se demuestra riesgo elevado en las mujeres
premenopáusicas, pero no en las postmenopáusicas100. Aunque más tarde encontré un cuarto trabajo que
indica, que la elevación se produce por igual en pre y postmenopáusicas118. Podemos deducir por tanto, que el grupo de
mujeres en riesgo, lo constituyen sin duda las mujeres que se encuentran en la
premenopausia y primeros años de la postmenopausia.
Ahora,
a lo mejor podrían ustedes plantearse una pregunta, al menos, yo me la he
planteado y es la siguiente: ¿si el alcohol es un factor de riesgo para el
cáncer de mama, que es un tumor hormono dependiente, lo sería también para otro
tipo de cánceres hormono dependientes, como el de útero y ovario?, ¿no?, pues
no, se ha comprobado que el alcohol no
representa ningún riesgo o es poco elevado, para estos dos últimos tipos de
tumores65-95-117-138-172-185,
así lo confirma un meta-análisis publicado en 2012, en el que la toma de
alcohol, prácticamente presenta unas cifras parecidas entre bebedoras y no
bebedoras203
Naturalmente,
como hemos hecho antes, tenemos que indicar, que la supresión o moderación en la toma de bebidas
alcoholicas, pueda ser una medida de prevención del cáncer de mama89 y personalmente, yo diría,
que las mujeres en la pre y
postmenopausia, deberían adoptar esta medida.
Aquí os traigo un trabajo que ha sido realizado en
Madrid, con el que podemos saber, más o menos, que pasa con las
españolas. Pues miren, los autores, encontraron que las mujeres que ingerian
más de 20 gramos/día de alcohol, tenían un 70% de mayor riesgo para el cáncer de mama que las mujeres
no bebedoras. Para explicarlo con más claridad, por cada 100 mujeres del grupo
de no bebedoras en las que encotraron cáncer de mama, se encontraban 170 entre
las del grupo de bebedoras101.
Finalmente, se sugiere y supongo que los radiólogos lo
tienen en cuenta, que existe una fuerte asociación entre la densidad
mamográfica el riesgo de cáncer de mama y la ingesta de alcohol. Lo digo a la
hora de tener en cuenta la interpretación de este tipo de estudios204.
E.
Cáncer de colon y recto:
Algunas
publicaciones indican, que la toma de más de tres tragos (tres copas) al día,
representan un factor de riesgo para la aparición de pólipos en el colon78, tanto que puede ser hasta 3 veces superior en personas bebedoras que en no
bebedoras y si se asocia el ser bebedoras,
con el ser fumadora, entonces, el riesgo puede ser hasta 12 veces superior81. La mayoría de las veces
estos pólipos, pueden ser adenomas
(tumores benignos), que pueden degenerar
en cáncer.
En
lo que respecta al cáncer colorectal en relación a la ingesta de alcohol, el
riesgo está también aumentado 9-27-57
y en algunas publicaciones, se advierte, que de todas las bebidas
alcoholicas, la cerveza, es la que representa un mayor factor de riesgo para este
tipo de cáncer, de tal forma, que si se
une a otros factores de riesgo, como: historia familiar de cáncer de colon y poca actividad física, el riesgo, puede llegar a ser de 7 a 16 veces
más elevado que en personas sin esos riesgos71.
Pero
tranquilizaos un poco, porque un metaanalisis (análisis de muchos estudios
publicados sobre el tema), nos indica que, aunque efectivamente el riesgo de
cáncer de colon está elevado en bebedores crónicos, su elevación es pequeña para el colon, en el recto, es un
“poquitín” mayor, pero las cifras son tan insignificantes, que no pueden sacar
ninguna conclusión75-76-105,
otros incluso concluyen que las bebidas alcohólicas, no guardan relación con un
aumento del cáncer colorectal178
Ahora
bien en publicaciones posteriores a las indicadas, se sigue indicando que la toma de alcohol por
encima de 30 gramos al dia, es un factor de riesgo para el cáncer colorectal,
sobre todo, si se asocia al tabaco139
y otro meta-análisis concluye que el aumento del cáncer, puede ser de un 15% tanto para el colon como
para el recto y eso con una ingesta de 100 gramos de alcohol a la semana159.
En
otro estudio EPIC sobre el cáncer colorectal, se indica que una ingesta igual o superior a
30 gramos (vamos dos copas más o menos), supone un aumento del riesgo para este tipo de
cáncer163, a ello, se
suma lo afirmado en otros estudios, los
cuales indican que el alcohol es un factor de riesgo para el
cáncer colorectal y éste, puede
aumentar, entre tres y cinco veces la incidencia que tienen los no bebedores 87-164-166. Cuando
el alcohol, se toma en forma de licores, basta la toma de 1 o 2 tragos, de
forma cotidiana para que el riesgo
de cáncer de colon, aumente hasta en un 70%147.
Pero
os tengo que referir una cosa a las mujeres postmenopáusicas, se trata de un árticulo
interesante. En él se dice, que la toma
de alcohol no representa riesgo para la aparición de cáncer colorectal en estas
edades (ya os dijimos lo mismo, para la aparición del cáncer de mama), es más, al parecer la ingesta de alcohol lo
disminuye108. Así que unos “lingotazos”
en la tercera edad, pueden ayudar, pero cuidado, de los hombres, no se dice
nada. Andaba yo muy contento con este hallazgo, cuando de pronto, veo otro
trabajo en el que se dice que la toma de alcohol, puede facilitar la aparición
de metástasis de hígado en el cáncer de colon120 y siendo el cáncer de colon silente (no presenta
síntomas en etapas tempranas, salvo si se tiene la suerte de sangrar por el
recto), puede ocurrir, que descubramos el tumor, cuando ya están implantadas la
metástasis y le echemos la culpa al vinillo o la cerveza, así que ¿sabéis lo
que os digo?, lingotazos pocos, (vayámos
a que estéis desarrollando un cáncer y no lo sepámos) pero que sean de buen vino tinto de España.
F.
Cáncer de hígado:
Esto
si lo sabemos todos, el alcohol es nefasto para el hígado cuando se toma en
cantidad importante. Pues bien, en lo que respecta al cáncer, podemos decir, que aquellas personas que consumen 80 gramos
de alcohol o más al día, tienen un riesgo de presentar cáncer de hígado, cuatro
veces más elevado que aquellas con ingesta inferior a 10 gramos diarios24. La confirmación de que
el alcohol es un factor de riesgo en la aparición del hepatocarcinoma(cáncer de hígado) se explica, sabiendo que esta
bebida es causa importante de cirrosis hepática36-55-58-85-93-148-167. Aunque también tenemos que
decir, que la consumisión crónica de alcohol, promociona la
hepatocarcinogénesis por incremento del estrés oxidativo y de la proliferación
celular y por tanto puede ser causa de hepatocarcinoma primario134-194.
G.
Cáncer de estómago y próstata.
Los
hemos incluidos juntos, porque la bibliografía señala que la ingesta de
alcohol, no representa un aumento del riesgo en ninguno de estos dos tipos de
tumor, la mayoría de los trabajos, indican que no existe aumento de riesgo27-69-97-106-123-145-160 o
que si existe es para ingestas de alcohol muy elevadas189. Podíamos
señalar más bibliografía, pero toda la
que aparece, va en el mismo sentido, es decir la ingesta de alcohol no
representa un riesgo para la aparición de cáncer de estas localizaciones.
Naturalmente,
os puedo señalar trabajos en los que se opina lo contrario. Traigo a relucir un
estudio realizado sobre alumnos, por el Departamento de Epidemiología de
Harvard (esa Universidad de tanto prestigio), que indica que el alcohol, aumenta el número de casos de cáncer de
próstata, pero solo si se toman licores. No se produce este aumento si se
toma cerveza o vino127
(por si acaso os extraña la aparición de cáncer de próstata en alumnos que
suelen ser de corta edad, os diré, que en este trabajo, se incluyen alumnos con
una edad media de 66,6 años.
En
otro trabajo realizado por la Universidad de Québec, se indica que la ingesta
de alcohol en general, aumenta el riesgo de cáncer de próstata y este es mayor, para la toma de cerveza128. Incluso podemos exponer
que otro trabajo, concluye que el vino en particular, puede disminuir el riesgo
de cáncer gástrico150.
Por tanto, podemos decir que en estos dos tumores, las conclusiones, son poco
valorables y más sabiendo que el estudio EPIC, sobre alcohol y cáncer gástrico,
dice que la toma de altas cantidades de alcohol, 60 gramos/día o más (4 o más
copas) de vino o licores, aumentan el riesgo de este tipo de cáncer en un 65%,
pero si el alcohol se toma en forma de cerveza, entonces, 30 gramos/día
aumentan el riesgo en un 75%198.
De
modo que no sé a que carta quedarme en lo que respecta al cáncer de estomago,
¿el alcohol consumido de forma crónica aumenta o no aumenta el cáncer de
estomago?. Ante la duda, mejor abstenerse.
H.
Cáncer de páncreas:
En
el caso del cáncer de páncreas, existe
más controversia, personalmente, yo, estaba convencido de que la ingesta de
alcohol era un factor de riesgo para la aparición de este tipo de tumor y
estaba convencido, porque es una de las causas más importantes para la
aparición de pancreatitis agudas y crónicas, con el consiguiente daño celular.
Sin
embargo, los estudios sobre alcohol y cáncer de páncreas, están muy divididos y
hay autores que dicen que el cáncer de páncreas tiene un riesgo cinco veces
mayor entre bebedores que en no bebedores25,
otros admiten que esto es verdad, siempre y cuando además de grandes bebedores,
sean grandes consumidores de carne102
y finalmente, los más numerosos, no llegan a relacionar el cáncer de páncreas con la ingesta de alcohol20-39-61-62-73-74-126-173-, esto mismo es lo que
concluye el estudio EPIC sobre alcohol y cáncer de páncreas168, naturalmente existen los que concluyen que el
aumento de riesgo no es significativo133-169. Es más, la Unidad de Epidemiología del
Hôpital Hôtel-Dieu de Montréal, publicó en 1991, un estudio que formaba parte
de la International Agency for Reserch on Cancer of the Worlh Health
Organization, que concluía diciendo, que los bebedores tenían un riesgo
reducido de éste tipo de cáncer82.
