sábado, 30 de junio de 2012

CÁNCER Y DIOXINAS.



            Las dioxinas son un grupo de sustancias químicas, constituidas por las dibenzo-para-dioxinas policloradas (PCDD) y los dibenzofuranos policlorados (PCDF), aunque también se incluyen algunos bifenilos policlorados porque, son análogos a la dioxina y tienen propiedades tóxicas similares. Todos ellos, están clasificados dentro de los llamados hidrocarburos aromáticos halogenados. Se han identificado aproximadamente 420 compuestos químicos relacionados con la dioxina, pero solo 30 de ellos tienen una toxicidad importante, siendo la 2,3,7,8-tetraclorodibenzo-para-dioxina (TCDD), la más tóxica. Tienen una particularidad muy importante y es que una vez que penetran en nuestro organismo, persisten en él durante un periodo muy largo, comprendido entre los 7 y 11 años, debido a su estabilidad química y a su tendencia a acumularse en el tejido graso1-2.
            Las dioxinas pueden producirse en procesos naturales como las erupciones volcánicas y los incendios forestales, pero en su mayor parte, son subproductos de procesos industriales tales como la fundición, el blanqueo de la pasta de papel con cloro y la incineración de numerosos productos entre ellos  los plásticos, volveremos a esto con posterioridad.
            La incineración, ayuda a resolver muchos problemas de disposición de espacio para los residuos sólidos (basuras de las casas, hospitales, industrias, etc.), pero pueden crear graves problemas de contaminación ambiental.
            En teoría, la incineración, debería transformar a los residuos en CO2 y agua, pero además ocurre,  que durante y después de la combustión, los componentes de los residuos, se disocian y se recombinan, formando miles de sustancias, llamadas productos de combustión incompleta.
            Las principales fuentes identificadas de liberación de dioxinas, podemos agruparlas en tres grupos:
a.      Combustión e incineración.
Entre ellos se encuentran los procesos de incineración de residuos sólidos que contengan compuestos clorados, como: residuos sólidos municipales20, sedimentos de aguas residuales11, cremación de cadáveres, procesos de producción de acero, fundición, combustión de madera, carbón, productos del petróleo y de llantas usadas y alguno más14. La aparición de  enfermedad por contaminación con dioxinas, puede en determinados casos, considerarse como enfermedad profesional18.
b.      Procesos químicos.
Como subproductos en la fabricación de compuestos clorados, tales como: fenoles clorados (se utilizan como insecticidas, herbicidas, bactericidas, fungicidas….), bencenos clorados (se utilizan como disolventes, insecticidas para las polillas, fabricación de lacas y pinturas, etc) , compuestos alifáticos clorados, se utilizan como disolventes de pinturas, tintes y piezas metálicas, catalizadores clorados, etc.
Blanqueo del papel con cloro,  industrias del cemento y del asfalto.
 En un estudio realizado por Morales et al. del Departamento de Química ambiental de Barcelona, encontraron contaminación de dioxinas en los huevos de gaviotas que viven en el Delta del Rio Ebro (que es un parque natural)15, no nos extraña nada, pues cerca de esa zona, ha existido (no sé si existe todavía) una gran fabrica electroquímica, que fabricaba DDT y otros productos clorados. Estos productos han contaminado el pantano de Flix y como consecuencia el rio Ebro, ya que vierte sus aguas en él. En el artículo no hacen referencia a otros animales, pero si están contaminadas las gaviotas, todos los animales, incluidos los peces de la zona, lo pueden estar también.   
c.       Los plásticos.
Creemos, que se está creando una neurosis con el uso de los plásticos, porque están apareciendo muchas publicaciones en internet, que la verdad, meten el miedo en el cuerpo. A ver si puedo dejar claro lo verdadero y lo falso.
En estas publicaciones, se dice, que el agua puesta a enfriar en un recipiente de plástico que introducimos en el frigorífico, tiene un gran potencial tóxico y carcinógeno, porque, según los autores de éste artículo, en el agua, pueden concentrarse muchas dioxinas procedentes del plástico y las dioxinas, son sustancias que aumentan el riesgo de padecer cáncer.
