Las dioxinas son un grupo de sustancias químicas,
constituidas por las dibenzo-para-dioxinas policloradas (PCDD) y los
dibenzofuranos policlorados (PCDF), aunque también se incluyen algunos
bifenilos policlorados porque, son análogos a la dioxina y tienen propiedades
tóxicas similares. Todos ellos, están clasificados dentro de los llamados
hidrocarburos aromáticos halogenados. Se han identificado aproximadamente 420
compuestos químicos relacionados con la dioxina, pero solo 30 de ellos tienen
una toxicidad importante, siendo la 2,3,7,8-tetraclorodibenzo-para-dioxina
(TCDD), la más tóxica. Tienen una particularidad muy importante y es que una
vez que penetran en nuestro organismo, persisten en él durante un periodo muy
largo, comprendido entre los 7 y 11 años, debido a su estabilidad química y a
su tendencia a acumularse en el tejido graso1-2.
Las dioxinas pueden producirse en procesos naturales como
las erupciones volcánicas y los incendios forestales, pero en su mayor parte,
son subproductos de procesos industriales tales como la fundición, el blanqueo
de la pasta de papel con cloro y la incineración de numerosos productos entre
ellos los plásticos, volveremos a esto con
posterioridad.
La incineración, ayuda a resolver muchos problemas de
disposición de espacio para los residuos sólidos (basuras de las casas,
hospitales, industrias, etc.), pero pueden crear graves problemas de
contaminación ambiental.
En teoría, la incineración, debería transformar a los
residuos en CO2 y agua, pero además ocurre, que durante y después de la combustión, los
componentes de los residuos, se disocian y se recombinan, formando miles de
sustancias, llamadas productos de combustión incompleta.
Las principales fuentes identificadas de liberación de
dioxinas, podemos agruparlas en tres grupos:
a.
Combustión
e incineración.
Entre ellos se encuentran los procesos
de incineración de residuos sólidos que contengan compuestos clorados, como:
residuos sólidos municipales20, sedimentos de aguas residuales11,
cremación de cadáveres, procesos de producción de acero, fundición, combustión
de madera, carbón, productos del petróleo y de llantas usadas y alguno más14.
La aparición de enfermedad por
contaminación con dioxinas, puede en determinados casos, considerarse como
enfermedad profesional18.
b.
Procesos
químicos.
Como subproductos en la
fabricación de compuestos clorados, tales como: fenoles clorados (se utilizan
como insecticidas, herbicidas, bactericidas, fungicidas….), bencenos clorados
(se utilizan como disolventes, insecticidas para las polillas, fabricación de
lacas y pinturas, etc) , compuestos alifáticos clorados, se utilizan como
disolventes de pinturas, tintes y piezas metálicas, catalizadores clorados,
etc.
Blanqueo del papel con
cloro, industrias del cemento y del
asfalto.
En un estudio realizado por Morales et al. del
Departamento de Química ambiental de Barcelona, encontraron contaminación de
dioxinas en los huevos de gaviotas que viven en el Delta del Rio Ebro (que es
un parque natural)15, no nos extraña nada, pues cerca de esa zona,
ha existido (no sé si existe todavía) una gran fabrica electroquímica, que
fabricaba DDT y otros productos clorados. Estos productos han contaminado el
pantano de Flix y como consecuencia el rio Ebro, ya que vierte sus aguas en él.
En el artículo no hacen referencia a otros animales, pero si están contaminadas
las gaviotas, todos los animales, incluidos los peces de la zona, lo pueden
estar también.
c.
Los
plásticos.
Creemos, que se está
creando una neurosis con el uso de los plásticos, porque están apareciendo
muchas publicaciones en internet, que la verdad, meten el miedo en el cuerpo. A
ver si puedo dejar claro lo verdadero y lo falso.
En estas publicaciones,
se dice, que el agua puesta a enfriar en un recipiente de plástico que
introducimos en el frigorífico, tiene un gran potencial tóxico y carcinógeno,
porque, según los autores de éste artículo, en el agua, pueden concentrarse
muchas dioxinas procedentes del plástico
y las dioxinas, son sustancias que aumentan el riesgo de padecer cáncer.