Finalmente os expongo un último estudio que dice que el cáncer de páncreas
puede aumentar, cuando se ingieren 9
o más tragos de alcohol al día188
(ya sabéis que la definición de trago, es más o menos una copa de vino o
equivalente)
I.
Cáncer
de vejiga y riñón:
Salvo algún estudio que
señala que la ingesta de bebidas con alto contenido alcohólico y sobre todo la cerveza, representa un
factor de riesgo en la aparición de cáncer de vejiga40, todos los demás estudios consultados indican, que el
alcohol, no es factor de riesgo en este tramo de vías urinarias21-143-177, hecho que queda
confirmado en un meta-análisis publicado
en 2012200 y en lo que
respecta al riñón, parece que la toma de alcohol no incrementa el desarrollo de
este cáncer y así lo afirma un meta-análisis publicado en 2012201, es más, en otro trabajo
se indica que lo disminuye183
J. Tumores malignos hematológicos:
En lo que respecta a
los tumores malignos hematológicos (de la sangre), como: leucemias, linfomas no Hodgkin’s y mieloma múltiple, los datos
señalan que la ingesta de alcohol, no representa ningún factor de riesgo para
su aparición98-129-141-144-149-205.
Pero las mujeres gestantes, deben tener cuidado, porque se ha comprobado
que puede aumentar el número de casos de leucemia mieloide entre los niños,
cuyas madres consumieron alcohol durante el embarazo114-174.
Parece
ser, que la cerveza, puede ser un factor
de riesgo para presentar linfoma no Hodgkin’s, el riesgo puede ser hasta 5.5
veces superior entre bebedores que entre no bebedores, sin embargo en otros estudios, se señala, que
el alcohol en otras formas de presentación (vino o licores), no representa riesgo para presentar linfoma no Hodking’s,
salvo que exista historia familiar de este tipo de tumor132.
En
el año 2003, comienzan a aparecer trabajos que indican, que la toma de vino u
otro tipo de bebida alcohólica en cantidad moderada, disminuye el riesgo de aparición de linfomas
tipo Hodkins o no Hodking y en uno de ellos, se concluye, que en personas
mayores de 40 años, el riesgo puede disminuir hasta en un 40%136-152-158, así lo afirma
también un meta-analisis publicado en
2012202, aunque esta
conclusión debe admitirse con
precaución.
K. Tumores cerebrales:
Poco
encuentro sobre ello, solo una bibliografía que nos indica que el riesgo de
presentar glioblastoma (tumor
maligno cerebral), se acrecienta según la ingestión de alcohol que se tome y
señalan las siguientes proporciones:
Para
ingestión menor de 20 gramos/día, el Riesgo Relativo (RR) es de 1,07.
Para
ingestiones entre 20 y 39 gramos/día el RR es de 1,79.
Para
ingestiones de 40 a 59 gramos/día el RR es de 3,07.
Explicado
de manera más sencilla si se toman menos de dos copas de vino o su equivalente
en cerveza o licores, el riesgo, prácticamente es inexistentes, solo se aumenta
en un 7%. Si la toma es de 3 copas, el número de casos, aumenta en un 79% y si
son 4 copas o más, aumenta en un 300% (triplica) el número de casos184.
Referente
a tumores de otras localizaciones, no existen publicaciones, salvo una sobre
alcohol y cáncer de Tiroides, que no parece tenga significado.
Llegados
a éste punto, podemos hacernos varias preguntas:
1ª. ¿Qué cantidad
de alcohol puede determinar un aumento del riesgo en la aparición de cáncer?.
Según diferentes estudios, ésta cifra es variable, pero
cantidades de 20 g/día en mujeres y 40
en hombres, pueden ser consideradas como cantidades que aumentan el riesgo
en todos los tipos de cáncer que hemos reseñado. Si hablamos de copas y sabemos
que cada copa tiene 140 cc con un contenido alcohólico de 17 gramos (si el vino
es de 12 volumenes%, que es lo habitual), las mujeres no deben de tomar más de una copa y los hombres no deben tomar
más de dos, en el caso de la cerveza,
las mujeres no deben tomar más de un tercio (333 cc) y los hombres dos y en licores (vodka, wisky,
calvados)131 igual,
mujeres, una copita (40 cc) y hombres dos. ¿Queda claro?.
Otros autores, indican como límite los 30 gramos al día
de alcohol155-161-163,
pero en todo caso es casi igual, ponemos un poco menos de contenido en la copa
y ya está. Lo malo es una cosa, por cada 10
gramos de incremento de alcohol al día, el riesgo de cáncer de mama, se
incrementa en un 7,1%, suponemos que
los otros tipos de cáncer, también sufren aumento de riesgo, aunque no puedo
ponerle porcentaje.
Los bebedores de
fin de semana, también deben tener cuidado, la toma de cinco copas una vez a la semana, todas las semanas, los
califica como bebedores crónicos y los daños en la célula, pueden ser
importantes.
Como podéis comprobar he consultado una amplia
bibliografía que responde a muchas preguntas, algunas de ellas ya las hemos
contestado otras las iremos contestando en otros apartados, pero aquí, quiero hacer referencia otra vez a las
mujeres pre-menopáusicas, si toman cuatro copas de vino todos los días, tienen
un riesgo tres veces y media mayor de
contraer cáncer de mama, que si no fueran bebedora140.
2ª. ¿Todas las bebidas alcohólicas
tienen el mismo poder cancerígeno?. Se han realizado
diversas investigaciones en ese sentido y llegamos a las siguientes conclusiones13-14-16-26-33.
1.
Existe una relación directa entre
el consumo total diario de alcohol y el cáncer. Es decir a mayor cantidad de
alcohol ingerido diariamente, mayor es el riesgo de cáncer.
2.
El efecto, es mayor para las
bebidas fuertes.
3.
Hay un riesgo adicional relacionado
con el brandy (licor) de manzana y la
sidra. Un estudio en ratas, pudo
comprobar, que el licor de manzana, tenía el mismo efecto proliferativo en la
metafase de células esógaficas, que el calvados,
una bebida con 56 grados de alcohol43.
Algo contiene la sidra, que la hace tan peligrosa como una bebida de las que
contienen mayor cantidad de alcohol.
4.
La cerveza es la bebida de mayor riesgo para la aparición del cáncer
de esófago y de otras localizaciones, según diferentes estudios. Pero en el noroeste
de Francia, la toma de calvados (bebida
con denominación de origen de Normandía) caliente, puede explicar la mitad de
los cánceres de esófago en esa zona116,
esto es normal, porque además de ser una bebida de un alto contenido alcohólico,
el calvados, contiene acetaldehído y además, es la bebida que impera en la
zona.
5.
La
cerveza puede ser implicada en el riesgo aumentado de la
aparición de cáncer de lengua, boca, faringe, laringe, esófago páncreas, pulmón
y riñón. Aquí, queremos significar, que en un estudio llevado a cabo en Silesia
(una región actualmente de Polonia), se comprobó que tanto la cerveza, como la ginebra, eran factores de riesgo en la aparición del cáncer de
laringe, aunque su sinergismo con el tabaco no fue tan alto como lo esperado44.
Existen muchos trabajos,
además de los ya mencionados, que nos indican, que la cerveza y los licores de alto contenido alcoholico, son factores de
mayor riesgo en la aparición de cáncer
de boca, vías respiratorias y digestivas altas, que el vino52-60. Esto mismo ocurre en el caso del cáncer de
recto86, en este último trabajo, se indica, que al
parecer, el hecho de que la cerveza tenga un mayor riesgo que otro tipo de
bebidas alcohólicas, puede deberse a la posibilidad de contener nitrosaminas, sustancias que como ya
sabemos, pueden comportarse como
carcinógenos.
Además, en otros
trabajos se concluye, que las bebedoras de cerveza, presentan un 11% más de
cáncer de recto que las no bebedoras y en el caso de hombres, hasta un 31 %91. Es más, la toma de cerveza, aumenta el riesgo de presentar
este tipo de cáncer, mientras que la toma de vino puede lo disminuirlo, siempre
que las cantidades ingeridas sean moderadas103-121.
Esta misma conclusión se señala para el cáncer de intestino delgado125.
Después de lo que hemos
leído, si la cerveza puede contener nitrosaminas (sustancias cancerígenas) y el
vino contiene resveratrol (sustancia anti-cancerígena), ¿Qué deberíamos tomar?,
cerveza o vino, responded vosotros
mismos.
Ahora,
comprendemos, porqué hay autores, que indican que sería necesario realizar
estudios que relacionen no solo el tipo de bebida y el cáncer, sino estudiar
también las distintas marcas, porque el
distinto mecanismo de fabricación, puede
dar lugar a que unas contengan algún
tipo de carcinógenos y otras no.
6.
Los bebedores de 6 o más wiskys al
día, pueden tener mayor riesgo que los fumadores de 40 cigarrillos para
desarrollar cáncer de boca y los
bebedores de vino y cerveza en un equivalente de contenido de alcohol igual al
del wisky, tienen aún más riesgo para desarrollar este tipo de cáncer.
En un trabajo realizado en Japón, estudian el
riesgo de desarrollo de adenomas de colon con las siguientes bebidas: Sake,
Shochu, cerveza, brandy, vino y whisky y
solo implican a este último en una elevación del riesgo96, como casi siempre diferentes trabajos, diferentes
resultados.
7.
En un estudio realizado en el
Hospital La Paz (Madrid-España), entre 1978 y 1982, se llega a una curiosa conclusión, con
respecto al cáncer de vejiga y la
ingesta de bebidas alcohólicas, y es la
siguiente: Ninguna bebida alcohólica (cerveza, vino o licores), representaba un
riesgo para la aparición del cáncer de vejiga, excepto una, a la que en
Andalucía (España), llamamos “vino de
verano” [mezcla de vino tinto con gaseosa (una bebida carbonatada con
edulcorantes)]48. En este
trabajo, tenemos que preguntarnos, si el vino no es el responsable, ¿cual lo es?,
¿son los edulcorantes que contienen las gaseosas?.