      En principio, os tengo que decir, que existen muchos tipos de plástico, unos pueden generar dioxinas,  porque contienen  compuestos de cloro, pero otros no pueden hacerlo, por ausencia de cloro en los mismos. Los más empleados son:
1.                   poliolefinas, de las cuales el polietileno, no contiene cloro (generalmente con él, se fabrican recipientes de leche, bolsas de basura, botellas de detergentes, bolsas supermercado y envases de alimentos) y el polipropileno, sí puede contener cloro, aunque actualmente existe un proceso de fabricación, libre de este elemento. Este procedimiento, es el que tendremos que potenciar, de todas formas la cantidad de dioxinas que puede generar, son   poco significativas.  Se usa para envases de yogurt, recipientes margarina y mantequilla, botellas de champú y almibar, etc.).
2.                   Policloruro de vinilo (PVC) que sí contiene compuestos clorados. Es resistente a sustancias químicas y por eso es excelente como recipiente, para aceite, vinagre (que son ácidos), champús, cosméticos y aceites minerales. Resiste poco el calor, pues funde a 71.1ºC (por eso no puede emplearse en microondas).
3.                   Poliestireno del que existen varios tipos, el extruido, el expandido y el de alto impacto, pero lo que nos interesa es que ninguno de ellos contienen cloro y por lo tanto no forman dioxinas. Son muy empleados para fabricar botellas, tapones, juguetes, embalajes alimentarios, embalajes de espuma blanca, etc.
Ya tenemos una conclusión, la mayoría de los plásticos utilizados, no forman dioxinas, ya que en su composición y forma de obtención, no entra a formar parte el cloro. Pero es que ocurre otra cosa, en frío, no se forman dioxinas. AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria) desmiente las publicaciones que circulan por internet y que afirman que el agua contenida en botellas de plástico y mantenida en frigorífico, es cancerígena por contener dioxinas6. De modo que tranquilos, podéis utilizar botellas de plástico para enfriar el agua. No hagáis caso a esas publicaciones, son falsas.
Otra cosa distinta, pasa, si sometemos a los plásticos al calor, sobre todo si los incineramos. En este caso si se forman dioxinas, que pasan a engrosar las dioxinas que se han formado por otros mecanismos (que ya os he indicado más arriba) y que al final se van a almacenar en el suelo, en los vertederos y en los mares, contaminando a todo tipo de animales y plantas.
Pero las publicaciones de internet, lo que dicen, es que no utilicemos contenedores de plástico en el horno microondas, porque se forman gran cantidad de dioxinas, que se acumulan en los alimentos y pueden determinar la aparición de un cuadro tóxico e incluso cáncer. Esto, es una verdad a medias, solo ocurrirá, si el plástico utilizado para los contenedores, tiene compuestos clorados. Por lo general para fabricar ese tipo de contenedores, se utiliza polietileno o poliestireno, que no contienen cloro. De todas formas, si tenéis dudas, mirad si el contenedor está rotulado con el anagrama que indica su aptitud para el microondas, si está rotulado, se os garantiza que es apto8-9. Por tanto, utilizando el contenedor adecuado no tenéis que temer que se formen dioxinas. Otra cosa distinta, es que la carne, el pescado, la leche, los huevos y en menor proporción las verduras, puedan estar ya de antemano contaminadas por estas sustancias. Volveremos a insistir más abajo en los mecanismos de contaminación de los alimentos. Resumiendo, no hagáis caso a estas publicaciones, son falsas.