En
principio, os tengo que decir, que existen muchos tipos de plástico, unos pueden generar dioxinas, porque contienen compuestos de cloro, pero otros no pueden
hacerlo, por ausencia de cloro en los mismos. Los más empleados son:
1.
poliolefinas,
de las cuales el polietileno, no
contiene cloro (generalmente con él, se fabrican recipientes de leche, bolsas
de basura, botellas de detergentes, bolsas supermercado y envases de alimentos)
y el polipropileno, sí puede
contener cloro, aunque actualmente existe un proceso de fabricación, libre de este
elemento. Este procedimiento, es el que tendremos que potenciar, de todas
formas la cantidad de dioxinas que puede generar, son poco
significativas. Se usa para envases de
yogurt, recipientes margarina y mantequilla, botellas de champú y almibar, etc.).
2.
Policloruro
de vinilo (PVC) que sí contiene compuestos clorados. Es
resistente a sustancias químicas y por eso es excelente como recipiente, para
aceite, vinagre (que son ácidos), champús, cosméticos y aceites minerales.
Resiste poco el calor, pues funde a 71.1ºC (por eso no puede emplearse en
microondas).
3.
Poliestireno
del
que existen varios tipos, el extruido, el expandido y el de alto impacto, pero
lo que nos interesa es que ninguno de ellos contienen cloro y por lo tanto no
forman dioxinas. Son muy empleados para fabricar botellas, tapones, juguetes,
embalajes alimentarios, embalajes de espuma blanca, etc.
Ya
tenemos una conclusión, la mayoría de los plásticos utilizados, no forman dioxinas, ya que en su
composición y forma de obtención, no entra a formar parte el cloro. Pero es que
ocurre otra cosa, en frío, no se forman
dioxinas. AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria) desmiente las publicaciones que
circulan por internet y que afirman que el agua contenida en botellas de
plástico y mantenida en frigorífico, es cancerígena por contener dioxinas6.
De modo que tranquilos, podéis utilizar botellas de plástico para enfriar el
agua. No hagáis caso a esas publicaciones, son
falsas.
Otra
cosa distinta, pasa, si sometemos a los plásticos al calor, sobre todo si los
incineramos. En este caso si se forman dioxinas, que pasan a engrosar las
dioxinas que se han formado por otros mecanismos (que ya os he indicado más
arriba) y que al final se van a almacenar en el suelo, en los vertederos y en
los mares, contaminando a todo tipo de animales y plantas.
Pero
las publicaciones de internet, lo que dicen, es que no utilicemos contenedores
de plástico en el horno microondas, porque se forman gran cantidad de dioxinas,
que se acumulan en los alimentos y pueden determinar la aparición de un cuadro
tóxico e incluso cáncer. Esto, es una verdad a medias, solo ocurrirá, si el
plástico utilizado para los contenedores, tiene compuestos clorados. Por lo
general para fabricar ese tipo de contenedores, se utiliza polietileno o poliestireno,
que no contienen cloro. De todas formas, si tenéis dudas, mirad si el
contenedor está rotulado con el anagrama que indica su aptitud para el
microondas, si está rotulado, se os garantiza que es apto8-9. Por
tanto, utilizando el contenedor adecuado no tenéis que temer que se formen
dioxinas. Otra cosa distinta, es que la carne, el pescado, la leche, los huevos
y en menor proporción las verduras, puedan estar ya de antemano contaminadas
por estas sustancias. Volveremos a insistir más abajo en los mecanismos de
contaminación de los alimentos. Resumiendo, no hagáis caso a estas
publicaciones, son falsas.
La
Unión Europea, realizó un proyecto en 1993 llamado “el proyecto de dioxinas
Europeo”, en la que tomaron parte 17 países, en él, se contemplaba identificar
las fuentes industriales de dioxinas y furanos, cuantificar sus emisiones y
evaluar las tecnologías que podían disminuir estas emisiones. El proyecto
comenzó en 1995 y en su etapa I, finalizó
en 1997, vistos los resultados, se amplió a una etapa II, para recoger datos adicionales, que finalizó en el año 20005. Con esto, tuvieron un
punto de partida, para saber el grave problema que se estaba creando, porque
existen varias razones para considerar, que su amenaza se acrecienta día a día:
1ª.