8. Otra
curiosidad. en el punto anterior, hemos
dicho, que el vino de verano, representaba un riesgo para la aparición de cáncer de vejiga y en muchos estudios,
os hemos mostrado que el tabaco y el alcohol, tienen un efecto sinérgico (más
que multiplicativo) en cáncer de boca, faringe, laringe y esófago. Pues bien,
al parecer según un trabajo realizado en el Hospital Universitario de Montevideo
(Uruguay), el mate, una bebida de
hierbas consumida en Uruguay, Paraguay, Argentina y en zonas de otros países,
como Brazil, Chile y Bolivia, puede tener un efecto sinérgico con el vino y el
tabaco en la aparición del cáncer
orofaringeo51 y se ha comprobado que por sí solo, aumenta el
riesgo de cáncer de estómago68
y esófago72, sin
embargo y como casi siempre otro trabajo realizado en Argentina, niega que el mate, frio o caliente, guarde relación
con el cáncer de esófago.
9. Otros
estudios concluyen, que al menos en lo que respecta al cáncer de boca faringe y
esófago, el riesgo es el mismo cualquiera que sea el tipo de bebida alcohólica
consumida, solo depende de la cantidad de alcohol que se ingiera77.
De
lo estudiado hasta aquí en este apartado, mi
conclusión, es que lo que debemos limitar es el consumo de alcohol sea su
presentación la que sea y que si tengo que escoger, escogería un buen vino
tinto, de Rioja, de la Ribera del Duero, del Penedés o de cualquier otra región
de España, que en todas, se fabrican hoy buenos vinos. Ahora bien, si estoy en
la playa en un chiringuito, una buena cerveza fría, sería mi elección.
POSIBLES
MECANISMOS DE ACCIÓN DEL ALCOHOL EN LA APARICIÓN DE CÁNCER.
1.
Existen estudios que comprueban que
el metabolismo in vitro del hepatocarcinógeno N-Nitrosopyrrolidina, se
incrementa en la fracción microsomal, aislada en hámster a los que se
administra alcohol11. Este
mismo mecanismo, se demuestra en un estudio en ratas a las que se somete a una
exposición crónica al alcohol, comprobando, que este, incrementa la capacidad
de activar el pro-carcinógeno nitrosopyrrolidina (NPY) por los microsomas
derivados del hígado, pulmón y esófago. Pero no los del estomago34.
2.
En algunos experimentos con
animales, se dice que el etanol, no es una sustancia carcinogénica por sí
mismo, pero puede intensificar la
activación de un número de pro-carcinógenos en el intestino delgado, en el
hígado y en el pulmón. En lo que se refiere al tracto gastrointestinal superior
(esófago, estómago, intestino delgado..) el mecanismo carcinogénico puede ser
debido a efectos locales, como consecuencia de interferir en la regeneración,
secreción, motilidad y colonización bacteriana de esta zona. Así se comprueba
en un trabajo que indica, que la consumición crónica de alcohol, causa
alteraciones de la mucosa oral, con atrofia y después hiper-regeneración, lo
que puede provocar un aumento de la susceptibilidad del epitelio de la boca a
los carcinógenos115. Además,
los cambios hormonales, en el metabolismo de las vitaminas y del sistema
inmune, pueden contribuir a la carcinogénesis. También es conocido, que
diferentes bebidas alcohólicas contienen carcinógenos19-42.
3.
Estudios realizados en diversa
variedad de ratas, comprueban, que el alcohol, es un potente inductor de
enzimas microsomales, implicadas en el metabolismo de carcinógenos en diversos
tejidos, entre ellos, el hígado, esófago, pulmón e intestinos. Entre estas
enzimas, se encuentra el citocromo P-450 microsomal, que refuerza a ciertos pro-carcinógenos, pero además de ello, el alcohol disminuye la actividad de la
O6-methylguanina transferasa, una enzima, que interviene en la reparación de la
alquilación del ADN41. En
éste mismo contexto, existen trabajos realizados sobre ratas y primates, en los
que se dice, que el alcohol, puede influir en el metabolismo de ciertos
carcinógenos, haciendo a algunos órganos más sensibles a la acción de los
mismos y también puede ocurrir, que el alcohol
induzca enzimas, responsables de
la activación de ciertos carcinógenos113.
4. Este
mecanismo os lo expliqué al comenzar a hablar del alcohol y el cáncer, pero no
está demás el repetirnos. Cuando existe un gran consumo de alcohol etílico, el
sistema microsomal de oxidación de nuestro organismo, se activa y comienza a
acumularse acetaldehído, ya que la acetaldehído deshidrogenasa, una enzima que
lo metaboliza, se produce a menor velocidad que éste y sabéis que pasa, pues
que el acetaldehído, además de producir daño hepático, inhibe el proceso, por medio del cual, nuestro cuerpo, repara el
ADN defectuoso y/o dañado. En trabajos anteriores, realizados en ratas, se
decía que al menos en lo que respecta al cáncer de recto, el etanol aceleraba
la carcinogénesis inducida químicamente y se planteaba la posibilidad de que el
acetaldehído generado por la oxidación bacteriana del alcohol, podía estar
implicado en este proceso70.
Posteriormente, se ha podido comprobar que nuestros cromosomas, poseen un gen
el ALDH2 o su alelo ADH1C*1, que codifica a la familia de las aldehído
deshidrogenasa , como decíamos más arriba, cuando se consume alcohol, se
produce acumulación de acetaldehído, porque el metabolismo del alcohol que
produce esta sustancia, es más rápido que la formación de aldehído
deshidrogenasa, que metaboliza al acetaldehído para convertirlo en ácido
acético, esta acumulación de acetaldehído, produce daños el el ADN y
transformaciones mutagénicas, pudiendo comportarse como un carcinógeno137-142-156-171. En el
trabajo señalado como142, se afirma también, que la toma de alcohol, puede incrementar el
nivel de estradiol en sangre en un
27 a 38%, lo que representa un riesgo importante para la aparición de cáncer de
mama.
5.
La ingesta elevada de bebidas
alcohólicas, puede actuar, incrementando la replicación de células que
previamente habían iniciado su malignización por la exposición a nitrosaminas (sustancias
cancerígenas que se forman en nuestro
intestino a partir de los nitritos y nitratos)80. Ver capítulo de Cáncer. Nitritos y Nitratos.
6.
Un estudio cito-genético in vitro,
nos indica, que el etanol a una relativa alta dosis, inhibe el sistema reparador
del ADN y los Cromosomas dañados por determinadas sustancias mutagénicas y/o
carcinogenéticas83.
7.
En un estudio realizado en ratas,
por Singletary et al., en la Universidad de Illinois, se puso de manifiesto que
las glándulas mamarias, sufrían una serie de cambios en su maduración y una
disminución en la cantidad de brotes de estructuras alveolares más maduras.
Estos mismos cambios, se observaron en las mamas de ratas normales, tratadas
con carcinógenos. Además de ello, las ratas sometidas a ingesta de alcohol,
presentaban una disminución de la progesterona (posiblemente porque aumentan
los receptores de esta hormona, como ocurre en mujeres con el gen BRCA1mutado, causa de un aumento
de proliferación celular de la glándula mamaria y del cáncer) pero
no del estradiol111. Pero
también ocurre, que el alcohol induce una baja expresión del BRCA1 que actúa
como potente inhibidor de los receptores estrogénicos, ello induce a un aumento
de los niveles de estrógenos en sangre y el consiguiente aumento de riesgo en
la aparición del cáncer de mama124-176.
En este mismo sentido y en mujeres post-menopáusicas, el alcohol, puede alterar
la metilación del ADN, provocando cambios, que pueden llevar al desarrollo del
cáncer de mama181.
8.
Aunque no se explique concretamente
el mecanismo de acción, se ha podido comprobar que no existía relación entre la
consumición de alcohol y los tumores de mama con receptores de estrógenos
negativos. Sin embargo sí se comprobó un aumento de riesgo para aquellas
mujeres bebedoras, con cáncer de mama receptor de estrógenos positivo112-135 y además en otro estudio, se comprueba que
los niveles de estradiol (un estrógeno) están más elevados entre las
tomadoras de alcohol, que entre no tomadoras119. De modo que si el cáncer de mama “come estrógenos”
y las bebedoras tienen altos los niveles en sangre del estradiol y además
tienen receptores positivos para esta hormona, es fácil pensar que las mujeres
bebedoras sean de mayor riesgo para contraer cáncer de mama. Más aún, el
alcohol, puede preferentemente incrementar el riesgo de los receptores, tanto
de estrógenos, como de progesterona positivos122.
9.
En un Simposium, efectuado en 2004
y cuyas conclusiones las publica Purohit
et al., en la Revista, Alcohol en 2005. Se exponen de forma resumida
los mecanismos de acción, por los cuales, el alcohol, puede aumentar el riesgo
de la aparición de cáncer en determinados órganos y son los siguientes153:
·
Producción de acetaldehído, un mutágeno
y carcinógeno débil.
·
Inducción del citocromo P450 2E 1, que
se asocia con el estrés oxidativo y la conversión de pro-carcinógenos en
carcinógenos.
·
Depleción de la S-adenosilmethionina y
consecuentemente de la hipo-metilación global del ADN, provocando daños del
mismo.
·
Inducción de un incremento en la
producción del nucleótido guanina, que regula las proteínas.
·
Acumulación de hierro, que está asociado
al estrés oxidativo.
·
Inactivación del gen BRCA1, supresor
tumoral.
·
Deterioro del metabolismo del ácido
retinóico, que interviene en la regulación celular y en la reacción
inflamatoria. Por tanto la alteración del metabolismo de éste ácido puede
conllevar la aparición de cáncer.