La Unión Europea, realizó un proyecto en 1993 llamado “el proyecto de dioxinas Europeo”, en la que tomaron parte 17 países, en él, se contemplaba identificar las fuentes industriales de dioxinas y furanos, cuantificar sus emisiones y evaluar las tecnologías que podían disminuir estas emisiones. El proyecto comenzó en 1995 y en su etapa I, finalizó en 1997, vistos los resultados, se amplió a una etapa II, para recoger datos adicionales, que finalizó en el año 20005. Con esto, tuvieron un punto de partida, para saber el grave problema que se estaba creando, porque existen varias razones para considerar, que su amenaza se acrecienta día a día:
1ª. Las dioxinas, son muy estables y permanecen en el medio ambiente (aire, agua y suelo) cientos de años.
2ª. Decíamos que se podían formar en incendios forestales y en erupciones volcánicas, pero las cantidades así formadas son mínimas, de modo, que los seres vivos, no han aprendido a metabolizarlas  y convertirlas en sustancias menos tóxicas, hasta el siglo XX, en el que las fuentes productoras de dioxinas, se van multiplicando.
3ª. Son más solubles en grasas que en el agua y por eso al contaminar a los animales, incluido el hombre, se almacenan no solo en el tejido adiposo, sino en todos los territorios ricos en lípidos, entre ellos el cerebro y el resto del tejido nervioso.
4ª. Tienen capacidad de desplazarse a grandes distancias, bien por corrientes de aire o marinas.
5ª. Tanto las dioxinas como los furanos, tienen una alta toxicidad y causan daños en el medio ambiente, incluso a dosis muy pequeñas, del orden de los picogramos (pg =  billonésima parte de un gramo)
6ª. Ingresan en nuestro organismo por inhalación y sobre todo por vía oral, al ingerir agua y productos alimenticios contaminados, como: carne, leche, huevos, pescados, etc. En un estudio llevado a cabo en peces del mar Báltico, se pudo establecer la alta contaminación de dioxinas en algunas especies, como: salmón, arenque, bacalao, espadín. Siendo el salmón el que contenía niveles más elevados17.
7ª. En nuestro organismo, pueden dar lugar a lesiones tóxicas a corto plazo, como: el cloroacné, alteraciones en el hígado o hiperpigmentación de la piel (manchas oscuras en la piel).
8ª. Lesiones a largo plazo, como: alteraciones neurológicas, diabetes, alteraciones del sistema inmune, alteraciones en el sistema reproductivo, alteraciones cardiovasculares y cáncer21-22-25.
Naturalmente, la exposición durante el embarazo y la lactancia, puede determinar efectos adversos en el feto y en el lactante, al transmitirse las dioxinas por vía placentaria y por la leche, pudiendo determinar daños en el desarrollo del niño, como: alteraciones óseas y de los cartílagos y alteraciones en los órganos de la reproducción, vía endocrina 19- 23-26.
9ª. La alta exposición a dioxinas, se asocia a un riesgo aumentado de la mortalidad entre personas de 40 o más años. Las causas específicas que determinan la muerte, requiere investigaciones adicionales12.
Llegados a este punto, vamos a hacer un inciso, para deciros unas palabras, sobre unos compuestos organoclorados, los policlorobifenilos (PCBS), muchos de los cuales, tienen la misma toxicidad que las dioxinas, es más, el policloruro de bifenilo, es uno de los doce, contaminantes más nocivos fabricados por el hombre (si queréis conocer cuáles son los otros 11, basta con buscar en Google: docena sucia) y esta toxicidad, fue reconocida por los mismos fabricantes. En 1977, fue prohibida su fabricación en Estados Unidos y actualmente está prohibido su uso en casi todo el mundo. El daño producido por estas sustancias, no se puede cuantificar, se cree que en Estados Unidos y Canadá produjo un déficit intelectivo en gran parte de la población y no sabemos cuántos efectos teratogénicos (defectos en el feto) y carcinogénicos ha ocasionado. Es más, debido a su lenta degradación (en determinadas condiciones, pueden permanecer durante siglos) se acumulan en los sedimentos del mar y siguen contaminando a los peces y por tanto al hombre.  ¿Y luego nos preguntamos, porqué están aumentando de forma espectacular los casos de cáncer?, pues entre otras cosas, por estas causas.