Las dioxinas, son muy estables y permanecen en el medio ambiente (aire, agua y
suelo) cientos de años.
2ª.
Decíamos que se podían formar en incendios forestales y en erupciones
volcánicas, pero las cantidades así formadas son mínimas, de modo, que los
seres vivos, no han aprendido a metabolizarlas y convertirlas en sustancias menos tóxicas,
hasta el siglo XX, en el que las fuentes productoras de dioxinas, se van
multiplicando.
3ª.
Son más solubles en grasas que en el agua y por eso al contaminar a los
animales, incluido el hombre, se almacenan no solo en el tejido adiposo, sino
en todos los territorios ricos en lípidos, entre ellos el cerebro y el resto
del tejido nervioso.
4ª.
Tienen capacidad de desplazarse a grandes distancias, bien por corrientes de
aire o marinas.
5ª.
Tanto las dioxinas como los furanos, tienen una alta toxicidad y causan daños
en el medio ambiente, incluso a dosis muy pequeñas, del orden de los picogramos
(pg = billonésima parte de un gramo)
6ª.
Ingresan en nuestro organismo por inhalación y sobre todo por vía oral, al
ingerir agua y productos alimenticios contaminados, como: carne, leche, huevos,
pescados, etc. En un estudio llevado a cabo en peces del mar Báltico, se pudo
establecer la alta contaminación de dioxinas en algunas especies, como: salmón,
arenque, bacalao, espadín. Siendo el salmón el que contenía niveles más
elevados17.
7ª.
En nuestro organismo, pueden dar lugar a lesiones tóxicas a corto plazo, como: el
cloroacné, alteraciones en el hígado o hiperpigmentación de la piel (manchas
oscuras en la piel).
8ª.
Lesiones a largo plazo, como: alteraciones neurológicas, diabetes, alteraciones
del sistema inmune, alteraciones en el sistema reproductivo, alteraciones
cardiovasculares y cáncer21-22-25.
Naturalmente,
la exposición durante el embarazo y la lactancia, puede determinar efectos
adversos en el feto y en el lactante, al transmitirse las dioxinas por vía placentaria
y por la leche, pudiendo determinar daños en el desarrollo del niño, como:
alteraciones óseas y de los cartílagos y alteraciones en los órganos de la
reproducción, vía endocrina 19- 23-26.
9ª. La
alta exposición a dioxinas, se asocia a un riesgo aumentado de la mortalidad
entre personas de 40 o más años. Las causas específicas que determinan la
muerte, requiere investigaciones adicionales12.
Llegados
a este punto, vamos a hacer un inciso, para deciros unas palabras, sobre unos
compuestos organoclorados, los policlorobifenilos
(PCBS), muchos de los cuales, tienen la misma toxicidad que las dioxinas,
es más, el policloruro de bifenilo, es uno de los doce, contaminantes más nocivos fabricados por el hombre (si
queréis conocer cuáles son los otros 11, basta con buscar en Google: docena sucia) y esta toxicidad, fue reconocida
por los mismos fabricantes. En 1977, fue prohibida su fabricación en Estados
Unidos y actualmente está prohibido su uso en casi todo el mundo. El daño
producido por estas sustancias, no se puede cuantificar, se cree que en Estados
Unidos y Canadá produjo un déficit intelectivo en gran parte de la población y
no sabemos cuántos efectos teratogénicos (defectos en el feto) y carcinogénicos
ha ocasionado. Es más, debido a su lenta degradación (en determinadas
condiciones, pueden permanecer durante siglos) se acumulan en los sedimentos
del mar y siguen contaminando a los peces y por tanto al hombre. ¿Y
luego nos preguntamos, porqué están aumentando de forma espectacular los casos
de cáncer?, pues entre otras cosas, por estas causas.