10. En
una revisión realizada por Kune y Vitetta de la Universidad de Melbourne
(Australia), que comprendió 52 estudios publicados entre 1957 y 1991, sobre
ingesta de bebidas alcohólicas y cáncer colorectal, llegan a las siguientes
conclusiones90:
a. Una
gran parte de las publicaciones analizadas, muestran que las bebidas
alcohólicas, aumentan el riesgo de presentar cáncer colorectal, tanto en
hombres, como en mujeres, aunque el riesgo es mayor en el sexo masculino.
b. La
incidencia entre bebedores, es mayor para el cáncer de recto que el de colon.
c. Existe
una asociación entre dosis respuesta, es decir con ingestas pequeñas, no hay
diferencias entre bebedores y no bebedores, con ingestas mayores, aumenta el
riesgo.
d. La
cerveza, es de entre todas la bebida alcohólicas la de mayor riesgo para
la presentación de cáncer colorectal.
e. Se
ha comprobado que en estudios animales (roedores), las bebidas alcohólicas,
aumentan la inducción de carcinógenos.
f. La
hipótesis de que el alcohol, es un directo carcinógeno colorectal incluye:
·
Incrementa la proliferación de las células
de la mucosa, lo que determina un aumento de pólipos adenomatosos y por tanto
de cáncer.
·
Activa a muchos carcinógenos
intestinales y el papel que juegan los carcinógenos inadsorbibles.
·
Las bebidas alcohólicas, pueden
determinar la aparición de inmunodepresión.
·
Activa a muchos pro-carcinógenos
hepáticos.
·
Cambia la composición de la bilis.
·
Algunas bebidas alcohólicas, pueden
contener nitrosaminas (que son carcinógenos), y/o aumentar las nitrosaminas de
los tejidos.
Para
finalizar tengo que deciros que: la toma
de vitamina B6, puede jugar un papel en la prevención del cáncer
colorectal, particularmente en mujeres bebedoras151 y lo mismo sucede con la toma de folatos en el
cáncer de mama154.
CONCLUSIONES:
1ª. Si bebes no conduzcas. En
el 37 % de los accidentes de tráfico, se detecta un índice de alcohol, superior
al normal y el 33% de los accidentes mortales están provocados por él.
2ª. La tasa de
alcohol en sangre permitida es de 0,5 gramos por litro y en aire expirado
es de 0,25 miligramos por litro. Esta cifra se aplica también en los que
conducen bicicletas.
Para profesionales de la conducción (taxistas,
conductores de camiones, autobuses, etc.,) la tasa se fija en 0,3 gramos por
litro de sangre y 0,15 miligramos por litro de aire expirado.
3ª. ¿ Cuantas
copas puedo tomar si voy a conducir, para que no me multen?.
Esto depende de cada persona, según
su peso, su metabolismo, su edad, etc. pero en general podemos decir que:
Con dos copas de vino (140 c.c. por copa) o dos
tercios de cerveza o dos copas de licores (40 c. c. por copa), podéis superar
lo permitido. De modo que solo se debe tomar una copa, o mejor ninguna.
4ª. ¿Cuándo se considera a una
persona bebedora crónica?
Se consideran
bebedoras crónicas a la siguientes personas:
·
Los hombres que tomen más de 15 tragos a
la semana (Un trago es equivalente a una copa de vino, un tercio de cerveza o
una copa de licor).
·
Las mujeres que tomen más de 12 tragos a
la seman.
·
Cualquier
persona que tome 5 tragos o más, un día en semana, todas las semanas. Los
bebedores de fin de semana que tomen más de cinco tragos, son considerados
bebedores crónicos.
5ª. ¿Que cantidad de alcohol puedo
tomar, para no tener riesgo de un aumento en la incidencia de cáncer?.
Las
mujeres pueden tomar una copa, un tercio de cerveza o una copa de licor. Los
hombres dos copas de vino o su equivalente. Normalmente el aumento de la
incidencia de cáncer de diferentes localizaciones tiene importancia, cuando se
consumen 30 o más gramos de alcohol y
un ejemplo que os pongo por cada 10 gramos de alcohol ingerido, el porcentaje
de cáncer de mama, aumenta en un 7,1 %, supongo que el cáncer de otras
localizaciones, también aumenta, aunque
no sé en qué porcentaje.
Según
la cantidad de alcohol que se tome, las cifras de cáncer, van aumentando de
modo que en grandes bebedores, pueden llegar a elevarse más de cinco veces, las
presentadas por personas no bebedoras.
6ª. ¿Todas las bebidas tienen el
mismo riesgo para aumentar la incidencia de cáncer?.
Algunas
publicaciones indican que todo depende de la cantidad de alcohol que se
ingiera. Otras indican que los licores, son las bebidas de mayor riesgo, pero
la mayoría de los estudios, señalan a la cerveza
como la más peligrosa.
7ª. Las
personas bebedoras y fumadoras, deben
saber que existe un sinergismo (los efectos se potencian más que si se
multiplicaran) entre alcohol y tabaco para muchos tipos de cáncer, sobre todo
de boca, faringe, laringe y esófago, los de pulmón, ya tienen bastante con el
tabaco.
8ª. Algunas
publicaciones indican que el mate (bebida
que se consume mucho en países sudamericanos) y el alcohol, también son
sinérgicos para el cáncer orofaringeo.
9ª. ¿Qué tipos de cáncer aumentan
con la ingesta de bebidas alcohólicas?.
La
incidencia aumenta SEGURO:
a.
Los
de vías aero-digestivas altas:
Boca, faringe, laringe y esófago.
b.
Los
de mama.
c.
Los
de colon.
d.
Los
de hígado.
El aumento de la incidencia es
DUDOSO:
a.
Pulmón
b.
Estómago
c.
Próstata
d.
Páncreas
e.
Tumores
cerebrales (gliomas)
La incidencia NO AUMENTA:
a.
Vías
urinarias: vejiga y riñón.
b.
Los
hematológicos: linfomas, mielomas, leucemias,etc.
Tenemos que aclarar una
cosa, las gestantes que consumen alcohol, tienen una mayor probabilidad de que
sus hijos presenten leucemia mieloide aguda.
Bibliografia.
1. El
alcohol y la conducción-CEA.www.seguridad-vial.net/alcohol.asp
2. Real
Decreto 1428/2003 de 21 de noviembre-Boe. www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2003-23514.
3. Efectos
del alcohol en el cuerpo – Wikipedia, la enciclopedia libre.
es.wikipedia.org/wiki/Efectos_del_alcohol_en_el_cuerpo.
4. Alcoholismo
y abuso del alcohol : MedlinePlus
enciclopedia médica. www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000944...
5. Metabolismo
del Alcohol (una vez que aparecen las distintas referencias abrís la siguiente:
Metabolisimo del alcohol – FISAC: : Fundación de investigaciones…).
6.
Schmidt W, Popham RE. Heavy alcohol consumption and
physical health problems: a review of the epidemiological evidence. Drug
Alcohol Depend. 1975 Sep;1(1):27-50.
7.
Tuyns A J. [Association of tobacco and alcohol in
cancer]. Bull Schweiz Akad Med Wiss. 1979 Mar;35(1-3):151-8.
8.
Cohen S. The role of alcohol as a co-carcinogen. Cam
Fam Physician. 1979 Sep;25:1081-5.
9.
Fraumeni JF Jr. Epidemiological oppotunities in
alcohol-related cancer. Cancer Res. 1979 Jul;39(7 Pt 2):2851-2.
10.
Tuyns AJ. Epidemiology of alcohol and cancer. Cancer
Res. 1979 Jul:39(7 Pt 2):2840-3.
11.
McCoy GD, Wynder EL. Etiological and preventive
implications in alcohol carcinogenesis. Cancer Res. 1979 Jul (7 Pt 2):2844-50.
12.
Schottenfeld D. Alcohol as a co-factor in the etiology
of cancer. Cancer. 1979 May;43(5 Sppl):1962-6.
13.
Tuyns AJ, Péquignot G, Abbatucci JS. Oesophageal
cancer and alcohol consumption; importance of type of beverage. Int J Cancer.
1979 Apre 15;23(4):443-7.
14.
Hinds MW, Kolonel LN, Lee J, Hirohata T. Associations
between cancer incidence and alcohol/cigarette consumption among five ethnic in
Hawaii. Br J Cancer. 1980 Jun;41(6):929-40.
15.
Burch JD, Howe GR, Miller AB, Semenciw R. Tobacco,
alcohol, asbestos, and nickel in the etiology of cancer of the larynx:
a-case-control study. J Natl Cancer Inst. 1981 Dec;67(6):1219-24.
16.
Mashberg A, Garfinkel L, Harris S. Alcohol as a
primary risk factor in oral squamous carcinoma. CA Cancer J Clin. 1981
May-Jun;31(3):146-55.
17.
Flanders WD, Rothman KJ. Interaction of alcohol and
tobacco in laryngeal cancer. Am J Epidemiol. 1982 Mar;115(3):371-9.
18.
Rosenberg L, Slone D, Shapiro S, et al. Breast cancer
and alcoholic beverage consumption. Lancet.1982 Jan 30;1(8266):267-70.
19.
Seitz HK, Czygan P, Kommerell B. [Ethanol and
carcinogenesis]. Leber Magen Darm. 1982 Jun;12(3):95-107.
20.
MacMahon B. Risk factors for cancer of the pancreas.
Cancer. 1982 Dec 1;50(11 Suppl):2676-80.
21.
Thomas DB, Uhl CN, Hartge P. Bladder cancer and
alcoholic beverage consumption. Am J Epidemiol. 1983 Nov;118(5):720-7.
22. Tuyns AJ. Oesophageal cancer in non-smokin drinkers
and in non-drinhing smokers. Int J Cancer. 1983 Oct 15;32(4):443-4.
23. Webster LA,
Layde PM, Wingo PA, Ory HW. Alcohol
comsumption and risk of breast cancer. Lancet.1983 Sep 24;2(8352):724-6.