Es cierto que en la Comunidad Europea, existe un Reglamento de Registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas (REACH) y que hasta el 1 de diciembre de 2008, se habían prerregistrado 143.000 sustancias químicas. También, regula el uso continuado de las llamadas Sustancias Químicas Muy Preocupantes” (SVHC), por su potencial impacto en la salud humana y/o en ecosistema. Pero fijaos, hasta marzo de 2009, solo se habían clasificado quince sustancias como SVHC7, ¿que cosa más extraña?, ¿no os parece un número muy corto?, pues a mí mucho, porque sé que en la mayoría de las sustancias, no se ha hecho estudio de posible carcinogenícidad. La cosa es aun más preocupante, porque se sabe que en muchos países, se comercializan sustancias que en teoría no están autorizadas, porque ni siquiera están registradas. Es más, de los 143.000 productos, solo unos pocos de ellos han seguido estudios experimentales de carcinogenicidad. ¿Nos preguntamos otra vez, porqué está aumentando el cáncer?, pues yo, sí me lo pregunto, pero la respuesta es obvia. El control de las sustancias fabricadas y el control del medio ambiente, tiene que cambiar de forma radical. Es cierto que no podemos llegar al radicalismo de algunos ecologistas, pero solo cumpliendo las leyes y los acuerdos que ya están reglamentados, me daría por satisfecho.
Por ejemplo en 1997, la OMS, estableció como Ingesta Diaria Tolerable (IDT) de dioxinas la cifra de 1-4 picogramos (pg= billonésima parte de un gramo)/kilo de peso corporal y día. A esa cifra, se llegó, teniendo en cuenta que los estudios médicos, situaban en 10 nanogramos (ng= mil millonésima parte de un gramo)/kilo de peso y día, la dosis de dioxinas que podían tener efecto cancerígeno y de 0.1ng/kg de peso y día la que podía provocar efectos en el sistema reproductor. Además en un estudio realizado en Rusia, se llega a la conclusión de que las alteraciones en la salud del ser humano, aparecen cuando existen unos niveles séricos (en sangre) de 30 pg/g de lípidos séricos10.
Basandose en el informe de la OMS, Estados Unidos, estableció que el límite máximo de dioxinas en alimentos es de 5pg/por gramo de grasa de ese alimento. Pero en la Unión Europea no existe normativa vigente (algún país individualmente tiene adoptado el criterio de Estados Unidos) y ello se fundamenta, en la dificultad para disponer de laboratorios suficientes, que puedan realizar este tipo de control en los alimentos3.
El momento es malo, dada la crisis económica que está padeciendo la Unión Europea, pero cuando os cuente algunos problemas ocasionados por las dioxinas1, podréis decirme, si es o no urgente, que todos los países dispongan de laboratorios adecuadas para detectar la concentración de estas sustancias en los alimentos. Lo único malo, es que el costo de estos análisis, es muy elevado, 1.700 $ USA, para una sola muestra biológica1.
En un grave accidente ocurrido en Seveso (Italia) en 1976, se liberaron a la atmósfera grandes cantidades de dioxinas, contaminando a una zona de 37.000 habitantes. Desde entonces se viene realizando un control sanitario de las personas expuestas y de sus hijos. Por el momento se ha comprobado un ligero aumento de los casos de cáncer y de alteraciones en la reproducción, pero el estudio continúa.
En 1999 en Bélgica y otros países se detectaron aves de corral, huevos y carne de cerdo contaminados por dioxinas, cuyo origen se encontraba en los piensos.
 En 2004 se detectó en los Países Bajos un incidente por concentración elevadas de dioxinas en la leche. Su origen, estaba en una arcilla utilizada en la fabricación de piensos.
En 2006, también en los Países Bajos, se detectaron piensos, con concentraciones elevadas de dioxinas, cuyo origen, estaba en la grasa contaminada, utilizada para fabricación de piensos.