Es
cierto que en la Comunidad Europea, existe un Reglamento de Registro,
evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas (REACH) y que
hasta el 1 de diciembre de 2008, se habían prerregistrado 143.000 sustancias
químicas. También, regula el uso continuado de las llamadas Sustancias Químicas Muy Preocupantes”
(SVHC), por su potencial impacto en la salud humana y/o en ecosistema. Pero
fijaos, hasta marzo de 2009, solo se habían clasificado quince sustancias como SVHC7, ¿que cosa más extraña?,
¿no os parece un número muy corto?, pues a mí mucho, porque sé que en la
mayoría de las sustancias, no se ha hecho estudio de posible carcinogenícidad.
La cosa es aun más preocupante, porque se sabe que en muchos países, se
comercializan sustancias que en teoría no están autorizadas, porque ni siquiera
están registradas. Es más, de los 143.000 productos, solo unos pocos de ellos
han seguido estudios experimentales de carcinogenicidad. ¿Nos preguntamos otra vez, porqué está aumentando el cáncer?, pues yo,
sí me lo pregunto, pero la respuesta es obvia. El control de las sustancias
fabricadas y el control del medio ambiente, tiene que cambiar de forma radical.
Es cierto que no podemos llegar al radicalismo de algunos ecologistas, pero
solo cumpliendo las leyes y los acuerdos que ya están reglamentados, me daría
por satisfecho.
Por
ejemplo en 1997, la OMS, estableció como Ingesta Diaria Tolerable (IDT) de
dioxinas la cifra de 1-4 picogramos (pg= billonésima parte de un gramo)/kilo de
peso corporal y día. A esa cifra, se llegó, teniendo en cuenta que los estudios
médicos, situaban en 10 nanogramos (ng= mil millonésima parte de un gramo)/kilo
de peso y día, la dosis de dioxinas que podían tener efecto cancerígeno y de
0.1ng/kg de peso y día la que podía provocar efectos en el sistema reproductor.
Además en un estudio realizado en Rusia, se llega a la conclusión de que las
alteraciones en la salud del ser humano, aparecen cuando existen unos niveles
séricos (en sangre) de 30 pg/g de lípidos séricos10.
Basandose
en el informe de la OMS, Estados Unidos, estableció que el límite máximo de
dioxinas en alimentos es de 5pg/por gramo de grasa de ese alimento. Pero en la Unión Europea no existe normativa vigente
(algún país individualmente tiene adoptado el criterio de Estados Unidos) y
ello se fundamenta, en la dificultad para disponer de laboratorios suficientes,
que puedan realizar este tipo de control en los alimentos3.
El
momento es malo, dada la crisis económica que está padeciendo la Unión Europea,
pero cuando os cuente algunos problemas ocasionados por las dioxinas1,
podréis decirme, si es o no urgente, que todos los países dispongan de
laboratorios adecuadas para detectar la concentración de estas sustancias en
los alimentos. Lo único malo, es que el costo de estos análisis, es muy elevado,
1.700 $ USA, para una sola muestra biológica1.
En
un grave accidente ocurrido en Seveso (Italia) en 1976, se liberaron a la
atmósfera grandes cantidades de dioxinas, contaminando a una zona de 37.000
habitantes. Desde entonces se viene realizando un control sanitario de las
personas expuestas y de sus hijos. Por el momento se ha comprobado un ligero
aumento de los casos de cáncer y de alteraciones en la reproducción, pero el
estudio continúa.
En
1999 en Bélgica y otros países se detectaron aves de corral, huevos y carne de
cerdo contaminados por dioxinas, cuyo origen se encontraba en los piensos.
En 2004 se detectó en los Países Bajos un
incidente por concentración elevadas de dioxinas en la leche. Su origen, estaba
en una arcilla utilizada en la fabricación de piensos.
En
2006, también en los Países Bajos, se detectaron piensos, con concentraciones
elevadas de dioxinas, cuyo origen, estaba en la grasa contaminada, utilizada
para fabricación de piensos.