24. Yu MC, Mack T, Hanisch R, et al. Hepatitis, alcohol
consumption, cigarette smoking, and hepatocellular carcinoma in Los Angeles.
Cancer Res. 1983 Dec;43(12 Pt 1):6077-9.
25. Heuch I, Kvàle G, Jacobsen BK, Bjelke E. Use of
alcohol, tobacco and coffe, and risk of pancreatic cancer. Br J Cancer. 1983
Nov;48(5):637-43.
26. Potter JD, McMichael AJ. Alcohol, beer and lung
cancer—a meaningful relationship?. Int J Epidemiol. 1984 Jun;13(2):240-2.
27. Pollack ES, Nomura AM, Heilbrun LK, et al. Prospective
study of alcohol consumption and cancer. N England J Med. 1984 Mar
8;310(10):617-21.
28. Gupta PC. Epidemiologic study of the association
between alcohol habits and oral leukoplakia. Community Dent Oral Epidemiol.
1984 Feb;12(1):47-50.
29. Lê MG, Hill C. Kramar A, Flamanti R. Alcoholic
beverage consumption and breast cancer in a French case-contro study. Am J
Epidemiol. 1984 Sep;120(3):350-7.
30. Elwood JM, Pearson JC, SWkippen DH, Jackson SM.
Alcohol. Smoking, social and occupational factors in the aetiology of cancer of
oral cavity, pharynx and larynx. Int J Cancer. 1984 Nov 15;34(5):603-12.
31. Hiatt RA, Bawol RD. Alcoholic beverage consumption and
breast cancer incidencAm J Epidemiol. 1984 Nov;120(5):676-83.
32. Ohyanagi H, Okumura S, Yamamoto M, et al. [Epidemiological
studies on pancreatic cancer]- Gan To Kagaku Ryoho. 1985 Feb;12(2):189-99.
33. Adelhardt M, Moller Jensen O, Sand Hansen H. Cancer of
the larynx, pharynx, and oesaphagus in relation to alcohol and tobacco
consumption among Danish brewery workers. Dan Med Bull. 1985 May;32(2):119-23.
34. Farinati F, Zhou Z, Bellah J, et al. Effect of chronic
etanol consumption on activation of nitrosopyrrolidine to a mutagen by rat
upper alimentary tract, lung, and hepatic tissue. Drug Metab Dispos. 1985
Mar-Apr;13(2):210-14.
35. La Vecchia C,
Decarli A, Franceschi S, et al. Alcohol
consumption and the risk of breast cancer in women. J Natl Cancer Inst. 1985
Jul;75(1).61-5.
36. Filipazzo MG,
Aragona E, Cottone M, et al. Assessment of
some risk factor for hepatocellular carcinoma: a case control study. Staat
Medical. 1985 Jul-Sep:4(3):345-51.
37. Olsen J, Sabreo S, Fastin U. Interaction of alcohol
and tobacco as risk factor in cancer of the laryngeal region. J Epidemiol
Commuty Healt. 1985 Jun;39(2):165-8.
38. Olsen J, Sabroe S, Ipsen J. Effect of combined alcohol
and tobacco exposure on ris of cancer of the hypophaynx. J Epidemiol Community
Health. 1985 Dec;39(4):304-7.
39. Mack TM, Yu MC, Hanisch R, Henderson BE. Pancreas
cancer and smoking, beverage consumption, and past medical history. J Natl
Cancer Inst. 1986 Jan;76(1):49-60.
40. Kunze E, Claude
J, Frentzel-Beyme R, et al. Association of
cáncer of the lower urinary tract eith consumption of alcoholic beverages. A
case-control study. Carcinogenesis. 1986 Jan;7(1):163-5.
41. Garro AJ, Espina N, Farinati F, Salvagnini M. The
effects of chronic ethanol consumption on carcinogen metabolism and on O6-methylguanine
transferase-mediated repair of alkilated DNA. Alcohol Clin Exp Res. 1986;10(6
Suppl):73S-77S.
42. Tuyns AJ. Cancer risk derived from alcohol, Med Oncol
Tumor Pharmacother. 1987;4(3-4):241-4.
43. Haentjens P, De Backer A, Willems G. Effect of an
apple brandy from Normandy and of ethanol on epithelial cell proliferation in
the esophagus of rats. Digestion. 1987;37(3):184-92.
44. Zemla B, Day N, Swiatnicka J, Banasik R. Larynx cancer
risk factors, Neoplasma. 1987;34(2):223-33.
45. Willett WC, Stampfer MJ, Colditz GA, et al. Moderate
alcohol consumption and the risk of breast cancer. N Engl J Med. 1987 May
7;316(19):1174-80.
46. Schatzkin A, Jones DY, Hoover RN, et al. Alcohol
consumption and breast cancer in the epidemiologic follow up study of the first
National Health and Nutrition Examination Survey. N Engl J Med. 1987 May
7;316(19):1169-73.
47. Harvey EB, Schairer C, Brinton LA, et al. Alcohol
consumption and breast cancer. J Natl Cancer Inst. 1987 Apr;78(4):657-61.
48. Bravo MP, Del Rey Calero J, Conde M. Bladder cáncer and the consumption of
alcoholic beverage in Spain. Eur J Epidemiol. 1987 Dec;3(4):365-9.
49. Prior P. Long-term cancer risk in alcoholism. Alcohol Alcohol.
1988;23(2):163-71.
50. Burke GL, Hunter SM, Croft JB, et al. The interaction of alcohol and use in
adolescent and young adult. Bogalusa Heart Study. Addict Behav. 1988 13 4
387-93.
51. De Stefani E, Correa P, Oreggia F,
et al. Black tobacco, wine and mate in oropharyngeal cancer. A case-control study
from Uruguay. Rev Epidemiol Sante Publique. 1988;36(6):389-94.
52. Blot WJ, McLaughlin JK, Winn DM, et al. Smoking and drinking in relation to
oral and faringeal cancer. Cancer Res. 1988 Jun 1;48(11):3282-7.
53. Notani PN. Role of alcohol in cancers of the upper alimentary tract: use of
models in risk assessment. J Epidemiol Community Health. 1988 Jun;42(2):187-92.
54. Longnecker MP, Berlin JA, Orza MJ, Chalmers TC. A meta-analysis of alcohol
consumption in relation to risk of breast cancer. JAMA. 1988 Aug
5;260(5):652-6.
55. Villa E, Baldinoi GM, Pasquinelli C,
et al. Risk factors for hepatocellular carcinoma in Italy. Male sex, hepatitir B
virus, non-A non B infection, and alcohol. Cancer. 1988 Aug 1;62(3):611-5.
56. Hiatt RA, Klatsky A, Armstrong MA. Alcohol and breast cancer. Prev Med.
1988 Nov;17(6):683-5.
57. Klatsky AL, Armstrong MA, Friedman GD, Hiatt RA. The relations of alcoholic
beverage use to colon and rectal cancer. Am J Epidemiol. 1988
Nov;128(5):1007-15.
58. Frosi AR, Bersiga A, Quinzani M,
Bianchini E. [Hepatocellular carcinoma. Significance
of the association with cirrosis, alcohol consuption and the hepatitis B virus
(serum markers and tissue antigens)]. Minerva Med. 1989 Jan;80(1):15-21.
59. Guénei P, Chastang JF, Luce D, et
al. A study of interaction of alcohol drinking and tobacco smoking among French
cases of laryngeal cancer. J Epidemiol Community Health. 1988 Dec:42(4):350-4.
60. Kabat GC, Wynder EL. Type of alcoholic beverage and oral cancer. Int J
Cancer. 1989 Feb 15;43(2):190-4.
61. Clavel F, Benhamou E, Auquier A, et
al. Coffee, alcohol, smoking and cancer of pancreas: a case-control study. Int
J Cancer. 1989 Jan 15;43(1):17-21.
62. Cuzick J, Babiker AG. Pancreatic cancer, alcohol, diabetes mellitus and
gall-blader disease. Int J Cancer. 1989 Mar 15;43(3):415-21.
63. Smith DI. Relation ship between alcohol consumption and breast cancer
morbidity rates in Western Australia, 1971-1984.
64. Falk RT, Pickle LW, Brown LM, et al. Effect of smoking and alcohol comsumption
on laryngeal cancer risk in coastal Texas. Cancer Res. 1989 Jul
15;49(14):4024-9.
65. Kato I, Tominaga S, Tereao C. Alcohol consumption and cancers of hormone-
related organs in females. Jpn J Clin Oncol. 1989 Sep (3):202-7.
66. Chu SY, Lee NC, Wingo PA, Webster IA. Alcohol consumption and the risk of
breast cancer. Am J Epidemiol. 1989 Nov;130(5):867-77.
67. Hiatt RA. Alcohol consumption and breast cancer. Med Oncol Tumor
Pharmacother. 1990;7(2-3):143-51.
68. De Stefani E, Correa P, Fierro L, et
al. Alcohol drinking and tobacco smoking in gastric cancer. A case-control
study. Rev Epidemiol Sante Publique. 1990;38(4):297-307.
69. Nomura A, Grove JS, Stemmermann GN, Severson RK. A prospective stdy of
stomach cancer and its relation to diet, cigarettes, and alcohol consumption.
Cancer Res. 1990 Feb 1;50(3):627-31.
70. Seitz HK, Simanowski UA, Garzon FT,
et al. Possible role of acetaldehyde in ethanol-related rectal cocarcinogenesis in
the rat. Gastroenterology. 1990 Feb;98(2):406-13.
71. Kato I, Tominaga S, Ikari A. A case-control study of male colorectal cancer
in Aichi Prefecture, Japan:with special reference to occupational activity
level, drinking habits an family history. Jpn J Cancer Res. 1990
Feb;81(2):115-21.
72. De Stefani E, Muñoz N, Estève J, et
al. Mate drinking, alcohol, tobacco, diet, and esophageal cancer in Uruguay.
Cancer Res.1990 Jan 15;50(2):426-31.