En 2007, se descubrió en la Unión Europea una partida de goma guar (utilizado como espesante, en carnes, productos lacteos, postres y platos precocinados), procedente de la India, que estaba contaminado por un plaguicida el Pentaclorofenol, que ya no se utiliza y que contiene dioxinas.
A finales de 2008, en Irlanda, se retiraron muchas toneladas de carne de cerdo, por contener más de 200 veces, la cantidad de dioxinas que aconseja la OMS.
Podríamos seguir describiendo otros casos, pero creo que son suficientes, sobre todo, si tenemos en cuenta la cantidad de contaminaciones que han podido ocurrir sin que hayamos tenido noticias de ello.
De todas formas os puedo decir que la OMS, en colaboración con la FAO y otros organismos internacionales, trata de dar directrices, controlar ciertos alimentos, facilitar la creación de hornos incineradores de combustión completa (con lo que se evitaría la formación de gran parte de las dioxinas), etc. y al parecer, estas medidas, comienzan a dar sus frutos. En un estudio reciente, realizado en Francia por ANSES ( Agence Nationale de Sécurité sanitaire de l’alimentation, de l’environement et du travail), por Sirot et al. Comprueban que los niveles de contaminación de los alimentos y por tanto, la exposición francesa en general a las dioxinas, habían disminuido, si comparamos sus resultados, con  estudios anteriores, realizados en 2005 y 200713. En Cataluña (España), se realizó un estudio similar en 2008 y también se comprobó, que el nivel de contaminación de alimentos por dioxinas era también inferior a los realizados en los años 2000 y 200624. Lo que demuestra, que las medidas de control sobre la generación de dioxinas, están mostrando su eficacia. Pero no podemos detenernos aquí, hay que seguir trabajando para que el nivel de estas sustancias, sea lo más bajo posible y para ello se necesita la ayuda de toda la población, porque existen medidas tan sencillas como la siguiente: es habitual, que los sacos que han contenido pesticidas clorados, terminen en la incineradora, con la consiguiente formación de dioxinas, pues bien, en un estudio, se demuestra, que simplemente con lavar esos sacos antes de quemarlos, se disminuiría drásticamente la cantidad de estas sustancias emitidas a la atmósfera16.
Y que vamos a decir del reciclaje, hay que colaborar todo lo que podamos, no se trata ya de  colaborar en la economía del país, sino en nuestra salud y en la de generaciones venideras, no olvidemos que las dioxinas pueden permanecer sin degradarse 100 o 200 años. Por ejemplo en un estudio reciente, llevado a cabo en Alemania, se ha comprobado la existencia de un derivado clorado, el DDT (un insecticida muy utilizado en mi niñez y juventud y que se prohibió en 1972), en los sedimentos de muchas zonas de ese país25. Ya veis como un buen reciclaje, puede evitar muchos problemas en generaciones venideras.
En lo que respecta al cáncer y dioxinas, encontramos numerosas publicaciones que implican el poder carcinogénetico de estas sustancias, que han sido incluidas como carcinógenos del grupo 1 por la IARC (International Agency for Research on Cancer)30.
En febrero de 1997, La IARC, realiza una evaluación de las policlorinadas dibenzo-p-dioxins y de los policlorinados dibenzofuranos, usando los más recientes datos epidemiológicos sobre población humana expuesta y sobre ensayos celulares y animales en laboratorio. Estudian así mismo datos complementarios de la carcinogenicidad de la 2,3,7,8-Tetraclorodibenzo-p-dioxin (TCDD), que fue evaluada como carcinógeno para humanos del grupo 1(existen bastantes evidencias para concluir que puede causar cáncer en humanos y está probado que lo produce en animales de laboratorio). Esta conclusión se basaba en:
1º. Limitadas evidencias en lo que respecta al seguimiento de trabajadores que habían sido expuestos en accidentes industriales.
2º. Suficientes evidencias de carcinogenicidad en animales de experimentación.
3º. Un mismo mecanismo de carcinogenicidad en humanos y en animales.