En
2007, se descubrió en la Unión Europea una partida de goma guar (utilizado como
espesante, en carnes, productos lacteos, postres y platos precocinados),
procedente de la India, que estaba contaminado por un plaguicida el
Pentaclorofenol, que ya no se utiliza y que contiene dioxinas.
A
finales de 2008, en Irlanda, se retiraron muchas toneladas de carne de cerdo,
por contener más de 200 veces, la cantidad de dioxinas que aconseja la OMS.
Podríamos
seguir describiendo otros casos, pero creo que son suficientes, sobre todo, si
tenemos en cuenta la cantidad de contaminaciones que han podido ocurrir sin que
hayamos tenido noticias de ello.
De
todas formas os puedo decir que la OMS, en colaboración con la FAO y otros
organismos internacionales, trata de dar directrices, controlar ciertos
alimentos, facilitar la creación de hornos incineradores de combustión completa
(con lo que se evitaría la formación de gran parte de las dioxinas), etc. y al
parecer, estas medidas, comienzan a dar sus frutos. En un estudio reciente,
realizado en Francia por ANSES (
Agence Nationale de Sécurité sanitaire de l’alimentation, de l’environement et
du travail), por Sirot et al. Comprueban que los niveles de contaminación de
los alimentos y por tanto, la exposición francesa en general a las dioxinas,
habían disminuido, si comparamos sus resultados, con estudios anteriores, realizados en 2005 y 200713.
En Cataluña (España), se realizó un estudio similar en 2008 y también se
comprobó, que el nivel de contaminación de alimentos por dioxinas era también
inferior a los realizados en los años 2000 y 200624. Lo que demuestra,
que las medidas de control sobre la generación de dioxinas, están mostrando su
eficacia. Pero no podemos detenernos aquí, hay que seguir trabajando para que
el nivel de estas sustancias, sea lo más bajo posible y para ello se necesita
la ayuda de toda la población, porque existen medidas tan sencillas como la
siguiente: es habitual, que los sacos que han contenido pesticidas clorados,
terminen en la incineradora, con la consiguiente formación de dioxinas, pues
bien, en un estudio, se demuestra, que simplemente con lavar esos sacos antes
de quemarlos, se disminuiría drásticamente la cantidad de estas sustancias
emitidas a la atmósfera16.
Y
que vamos a decir del reciclaje, hay que colaborar todo lo que podamos, no se
trata ya de colaborar en la economía del
país, sino en nuestra salud y en la de generaciones venideras, no olvidemos que
las dioxinas pueden permanecer sin degradarse 100 o 200 años. Por ejemplo en un
estudio reciente, llevado a cabo en Alemania, se ha comprobado la existencia de
un derivado clorado, el DDT (un insecticida muy utilizado en mi niñez y
juventud y que se prohibió en 1972), en los sedimentos de muchas zonas de ese
país25. Ya veis como un buen reciclaje, puede evitar muchos
problemas en generaciones venideras.
En
lo que respecta al cáncer y dioxinas, encontramos numerosas publicaciones que
implican el poder carcinogénetico de estas sustancias, que han sido incluidas
como carcinógenos del grupo 1 por la IARC (International Agency for Research on
Cancer)30.
En
febrero de 1997, La IARC, realiza una evaluación de las policlorinadas
dibenzo-p-dioxins y de los policlorinados dibenzofuranos, usando los más
recientes datos epidemiológicos sobre población humana expuesta y sobre ensayos
celulares y animales en laboratorio. Estudian así mismo datos complementarios
de la carcinogenicidad de la 2,3,7,8-Tetraclorodibenzo-p-dioxin (TCDD), que fue
evaluada como carcinógeno para humanos del grupo 1(existen bastantes evidencias
para concluir que puede causar cáncer en humanos y está probado que lo produce
en animales de laboratorio). Esta conclusión se basaba en:
1º.
Limitadas evidencias en lo que respecta al seguimiento de trabajadores que habían
sido expuestos en accidentes industriales.
2º.
Suficientes evidencias de carcinogenicidad en animales de experimentación.