73. Bouchardy C, Clavel F, La Vechia C,
et al. Alcohol, beer and cáncer of the pancreas. Int J Cancer. 1990 May
15;45(5):842-6.
74. Farrow DC, Davis S. Risk of pancreatic cancer in relation to medical
history and the use of tobacco, alcohol and coffee. Int J Cancer. 1990 May
15;45(5):816-20.
75. Longnecker MP. Orza MJ, Adams ME, et al. A meta-analysis of alcoholic
beverage consumption in relation to risk of colorectal cancer. Cancer Causes
Control. 1990 Jul;1(1):59-68.
76. Longnecker MP. A case-control study of alcoholic beverage consumption in
relation to risk of cancer of the right colon and rectum in men. Cancer Causes
Control. 1990 Jul;1(1):5-14.
77. Barra S, Franceschi S, Negri E, et al. Type of alcoholic beverage and
cancer of the oral cavity, pharynx and aesophagus in an Italian area with high
wine consumption. Int J Cancer. 1990 Dec 15;46(6):1017-20.
78. Kono S, Ikeda N, Yanai F, et al. Alcoholic beverages and adenomatous polyps
of the sigmoid colon: a study of male self-defense officials in Japan. Int J
Epidemiol. 1990 Dec;19(4):848-52.
79. Zatonski W, Becher H, Lissowska J, Wahrendorf J. Tobacco, alcohol, and diet
in the etiology of laryngeal cancer: a population-based case-control study. Cancer
Causes Control. 991 Jan;2(1):3-10.
80. Craddock VM, Henderson AR. Potent inhibition of aesophageal metabolism of
N-nitrosomethylbenzylamine, an oesophageal carcinogen, by higher alcohols
present in alcoholic beverages. IAAR Sci Publ. 1991;(105):564-7.
81. Cope GF, Wyatt JI, Pinder IF, et al. Alcohol consumption in patients with
colorectal adenomatous polyps. Gut. 1991 Jan;32(1):70-2.
82. Ghadirian P, Simard A, Baillargeon J. Tobacco, alcohol, and coffee and
cancer pancreas. A population-based, case-control study in Quebec, Canada.
Cancer. 1991 May 15; 67(10):2664-70.
83. Hsu TC, Furlong C, Spitz MR. Ethyl alcohol as a cocarcinogen with special
reference to the aerodigestive tract: a cytogenetic study. Anticancer Res. 1991
May-Jun;11(3):1097-101.
84. Ewertz M. Alcohol consumption and breast cancer risk in Denmark. Cancer
Causes Control. 1991 Jul;2(4):247-52.
85. Naccarato R, Farinati F. Hepatocellular cxarcinoma, alcohol, and cirrosis:
facts and hypotheses. Dig Dis Sci. 1991 Aug; 36(8):1137-42.
86. Riboli E, Cornée J, Macquart-Moulin G, et al. Cancer and polyps of the
colorectum and lifetime consumption of beer and other alcoholic beverages. Am J
Epidemiol. 1991 Jul 15;134(2):157-66.
87. Choi SY, Kahyo H. Effect of cigarette smoking and alcohol consumption in
the etiology of cancers of the digestive tract. Int J Cancer. 1991 Sep
30;49(3):381-6.
88. Ferraroni M, Decarli A, Willett WC, Mcrubini E. Alcohol and breast cancer
risk: a case-control study from northern
Italy. Int J Epidemiol. 1991 Dec;20(4):859-64.
89. Steinberg J, Goodwin PJ. Alcohol and breast cancer-risk-putting the current
controversy into perspective. Breast
Cancer Res Treat. 1991 Nov;19(3):221-31.
90. Kune GA, Vitetta L. Alcohol consumption and the etiology of colorectal
cancer; a review of the scientific evidence from 1957 to 1991. Nutr Cancer.
1992;18(2):97-111.
91. Kune GA, Bannerman S, Watson LF. Attributable risk for diet, alcohol, and
family history in the Melbourne Colectal Cancer Study. Nutr Cancer.
1992;18(3):231-5.
92. Nam JM, McLaughlin JK, Blot WJ. Cigarette smoking, alcohol, and
nasopharyngeal carcinoma: a case-control study among U.S. whites. J Natl
Cancer. 1992 Apr 15;84(8):619-22.
93. Adami HO, Hsing AW, McLauglin JK, et al. Alcoholism and liver cirrhosis in
the etiology of primary liver cancer. Int J Cancer. 1992 Jul 30;51(6):898-902.
94. Bandera EV, Freudenheim JL, Graham S, et al. Alcohol consumption and lung cancer
in with males. Cancer Causes Control. 1992 Jul;3(4):361-9.
95. La Vecchia C, Negri E, Franceschi S,
et al. Alcohol and epitelial ovarían cancer. J Clin Epidemiol. 1992
Sep;45(9):1025-30.
96. Honjo S, Kono S, Shinchi K, et al. Cigarrette smoking, alcohol use and
adenomatous polyps of the sigmoid colon. Jpn J Cancer Res. 1992
Aug;83(8):806-11.
97. Hoshiyama Y, Sasaba T. A case-control study of stomach cancer and its
relation to diet, cigarettes, and alcohol consumption in Saitama Prefecture,
Japan. Cancer Causes Control. 1992 Sep:3(5):441-8.
98. Brown LM, Gibson R, Burmeister LF, et al. Alcohol consumption and risk of
leukemia, non-Hodgkin’s lymphoma, and multiple myeloma. Leuk Res. 1992 Oct;
16(10):979-84.
99. De Stefani E, Correa P, Fierro L, et
al. The effect of alcohol on the risk of lung cancer in Uruguay. Cancer
Epidemiol Biomarkers Prev. 1993 Jan-Feb;2(1):21-6.
100.
Friedenreich CM, Howe GR,
Miller AB, Jain MG. A cohort study of alcohol consumption and risk of breast
cancer. Am J Epidemiol. 1993 Mar 1;137(5):512-20.
101.
Martin-Moreno JM, Boyle P, Gorgojo
L, et al. Alcoholic beverage consumption and risk of breast cancer in Spain.
Cancer Causes Control. 1993 Jul;4(4):345-53.
102.
Zheng W, McLaughlin JK,
Gridley G, et al. A cohort study of smoking, alcohol consumption, and dietary
factors for pancreatic cancer (United States). Cancer Causes Control. 1993
Sep;4(5):477-82.
103.
Newcomb PA, Storer BE, Marcus
PM. Cancer of the large bowel in women in relation to alcohol consumption: a
case-control study in Wisconsin (United States).
104.
Mashberg A, Boffetta P,
Winkelman R, Garfinkel L. Tobacco smoking, alcohol drinking, and cancer of the
oral cavity and oropharynx among U.S. veterans. Cancer. 1993 Aug
15;72(4):1369-75.
105.
Gerhardsson de Verdier M,
Romelsiö A, Lunberg M. Alcohol and cancer of the colon and rectum. Eur J cancer
Prev. 1993 Sep;2(5):401-8.
106.
D’Avanzo B, La Vecchia C,
Franceschi S. Alcohol consumtion and the risk of gastric cancer. Nutr Cancer.
1994;22(1):57-64.
107.
Longnecker MP. Alcoholic
beverage consumption in relation to risk of breast cancer: meta-analysis and
review. Cancer Causes Control. 1994 Jan;5(1):73-82.
108.
Gapstur SM, Potter JD, Folsom
AR. Alcohol consumption and colon and rectal cancer in postmenopausal women.
Int J Epidemiol. 1994 Feb;23(1):50-7.
109.
Llewelyn J, Mitchell R.
Smoking, alcohol and oral cancer in south east Scotland: a 10-year experience.
Br J Oral Maxillo Fac Surg. 1994 Jun; 32(3):146-52.
110.
Hanaoka T, Tsugane S, Ando N,
et al. Alcohol consumption and risk of esophageal cancer in Japan: a
case-control study in seven hospital. Jon J Clin Oncol. 1994 Oct;24(5):241-6.
111.
Singletary KW, McNary MQ.
Influence of ethanol intake on mammary gland morphology and cell proliferation
in normal and carcinogen-treated rats.
112.
Nasca PC,
Liu S, Baptiste MS, et al. Alcohol consumption and breast
cancer: estrogen receptor status and histology. Am J Epidemiol. 1994 Dec
1;140(11):980-8.
113.
Anderson LM, Chhabra SK,
Nerurkar Pv, et al. Alcohol-related cáncer risk: a toxicokinetic hypothesis.
Alcohol. 1995 Mar-Apr;12(2):97-104.
114.
Shu XO, Ross JA, Pendergrass
TW, et al. Parental alcohol consumption, cigarette smoking, and risk of infant
leukemia: a Childrens Cancer Group study. J Natl Cancer Inst. 1996 Jan
3;88(1):24-31.
115.
Born IA, Zöller J, Weidauer H,
Maier H. [Effects of cronic alcohol drinking of mouth mucosa. A morphometric
study. Laryngorhinootologie. 1996 Dec;75(12):754-8.
116.
Launoy G, Milan C, Day NE, et
al. Oesophageal cancer in France: potential importance of hot alcoholic drinks.
Int J Cancer. 1997 Jun 11;71(6):917-23.
117.
Newcomb PA, Tretham-Dietz A,
Store BE. Alcohol consumption in relation to endometrial cancer risk. Cancer
Epidemiol Biomarkers Prev. 1997 Oct:6(10):775-8.
118.
Bowlin SJ,
Leske MC, Varma A, et al. Breast cáncer risk and alcohol
consumption:results from a large case-control study. Int J Epidemiol. 1997
Oct;26(5):915-23.
119.
De Stefani E, Fierro L,
Barrios E, Ronco A. Tobacco, alcohol, diet and risk of non- hodkin’s lymphomas:
a case- control study in Uruguay. Leuk Res. 1998 May;22(5):445-52.
120.
Maeda M,
Nagawa H, Maeda T, et al. Alcohol consumption enhances
liver metastasis in colorectal carcinoma patients. Cancer. 1998 Oct
15;83(8):1483-8.