Y algunas otras consideraciones, que no son de relatar aquí.
Los estudios recogidos sobre las dioxinas (concretamente el TCDD) y el cáncer en trabajadores con exposición ocupacional, concluyen, que existe un riesgo incrementado de la mortalidad por cáncer en su conjunto, pero no se pueden excluir la contribución de otros factores de riesgo32-33-35. Algún trabajo, señala incluso que la dosis de exposición a TCDD, debe ser mayor a 1 microgramo/kg de peso y día y también señala, que pueden existir factores distintos a las dioxinas34.
En el accidente de Seveso, que tuvo lugar en Italia en 1976 en una planta química, se liberó gran cantidad de TCDD y en un seguimiento de la población llevado a cabo desde 1977 a 1987, se pudo observar un incremento del riesgo de presentar cáncer, en especial hepatobiliar y “cáncer de la sangre” (linforeticulosarcomas, mielomas, leucemias mieloides, linfomas no Hodgkin), pero por el contrario, se presentaron menos cáncer de mama y de endometrio (útero) de los esperados36.
Otros estudios epidemiológicos, recogen también un aumento ligero de riesgo de cáncer en general37 y de enfermedades crónicas, como cirrosis y hepatitis38.
En estudios de laboratorio sobre animales, había numerosas publicaciones, que concluían que las dioxinas, aumentaban el desarrollo de gran número de tipos de cáncer39-40-41-42-43-44-45-46.
En una publicación, realizada por Cole et al. del Departamento de Epidemiología de la Universidad de Alabama47, se criticó con fuerza, que la IARC hubiera clasificado a la TCDD (la dioxina considerada como más tóxica), en el grupo 1 de los carcinógenos y presenta una serie de razonamientos que no son del caso exponer aquí, pero que esencia, se pueden resumir diciendo: que la IARC, no había tenido en cuenta la exposición a otros posibles carcinógenos y además indican, que el haberla clasificado en este grupo para todo tipo de cáncer, no tiene precedentes, siempre se han clasificado para algunos tipos de cáncer, pero no para todos.
 Naturalmente la IARC en 2004, responde en otro artículo, aportando una serie de nuevas publicaciones, que confirman su conclusión y no solo eso, sino, que la evidencia de carcinogenicidad de las dioxinas se ha reforzado. Así revisan el accidente de Seveso y confirman aumento del número de algún tipo de cáncer en cada subcohorte y considerando todas las subcohortes en que dividieron su trabajo, se encuentra un aumento en todas las localizaciones del cáncer.
Incluso publicaciones posteriores,  por ejemplo,  la realizada por Warner et al. en la Universidad de California en el año 2011, sobre mujeres expuestas en el accidente de Seveso, concluyen que existe un aumento significativo del cáncer de cualquier localización, con un aumento de nivel de TCDD en el suero de dichas mujeres, excepto en el cáncer de mama, que aunque se presenta un mayor número de casos, no es estadísticamente significativo. Pero es que la TCDD, puede actuar en el cáncer de mama por varios mecanismos, si se implica al receptor de la progesterona, puede estimular la proliferación de células de cáncer de mama, si se implica el Aryl hydrocarbon receptor, se inhibe la proliferación de estas células27-52. Para decirlo más claro y sin tecnicismos la TCDD, puede actuar de las dos formas, desarrollando el cáncer de mama o disminuyéndolo, según sea el mecanismo que se haya implicado (veis como en medicina 2 y 2 no son 4).  
En varios trabajos publicados, encuentran lo siguiente: La incidencia de cáncer de próstata y de melanomas , fue incrementada entre los veteranos de guerra, expuestos a niveles altos de dioxinas49. En trabajadores alemanes expuestos a un alto nivel de dioxinas y furanos, se comprobó un aumento significativo de la mortalidad por cáncer respiratorio, de cavidad oral, de faringe y de linfomas no Hodgkin50. En un estudio de metaanálisis de tres cohortes, publicado en 2003, se encuentra un aumento estadisticamente significativo de muertes por cáncer, entre profesionales expuestos a la TCDD y compuestos relacionados51.  