3º.
Un mismo mecanismo de carcinogenicidad en humanos y en animales.
Y
algunas otras consideraciones, que no son de relatar aquí.
Los
estudios recogidos sobre las dioxinas (concretamente el TCDD) y el cáncer en
trabajadores con exposición ocupacional, concluyen, que existe un riesgo
incrementado de la mortalidad por cáncer en su conjunto, pero no se pueden
excluir la contribución de otros factores de riesgo32-33-35. Algún
trabajo, señala incluso que la dosis de exposición a TCDD, debe ser mayor a 1
microgramo/kg de peso y día y también señala, que pueden existir factores
distintos a las dioxinas34.
En
el accidente de Seveso, que tuvo lugar en Italia en 1976 en una planta química,
se liberó gran cantidad de TCDD y en un seguimiento de la población llevado a
cabo desde 1977 a 1987, se pudo observar un incremento del riesgo de presentar
cáncer, en especial hepatobiliar y “cáncer de la sangre”
(linforeticulosarcomas, mielomas, leucemias mieloides, linfomas no Hodgkin),
pero por el contrario, se presentaron menos cáncer de mama y de endometrio
(útero) de los esperados36.
Otros
estudios epidemiológicos, recogen también un aumento ligero de riesgo de cáncer
en general37 y de enfermedades crónicas, como cirrosis y hepatitis38.
En
estudios de laboratorio sobre animales, había numerosas publicaciones, que
concluían que las dioxinas, aumentaban el desarrollo de gran número de tipos de
cáncer39-40-41-42-43-44-45-46.
En
una publicación, realizada por Cole et al. del Departamento de Epidemiología de
la Universidad de Alabama47, se criticó con fuerza, que la IARC
hubiera clasificado a la TCDD (la dioxina considerada como más tóxica), en el
grupo 1 de los carcinógenos y presenta una serie de razonamientos que no son
del caso exponer aquí, pero que esencia, se pueden resumir diciendo: que la
IARC, no había tenido en cuenta la exposición a otros posibles carcinógenos y
además indican, que el haberla clasificado en este grupo para todo tipo de cáncer, no tiene precedentes, siempre se han
clasificado para algunos tipos de cáncer, pero no para todos.
Naturalmente la IARC en 2004, responde en otro
artículo, aportando una serie de nuevas publicaciones, que confirman su
conclusión y no solo eso, sino, que la evidencia de carcinogenicidad de las
dioxinas se ha reforzado. Así revisan el accidente de Seveso y confirman
aumento del número de algún tipo de cáncer en cada subcohorte y considerando
todas las subcohortes en que dividieron su trabajo, se encuentra un aumento en
todas las localizaciones del cáncer.
Incluso
publicaciones posteriores, por ejemplo, la realizada por Warner et al. en la
Universidad de California en el año 2011, sobre mujeres expuestas en el
accidente de Seveso, concluyen que existe un aumento significativo del cáncer
de cualquier localización, con un aumento de nivel de TCDD en el suero de
dichas mujeres, excepto en el cáncer de mama, que aunque se presenta un mayor
número de casos, no es estadísticamente significativo. Pero es que la TCDD,
puede actuar en el cáncer de mama por varios mecanismos, si se implica al
receptor de la progesterona, puede estimular la proliferación de células de
cáncer de mama, si se implica el Aryl hydrocarbon receptor, se inhibe la
proliferación de estas células27-52. Para decirlo más claro y sin
tecnicismos la TCDD, puede actuar de las dos formas, desarrollando el cáncer de
mama o disminuyéndolo, según sea el mecanismo que se haya implicado (veis como
en medicina 2 y 2 no son 4).
En
varios trabajos publicados, encuentran lo siguiente: La incidencia de cáncer de
próstata y de melanomas , fue incrementada entre los veteranos de guerra,
expuestos a niveles altos de dioxinas49. En trabajadores alemanes
expuestos a un alto nivel de dioxinas y furanos, se comprobó un aumento
significativo de la mortalidad por cáncer respiratorio, de cavidad oral, de
faringe y de linfomas no Hodgkin50. En un estudio de metaanálisis de
tres cohortes, publicado en 2003, se encuentra un aumento estadisticamente
significativo de muertes por cáncer, entre profesionales expuestos a la TCDD y
compuestos relacionados51.