121.
Prescott E, Gronbaek M, Becker
U, Sorensen TI. Alcohol intake and the risk of lung cancer: influence of type
of alcoholic beverage. Am J Epidemiol. 1999 Mar 1;149(5):463-70.
122.
Enger SM, Ross RK, Paganini-Hill
A, et al. Alcohol consumption and breast cancer oestrogen and progesterone
receptor status. Br J Cancer. 1999 Mar;79(7-8):1308-14.
123.
Dennis LK. Meta-analysis for
combining relative risk of alcohol consumption and prostate cancer. Prostate.
2000 Jan;42(1):56-66.
124.
Fan S, Meng Q, Gao B, Grossman
J, et al. Alcohol stimulates estrogen receptor signaling in human breast cancer
cell lines. Cancer Res. 2000 Oct 15;60(20):5635-9.
125.
Kaerlev L, Teglbaerg PS,
Sabroe S, et al. Is there an association between alcohol intake or smoking and
small bowel adenocarcinoma? Results from a European multi-center case-control
study. Cancer Causes Control. 2000 Oct;11(9):791-7.
126.
Michaud DS, Giovannucci E,
Willett WC, et al. Coffee and alcohol consumption and the risk of pancreatic
cancer in two prospective United States cohorts. Cancer Epidemiol Biomarkers
Prev. 2001 May;10(5):429-37.
127.
Sesso HD, Paffenbarger RS Jr,
Lee IM. Alcohol consumption and risk of prostate cancer: The Harvard Alumni
Health Study. Int J Epidemiol. 2001 Aug;30(4):749-55.
128.
Sharpe CR, Siemiatycki J.
Case-control study of alcohol consumption and prostate cancer risk in Montréal,
Canada. Causes Cancer Control. 2001 Sep;12(7):589-98.
129.
Tavani A, Gallus S, La Veccia
C, Franceschi S. Alcohol drinking and risk of non-Hodgkin’s lymphoma. Eur J
Clin Nutr. 2001 Oct ; 55(10):824-6.
130.
Rachtan J. Alcoholic beverages
consumption and lung cancer cell types among women in Poland. Lung Cancer. 2002
Feb; 35 (2): 119-27.
131.
Müller MK. [Cancer-inducing
alcohol. “Reasonable· drinking also causes damage]. MMW Fortschr Med. 2002 Jan
24; 144 (3-4): 43-6.
132.
Chiu BC, Weisenburger DD,
Cantor KP, et al. Alcohol consumption family history of
hematolymphoproliferative cancer, and the risk of non-Hodgkin’s lymphoma in
men. Ann Epidemiol. 2002 Jul;12(5):309-15.
133.
Ye W, Lagergren J, Weiderpass
E, et al. Alcohol abuse and the risk of pancreatic cancer. Gut. 2002
Aug;51(2):236-9.
134.
Karim MR, Wanibuchi H, Wei M,
et al. Enhancing risk of ethanol on MeIQx-induced rat hepatocarcinogenesis is
accompanied with increased levels of cellular proliferation and oxidative
stress. Cancer let. 2003 Mar 20;192(1):37-47.
135.
Li CI, Malone KE, Porter PL,
et al. The relationschip between alcohol use and risk of breast cancer by
histology and hormone receptor status among women 65-79 years of age. Cancer
Epidemiol Biomarkers Prev. 2003 Oct;12(10):1061-6.
136.
Morton LM, Holford TR,
Leaderer B, et al. Alcohol use and risk of non-Hodgkin’s lymphoma among
Conneticut women (United States). Cancer Causes Control. 2003 Sep;14(7):687-94.
137.
Yokoyama T,
Yocoyama A, Kato H, et al. Alcohol flushing, alcohol and
aldehyde dehydogenase genotypes, and risk for esophageal squamous cell
carcinoma in Japanese men. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2003 Nov;12(11 Pt
1):1227-33.
138.
Shouten LJ, Zeegers MP,
Goldbohm RA, et al. Alcohol and ovarian cancer risk: results from the
Netherlands Cohort Study. Cancer Causes Control. 2004 Mar;15(2):201-9.
139.
Cho E, Smith-Warner SA, Ritz
J, et al. Alcohol intake and colorectal cancer: a pooled analysis of 8 cohort
studies. Ann Inter Med. 2004 Apr 20:140(8):603-13.
140.
Petri AL, Tionneland A,
Gamborg M, et al. Alcohol intake, type of beverage, and risk of breast cancer
in pre-and postmenopausal women. Alcohol Clin Exp Res. 2004 Jul;28(7):1084-90.
141.
Pogoda JM, Nichols PW,
Preston-Martin S. Alcohol consumption and risk of adult-onset acute myeloid
leukemia:result from a Los Angeles County case-control study. Leuk Res.
Sep;28(9):927-31.
142.
Coutelle C, Höhn B, Benesova
M, et al. Risk factor in alcohol associated breast cancer: alcohol
dehydrogenase polymorphism and estrogens. Int J Oncol. 2004 Oct;25(4):1127-32.
143.
Djoussé L, Schatzkin A,
Chibnik LB, et al. Alcohol consumption and the risk of bladder cancer in the
Framingham Heart Study. J Natl Cancer Int. 2004 Sep 15;96(18):1397-400.
144.
Willett EV, Smith AG, Dovey
GJ, et al. Tobacco and alcohol consumption and the risk of non-Hodking
lymphoma. Cancer Causes Control. 2004 Oct;15(8):771-80.
145.
Schoonen WM, Salinas CA,
Kiemeney LA, Stanford JL. Alcohol consumption and risk of prostate cancer in
middle-aged men. Int J Cancer. 2005 Jan 1;113(1):133-40.
146.
Inoue M, Tsugane S, JPHC Study
Group. Impat of alcohol drinking on total cancer risk:data from a large-scale population-based cohort study
in Japan. Br J Cancer. 2005 Jan 17;92(1):182-7.
147.
Su LJ, Arab L. Alcohol
consumption and risk of colon cancer: evidence from the national health and
nutrition examination survey I epidemiologic follow-up study. Nutr Cancer.
2004;50(2):111-9.
148.
Marrero JA,
Fontana RJ, Fu S, et al. Alcohol, tobacco and obesity are
synergistic risk factor for hepatocellular carcinoma. J Hepatol. 2005
Feb;42(2):218-24.
149.
Chang ET, Smedby KE, Zhang SM,
et al. Alcohol intake and risk of non-Hodgkin lymphoma in men and women. Cancer
Causes Control. 2004 Dec;125(10):1067-76.
150.
Barstad B, Sorensen TI,
Tionneland A, et al. Intake of wine, beer and spirits and risk of gastric
cancer. Eur J Cancer Prev. 2005 Jun;14(3):239-43.
151.
Larsson SC, Giovannucci E,
Wolk A. Vitamin B6, alcohol consumption, and colorectal cancer: a longitudinal
population-based cohort of women. Gastroenterology. 2005 Jun; 128(7):1830-7.
152.
Morton LM, Zheng T, Holford
TR, et al. Alcohol consumption and risk of non-Hodking lymphoma: a pooled
analysis. Lancet Oncol.2005 Jul;6(7):469-76.
153.
Purohit V, Khalsa J, Serrano
J. Mechanisms of alcohol-associated cancers: introducción and summary of the
symposium. Alcohol. 2005 Apr;35(3): 155-60.
154.
Baglietto L, English DR,
Gertig DM, et al. Does dietary folate intake modify effect of alcohol
consumption on breast cancer risk? Prospective cohort study. BMJ. 2005 Oct
8;331(7520):807.
155.
Freudenheim Jl, Ritz J,
Smith-Warner SA, et al. Alcohol consumption and risk of lung cancer: a pooled
analysis of cohort studies. Am J Clin Nutr. 2005 Sep;82(3):657-67.
156.
Homann N, Stickel F, König IR,
et al. Alcohol dehydrogenase 1C*1allele is a genetic marker for
alcohol-associated cancer in heavy drinkers. Int J Cancer. 2006 Apr
15;118(8):1998-2002.
157.
Rohrmann S, Linseisen J,
Boshuizen HC. Ethanol intake and risk of lung cancer in the European Prospective
Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC). Am J Epidemiol. 2006 Dec
1;164(11):1103-14.
158.
Gorini G,
Stagnano E, Fontana V, et al. Alcohol consumption and risk of
Hodking’s lymphoma and multiple myeloma: a case multicentre case-control study.
Ann Oncol. 2007 Jan:18(1):143-8.
159.
Moskal A, Norat T, Ferrari P,
Riboli E. Alcohol intake and colorectal cancer risk: a dose-response
meta-analysis of published cohort studies. Int J Cancer. 2007 Feb
1:120(3):664-71.
160.
Sutcliffe S, Giovannucci E,
Leitzmann MF, et al. A prospective cohort study of red wine consumption and
risk of prostate cancer. Int J Cancer. 2007 Apr 1;120(7):1529-35.
161.
Bongaerts
BW, de Goeij AF, de Vogel S, et al. Alcohol consumption and
distinct molecular pathways to colorectal cancer. Br J Nutr. 207
Mar;97(3):430-4.
162.
Tjonneland A, Christensen J,
Olsen A, et al. Alcohol intake and breast cancer risk: the European Prospective
Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC). Cancer Causes Control. 2007
May;18(4):361-73.
163.
Ferrari P,
Jenab M, Norat T, et al. Lifetime and baseline alcohol
intake and risk of colon and rectal cancers in the European prospective
investigation into cancer and nutrition (EPIC). Int J Cancer. 2007 Nov
1;121(9):2065-72.
164.
Toriola AT, Kuri S, Laukanen
JA, et al. Alcohol consumption and risk of colorectal cancer: The Findrink
study. Eur J Epidemiol. 2008;23(6):395-401.
165.
Vioque J,
Baber X, Bolumar F, et al. Esophageal cáncer risk by type
of alcohol drinking and smoking: a case-control study in Spain. BMC Cancer.