Para terminar, tengo que deciros que algunos autores, señalan que los estudios epidemiológicos sobre los efectos de las dioxinas sobre humanos, son escasos y hay que complementarlos29, incluso algunos afirman que por el momento no existen evidencias de su cancerigenicidad31. Es más Tuomisto J and Tuomisto JT, del Departamento de Salud Ambiental de Finlandia, se hacen una pregunta, ¿es el miedo a las dioxinas más dañino que las propias dioxinas?. En su artículo, nos señalan que es cierto que las dioxinas son carcinógenos probados y que están clasificados como carcinógenos del grupo 1 por la IARC, pero el aumento del número de cáncer no es muy elevado. Por otro lado, sabemos que el AhR (Aryl hydrocarbon receptor), llamado “receptor de dioxinas”, es una sustancia del organismo de animales y humanos, que ejerce funciones muy importantes y es activado por las dioxinas (por ejemplo disminuye la proliferación de células de cáncer de mama). Por tanto la activación del AhR, puede ser más beneficioso que perjudicial, por lo que una regulación excesiva de las dioxinas de los alimentos podría ser dañina53.  Por el momento esta conclusión es solo teórica y debemos continuar pensando que la TCDD es peligrosa.
De todas formas la duda puede tenerse en cuenta,  ahí tenemos  el caso de Viktor  Yushchenko, presidente de Ucrania, ¿os acordáis que en 2004, su cara aparecía desfigurada y se dijo que había sido como consecuencia de un cloroacné (son lesiones parecidas al acné juvenil) y que fue ocasionado por envenenamiento con dioxinas?, bueno pues ahora se pone en duda esta causa. La verdad, es que de ser cierta, la mente del que lo hizo era muy retorcida.
CONCLUSIONES:
1.      Las dioxinas son una serie de sustancias policloradas de las que se han identificado 420, pero solo 30 son tóxicas y entre ellas la de mayor toxicidad, es la TCDD.
2.      Aunque se forman en algunos procesos naturales, como erupciones volcánicas e incendios forestales, en su mayor parte son subproductos de procesos industriales:

a.       Combustión e incineración de residuos sólidos municipales, sedimentos de aguas residuales, cremación de cadáveres, fundición de acero, combustión de madera, carbón y productos del petróleo, combustión de llantas usadas de vehículos (a los huelguistas que hacen estas quemas, habría que avisarles que están intoxicándose e intoxicando a las gentes de los alrededores).
b.      Procesos químicos: Fabricación de compuestos clorados (herbicidas, insecticidas, desinfectantes……), de bencenos clorados (disolventes, fabricación de lacas y pinturas), compuestos alifáticos (disolventes de pinturas, tintes, piezas metálicas, catalizadores clorados.
c.       Blanqueo de papel con cloro, industrias del cemento y asfalto.
d.      Plásticos, fabricación y combustión. Pero en esto no intervienen todos los plásticos, la mayoría no forman dioxinas, porque no contienen compuestos clorados. Otros sí las forman como el PVC, que sí contiene cloro.
Fijaos bien la cantidad de procesos que pueden formar dioxinas y sin embargo la mayor preocupación que he percibido en las personas de mi entorno y supongo que en muchas más, deriva de un escrito que aparece en internet diciendo: ¡Cuidado! canceroso, no pongáis agua a enfriar en el frigorífico en una botella de plástico, el plástico suelta dioxinas que os producirán cáncer (algo así es lo que pone), pues bien, esto es un bulo por dos razones: Primera, porque la mayoría de las botellas están fabricadas por plástico que no contiene cloro y segunda, que aunque lo tuvieran, el plástico en frío, no forma dioxinas y esto lo he podido contrastar en la bibliografía consultada y también lo afirma  AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria).