Para
terminar, tengo que deciros que algunos autores, señalan que los estudios
epidemiológicos sobre los efectos de las dioxinas sobre humanos, son escasos y
hay que complementarlos29, incluso algunos afirman que por el
momento no existen evidencias de su cancerigenicidad31. Es más
Tuomisto J and Tuomisto JT, del Departamento de Salud Ambiental de Finlandia,
se hacen una pregunta, ¿es el miedo a las dioxinas más dañino que las propias
dioxinas?. En su artículo, nos señalan que es cierto que las dioxinas son
carcinógenos probados y que están clasificados como carcinógenos del grupo 1
por la IARC, pero el aumento del número de cáncer no es muy elevado. Por otro
lado, sabemos que el AhR (Aryl hydrocarbon receptor), llamado “receptor de
dioxinas”, es una sustancia del organismo de animales y humanos, que ejerce
funciones muy importantes y es activado por las dioxinas (por ejemplo disminuye
la proliferación de células de cáncer de mama). Por tanto la activación del AhR,
puede ser más beneficioso que perjudicial, por lo que una regulación excesiva
de las dioxinas de los alimentos podría ser dañina53. Por el momento esta conclusión es solo
teórica y debemos continuar pensando que la TCDD es peligrosa.
De
todas formas la duda puede tenerse en cuenta,
ahí tenemos el caso de
Viktor Yushchenko, presidente de
Ucrania, ¿os acordáis que en 2004, su cara aparecía desfigurada y se dijo que
había sido como consecuencia de un cloroacné (son lesiones parecidas al acné
juvenil) y que fue ocasionado por envenenamiento con dioxinas?, bueno pues
ahora se pone en duda esta causa. La verdad, es que de ser cierta, la mente del
que lo hizo era muy retorcida.
CONCLUSIONES:
1. Las
dioxinas son una serie de sustancias policloradas de las que se han
identificado 420, pero solo 30 son tóxicas y entre ellas la de mayor toxicidad,
es la TCDD.
2. Aunque
se forman en algunos procesos naturales, como erupciones volcánicas e incendios
forestales, en su mayor parte son subproductos de procesos industriales:
a. Combustión
e incineración de residuos sólidos municipales, sedimentos de aguas residuales,
cremación de cadáveres, fundición de acero, combustión de madera, carbón y
productos del petróleo, combustión de
llantas usadas de vehículos (a los huelguistas que hacen estas quemas,
habría que avisarles que están intoxicándose e intoxicando a las gentes de los
alrededores).
b. Procesos
químicos: Fabricación de compuestos clorados (herbicidas, insecticidas,
desinfectantes……), de bencenos clorados (disolventes, fabricación de lacas y
pinturas), compuestos alifáticos (disolventes de pinturas, tintes, piezas
metálicas, catalizadores clorados.
c. Blanqueo
de papel con cloro, industrias del cemento y asfalto.
d. Plásticos,
fabricación y combustión. Pero en esto no intervienen todos los plásticos, la
mayoría no forman dioxinas, porque no contienen compuestos clorados. Otros sí
las forman como el PVC, que sí contiene cloro.
Fijaos
bien la cantidad de procesos que pueden formar dioxinas y sin embargo la mayor preocupación que he percibido en
las personas de mi entorno y supongo que en muchas más, deriva de un escrito
que aparece en internet diciendo: ¡Cuidado! canceroso, no pongáis agua a
enfriar en el frigorífico en una botella de plástico, el plástico suelta
dioxinas que os producirán cáncer (algo así es lo que pone), pues bien, esto es un bulo por dos razones: Primera,
porque la mayoría de las botellas están fabricadas por plástico que no contiene
cloro y segunda, que aunque lo tuvieran, el plástico en frío, no forma dioxinas
y esto lo he podido contrastar en la bibliografía consultada y también lo
afirma AESAN (Agencia Española de
Seguridad Alimentaria).