2008 Aug 1;8:221.
166.
Bongaerts BW, van den Brandt
PA, Goldbohm RA, et al. Alcohol consuption, type of alcoholic beverage and risk
of colorectal cancer al specific subsites. Int J Cancer. 2008 Nov
15;123(10);2411-7.
167.
Tanaka K, Tsuji I, Wakai K, et
al. Alcohol drinking and liver cancer risk: an evaluation based on a systematic
review of epidemiologic evidence among the Japanese population. Jpn J Clin
Oncol. 2008 Dec;38(12):816-38.
168.
Rohrmann S, Linseisen J,
Vrieling A, et al. Ethanol intake and the risk of pancreatic cancer in the
European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC). Cancer
Causes Control. 2009 Jul;20(5):785-94.
169.
Genkinger JM, Spiegelman D,
Anderson KE, et al. Alcohol intake and pancreatic cancer risk: a pooled
analysis of fourteen cohort studies. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2009
Mar;18(3):765-76.
170.
Weikert C, Dietrich T, Boeing
H et al. Lifetime and baseline alcohol intake and risk of cncer of upper
aero-digestive tract in the European Prospective Investigation into Cancer and
Nutrition (EPIC) study. Int J Cancer. 2009 Jul 15;125(2):406-12.
171.
Benzon Larsen S, Vogel U,
Christensen J, et al. Interaction between ADH1C Arg (272) Gln and alcohol
intake in relation tobreast cancer risk suggests that ethanol is the causal
factor in alcohol related breast cancer. Cancer Lett. 2010 Sep 28;295(2):191-7.
172.
Turati F, Gallus S, Tavani A,
et al. Alcohol and endometrial cancer risk: a case-control study and
meta-analysis. Cancer Causes Control. 2010 Aug;21(8):1285-96.
173.
Michaud DS, Vrieling A, Jiao
L, et al. Alcohol intake and pancreatic cancer: a pooled analysis from the
pancreatic cancer cohort consortium (PanScan). Cancer Causes Control. 2010
Aug;21(8):1213-25.
174.
Latino-Martel
P, Chan DS, Druesne-Pecollo N, et al. Maternal alcohol consumption
during pregnancy and risk of childhood leukemia: Systematic review and
meta-analysis. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2010 May;19(5):1238-60.
175.
Tramacere I, Negri E, Bagnardi
V, et al. A meta-analysis of alcohol drinking and oral and pharyngeal cancer.
Part 1: overall result and dose-risk relation. Oral Oncol. 2010
Jul;46(7):497-503.
176.
Dennis J, Ghadirian P, Little
J, et al. Alcohol consumption and the risk of breast cancer among BRCA1 and
BRCA2 mutation carriers. Breast. 2010 Dec;19(6):479-83.
177.
Mao Q, Lin
Y, Zheng X, et al. A meta-analysis of alcohol intake and risk of
bladder cancer. Cancer Causes Control. 2010 Nov;21(11):1843-50.
178.
Park JY, Dahn CC, Keogh RH, et
al. Alcohol intake and risk of colorectal cancer: result from the UK Dietary
Cohort Consortium. Br J Cancer.2010 Aug 24;103(5):747-56.
179.
Castelletto R, Castellsague X,
Muñoz N, et al. Alcohol, tobacco, diet, mate drinking, and esophageal cancer in
Argentina. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 1994 Oct-Nov;3(7):557-64.
180.
Islami F, Tramacere I, Rota M,
et al. Alcohol drinking and laryngeal cancer: overall and dose-risk relation—a
systematic rewiew and meta-analysis. Oral Oncol. 2010 Nov;46(11):802-10.
181.
Tao MH, Marian C, Shields PG,
et al. Alcohol consumption in relation to aberrant DNA methylation in breast
tumors. Alcohol. 2001 Nov;45(7):689-99.
182.
Islami F, Fedirko V, Tramacere
I, et al. Alcohol drinking and esophageal squamous cell carcinoma with focus on
light-drinkers and never-smoker: a systematic review and meta-analysis. Int
Cancer. 2011 Nov 15;129(10):2473-84.
183.
Lew JQ, Chow WH, Hollenbeck
AR, et al. Alcohol consumption and risk of renal cell cancer: the NIH-AARP diet
and health study. Br J Cancer. 2011 Feb 1;104(3):537-41.
184.
Baglietto L, Giles GG, English
DR, et al. Alcohol consumption and risk of glioblastoma: evidence from the
Melbourne Collaborative Cohort Study. Int J Cancer. 2011 Apr 15;128(8):1929-34.
185.
Sun Q, Xu L, Zhou B, et al. Alcohol
consumption and the risk of endometrial cancer: a meta-analysis. Asia Pac J
Clin Nutr. 2011;20(1):125-33.
186.
Bagnardi V,
Rota M, Botteri E, et al. Alcohol consumption and lung cancer
risk in never smokers: a meta-analysis. Ann Oncol. 2011 Dec;22(12):2631-9.
187.
Schütze M, Boeing H, Pischon
T, et al. Alcohol attributable burden of incidence of cancer in eight European
countries based on results from prospective cohort study. BMJ. 2011 Apr
7;342:d1584.
188.
Lucenteforte
E, La Vecchia C, Silverman D et al. Alcohol consumption and
pancreatic cáncer: a pooled analysis in the International Pancreatic Cancer
Case-Control Consortium (PanC4).
189.
Tramacere I,
Negri E, Pelucchi C, et al. A meta-analysis on alcohol
drinking and gastric cancer risk. Ann Oncol. 2012 Jan;23(1):28-36.
190.
Winstanley MH, Pratt IS,
Chapman K, et al. Alcohol and cancer: a position statement from Cancer Council
Australia. Med J Aus. 2011 May 2;194(9):479-82.
191.
Tramacere I,
Pelucchi C, Bagnardi V, et al. A meta-analysis on alcohol
drinking and esophageal and gastric cardia adenocarcinoma risk. Ann Oncol. 2012
Feb;23(2):287-97.
192.
Szymariska K, Hung RJ, Wünsch-Filho
V, et al. Alcohol and tobacco, and the risk of cancers of the upper
aerodigestive tract in Latin America: a case-control study. Cancer Causes
Control. 2011 Jul;22(7):1037-46.
193.
Anantharaman
D, Marron M, Lagiou P, et al. Population attributable risk
of tobacco and alcohol for upper aerodigestive tract cancer. Oral Oncol. 2011
Aug;47(8):725-31.
194.
Shimazu T, Sasazuki S, Wakai
K, et al. Alcohol drinking and primary liver cancer: a pooled analysis of four
Japanese cohort studies. Int J Cancer. 2012 Jun 1;130(11):2645-53.
195.
Yip-Schneider MT, Doyle CJ, McKillop
IH, et al. Alcohol induces liver neoplasia in a novel alcohol-preferring rat
model. Alcohol Clin Ekp Res. 2011 Dec;35(12):2216-25.
196.
Guo Y, Wang X, Zhang X, et al.
Ethanol promotes chemically induced oral cancer in mice through activation of
the 5-lipoxygenase pathway of oracchidonic acid metabolism. Cancer Prev Res
(Phila). 2011 Nov;4(11):1863-72.
197.
Wong AW, Dunlap SM, Holcomb
VB, Nunez NP. Alcohol promotes mammary tumor development via the estrogen
pathway in estrogen receptor alpha-negative HER2/neu mice. Alcohol Clin Exp
Res. 2012 Apr;36(4):577-87.
198.
Duell EJ,
Travier N, Lujan-Barroso L, et al. Alcohol consumption and
gastric cancer risk in the European Prospective Investigation into Cancer and
Nutrition (EPIC) cohort. Am J Clin Nutr. 2011 Nov;94(5):1266-75.
199.
Brandon-Warner E, Walling TL,
Schrum LW, et al. Chronic ethanol feeding accelerates hepatocellular carcinoma
progression in a sex-dependent manner in a mousenmodel of hepatocarcinogenesis.
Alcohol Clin Exp Res. 2012 Apr;36(4):641-53.
200.
Pelucchi C, Galeone C,
Tramacere I et al. Alcohol drinking and bladder cancer risk: a meta-analysis.
Ann Oncol. 2012 Jun; 23(6):1586-93.
201.
Bellocco R,
Pascuali E, Rota M, et al. Alcohol drinking and risk of
renal cell carcinoma: result of a meta-analysis. Ann Oncol. 2012
Sep;23(9):2235-44.
202.
Tramacere I, Pelucchi C,
Bonifazi M, et al. A meta-analysis on alcohol drinking and the risk of Hodgkin
lymphoma. Eur J Cancer Prev. 2012 May;21(3):268-73.
203.
Rota M,
Pascuali E, Scotti L, et al. Alcohol drinking and epitelial
ovarian cancer risk, a systematic review and meta-análisis. Gynecol Oncol. 2012
Jun;125(3):758-63.
204.
Conroy SM, Koga K, Woolcott
CG, et al. Higher alcohol intake may modify the association between
mammographic density and breast cancer: An analysis of three case- control
studies. Cancer Epidemiol. 2012 Oct;36(5):458-60.
205.
Kroll ME, Murphy F, Pirie K,
et al. Alcohol drinking, tobacco smoking and subtypes of haematological
malignancy in the UK Million Women Study. Br J Cancer. 2012 Aug
21;107(5):879-87.
206.
Bagnardi V,
Rota M, Botteri E, et al. Light alcohol drinking and cancer
. a meta-analysis. Ann Oncol. 2012 Aug 21.
207.
Turati F, Garavello W,
Tramacere I, et al. A Meta-analysis of alcohol Drinking and Oral and Pharyngeal
Cancers: Results from Subgroup Analyses. Alcohol Alcohol. 2012 Sep 4.
208.
Radöi L, Paget-Bailly S, Cyr
D, et al. Tobacco smoking, alcohol drinking and risk of oral cavity cancer by
subsite: results of a French population –based case-control study, the ICARE
study. Eur J Cancer Prev. 2012 Sep 12.