Otro escrito que circula en internet, es el de avisarnos que no utilicemos contenedores de plástico en el microondas, esto tiene una parte de verdad, porque el plástico que contiene compuestos clorados, sí forma dioxinas con el calor. Pero os puedo tranquilizar, el plástico que puede formar mayor cantidad de dioxinas es el PVC y ya os he dicho que se funde a una temperatura de 71,1º C, de modo que normalmente en el microondas “se quemaría” y sabríamos que no es adecuado. Si queréis estar seguros de que no se forman dioxinas, utilizad contenedores que estén rotulados con el anagrama de aptos para microondas y comprados en un establecimiento de garantía (lo digo por las falsificaciones).
3.      Las dioxinas son muy estables y permanecen en el medio ambiente (aire, tierra y agua) cientos de años.
4.      Son más solubles en grasas que en agua y por eso al contaminar a los animales, incluido el hombre, se acumula no solo en el tejido adiposo, sino en todos los territorios ricos en lípidos, como el tejido nervioso.
5.      Las dioxinas, tienen la capacidad de desplazarse a largas distancias, bien por el aire, bien por corrientes marinas.
6.      Tienen una alta toxicidad y causan daños en el medio ambiente (tanto en la flora como en la fauna) a dosis muy pequeñas, del orden del picogramo (la billonésima parte de un gramo)  
7.      Ingresan en nuestro organismo por inhalación y sobre todo por vía oral, al ingerir agua y productos alimenticios contaminados: carne, leche, huevos, pescados, cereales, legumbres y en menor cantidad otros vegetales.
8.      Pueden intoxicarnos a corto plazo, produciendo: Hiperpigmetación de la piel, (manchas café con leche), cloro-acné (como el acné de los adolescentes), pero a veces desfigurante y alteraciones en el hígado.
9.      Pueden producir lesiones a largo plazo, como alteraciones neurológicas, diabetes, alteraciones del sistema inmune, alteraciones cardiovasculares y del sistema reproductivo.
10.  Pueden determinar la muerte, el mecanismo para producirla, no es bien conocido y requiere una mayor investigación.
11.  La exposición durante el embarazo y la lactancia, puede producir alteraciones óseas y de cartílagos, impidiendo un normal desarrollo del niño. También produce alteraciones del sistema reproductivo.
12.  Pueden aumentar el riesgo de padecer CÁNCER en cualquier territorio y han sido clasificadas por la IARC (International Agency for Research on Cancer), como carcinógenos del grupo 1.

Una cosa más, os he nombrado muchas veces al cloro y podéis creer, que el agua potable, que habitualmente se obtiene añadiendo cloro, podría se cancerígena. Os tengo que aclarar, que cuando he hablado de cloro, me he referido siempre a productos compuestos policlorurados y no al cloro elemento. La cloración de la aguas, es la medida de higiene que más vidas ha salvado. Millones y millones de personas deben su vida a esta sustancia. Aún se siguen produciendo muchos millones de muertes por falta de agua potable. De todas formas he estudiado a fondo la cloración de las aguas y salvo algunos pocos estudios que dicen, que puede aumentar de forma poco significativa el cáncer de vejiga. En todos los demás y son muchos los consultados, se llega a la conclusión que el agua potabilizada con cloro, no guarda relación con el cáncer

            Bibliografía:
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5.     DIOXINAS EN PROCESOS DE INCINERACIÓN DE DESECHOS. www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd27/dioxinasd.pdf.

6.      Dioxinas en botellas de plastico refrigeradas, Hoax<< Cajón desastres. cajondesastres.wordpress.com/.../dioxinas-en-botellas-de-plastico-refr..

7.      Registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias….. es.wikipedia.org/.../Registro,_evaluación,_autorización_y_restricción

8.      Dioxinas en hornos de microondas-Estrucplan On Line-Artículos. www.estrucplan.com.ar/articulos/verarticulo.asp?idarticulo=535.

9.      Use your Microwave Safely – Food and Drug Administration. www.fda.gov/ForConsumers/.../ucm048953.htm. 

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