Otro
escrito que circula en internet, es el de avisarnos que no utilicemos
contenedores de plástico en el microondas, esto tiene una parte de verdad,
porque el plástico que contiene compuestos clorados, sí forma dioxinas con el
calor. Pero os puedo tranquilizar, el plástico que puede formar mayor cantidad
de dioxinas es el PVC y ya os he dicho que se funde a una temperatura de 71,1º
C, de modo que normalmente en el microondas “se quemaría” y sabríamos que no es
adecuado. Si queréis estar seguros de que no se forman dioxinas, utilizad
contenedores que estén rotulados con el anagrama de aptos para microondas y
comprados en un establecimiento de garantía (lo digo por las falsificaciones).
3. Las
dioxinas son muy estables y permanecen en el medio ambiente (aire, tierra y
agua) cientos de años.
4. Son
más solubles en grasas que en agua y por eso al contaminar a los animales,
incluido el hombre, se acumula no solo en el tejido adiposo, sino en todos los
territorios ricos en lípidos, como el tejido nervioso.
5. Las
dioxinas, tienen la capacidad de desplazarse a largas distancias, bien por el
aire, bien por corrientes marinas.
6. Tienen una alta toxicidad y
causan daños en el medio ambiente (tanto en la flora como en la fauna) a dosis
muy pequeñas, del orden del picogramo (la billonésima parte de un gramo)
7.
Ingresan en nuestro organismo por
inhalación y sobre todo por vía oral, al ingerir agua y productos alimenticios contaminados: carne, leche, huevos, pescados, cereales, legumbres y en menor
cantidad otros vegetales.
8.
Pueden intoxicarnos a corto plazo,
produciendo: Hiperpigmetación de la
piel, (manchas café con leche), cloro-acné
(como el acné de los adolescentes), pero a veces desfigurante y alteraciones en el hígado.
9.
Pueden producir lesiones a largo
plazo, como alteraciones neurológicas, diabetes,
alteraciones del sistema inmune, alteraciones cardiovasculares y del sistema
reproductivo.
10. Pueden
determinar la muerte, el mecanismo
para producirla, no es bien conocido
y requiere una mayor investigación.
11. La
exposición durante el embarazo y la lactancia, puede producir alteraciones
óseas y de cartílagos, impidiendo un normal desarrollo del niño. También produce
alteraciones del sistema reproductivo.
12. Pueden
aumentar el riesgo de padecer CÁNCER en
cualquier territorio y han sido clasificadas por la IARC (International
Agency for Research on Cancer), como carcinógenos del grupo 1.
Una
cosa más, os he nombrado muchas veces al cloro y podéis creer, que el agua potable,
que habitualmente se obtiene añadiendo cloro, podría se cancerígena. Os tengo que
aclarar, que cuando he hablado de cloro, me he referido siempre a productos compuestos
policlorurados y no al cloro elemento. La cloración de la aguas, es la medida de
higiene que más vidas ha salvado. Millones y millones de personas deben su vida
a esta sustancia. Aún se siguen produciendo muchos millones de muertes por falta
de agua potable. De todas formas he estudiado a fondo la cloración de las aguas
y salvo algunos pocos estudios que dicen, que puede aumentar de forma poco significativa
el cáncer de vejiga. En todos los demás y son muchos los consultados, se llega a
la conclusión que el agua potabilizada con cloro, no guarda relación con el cáncer
Bibliografía:
1. OMS/Las
dioxinas y sus efectos en la salud humana. www.who.int/mediacentre/factsheets/fs225/es/index.html.
2. Dioxina- Wikipedia, la enciclopedia libre. es.wikipedia.org/wiki/Dioxina
4. Bifenilos policlorados – Wikipedia, la enciclopedia libre. es.wikipedia.org/wiki/Bifenilos_policlorados.
5.
DIOXINAS EN PROCESOS DE INCINERACIÓN DE
DESECHOS. www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd27/dioxinasd.pdf.