El organismo
humano (al igual que el de los animales y plantas), es como una fortaleza, que
se encuentra asediada constantemente por el enemigo y que presenta una serie de
defensas:
1ª.
Hay artesanos que construyen barreras de
defensa, células que construyen la piel
y las mucosas, las mucosas, son las que tapizan el ojo, la nariz, en su
interior, la boca, el esófago, el resto del aparato digestivo, etc., son los
muros de la fortaleza, allí, quedan detenidos la mayor parte de nuestros
agresores. Si no existiera la piel y las mucosas, no podríamos existir, lo
agresores, lo invadirían todo.
2ª. Hay
encargados de producir sustancias, que al actuar sobre el enemigo lo destruyen
o lo diezman (vamos, son como los soldados que vierten aceite hirviendo en las
murallas), en este caso, no es aceite, pero por ejemplo, en la boca se fabrica
la saliva, que contiene lisozima, que
es una enzima con poder antimicrobiano (mata a muchos microbios que llegan del
exterior). La saliva en sí misma, actúa lubricando la mucosa de la boca, e
impidiendo que esta se seque y se destruya y al destruirse sea invadida. Pero
allí mismo, existen también soldados de infantería, las inmunoglobulinas, que luchan contra ciertos agentes extraños y microbios
que quieren invadirnos. Existen otros muchos productos de defensa, como la
estaterina que también tiene acción contra bacterias y hongos, etc., etc.,
Esto
que ocurre en la boca y la saliva, ocurre con en el
ojo y las lágrimas, o el moco en el interior de la nariz.
En
el aparato digestivo, las defensas, se ven reforzadas con los ácidos del
estómago, los ácidos biliares y las enzimas del páncreas. Además existen
infinidad de enzimas, que generalmente aceleran los procesos de nuestro
organismo para fabricar defensas y también existen infinidad de microbios, que
hacen competencia a los que llegan del exterior.
3ª.
Hay también un cuerpo de intendencia e ingenieros, que se encarga de distribuir
todos los elementos para el equipamiento y alimentación de la tropa, por
ejemplo los hematíes, llevan el oxígeno necesario desde los pulmones a la
célula, las proteínas transportadoras, son una serie de proteínas encargadas de
transportar las distintas sustancias que necesita la célula, para su
mantenimiento y desarrollo. Citar todos y cada uno de los mecanismos de
defensa, sería muy complicado y además, una gran parte de ellos son aún
desconocidos.
4ª.
Hay un ejército pesado, compuesto por
soldados de infantería, artillería, etc. que forman el sistema inmunitario, del que nos vamos a
ocupar un poco más, pues es el objetivo de este tema.
5ª.
Y existe un Sistema de Gobierno, que podíamos estructurarlo así: Sistema Rector que dirige a la célula
(podíamos asimilarlo a los ayuntamientos), un Sistema Rector que dirige a los órganos (hígado, pulmón, corazón,
etc.), que (podíamos asimilarlo a los Ministerios si el Gobierno es Central o a
las Comunidades si está descentralizado), pero eso sí, el Sistema Rector de los
órganos, no está situado en los propios órganos, sino fuera de ellos, en el
cerebro. En el bulbo raquídeo por ejemplo, se encuentra el centro respiratorio,
el del corazón, el de muchas funciones del aparato digestivo, etc., en el
lóbulo occipital se encuentra el Órgano Regulador de la visión en el lóbulo temporal,
el Órgano Regulador de la audición, algunos Órganos Reguladores, como los
encargados de las funciones motoras o de la sensibilidad, no regulan órganos,
sino funciones, que se distribuyen por todo el cuerpo y es lógico que para que
marchen en armonía, sea cual sea el
territorio que regule, el Órgano Rector sea central, con diferentes
departamentos. En el gobierno de nuestro país, está ocurriendo, que cada
Comunidad tiene su Centro Regulador de Educación, de Sanidad, de Justicia…. y
por tanto, pueden cada uno tener una organización diferente. Qué ocurriría si
los músculos o las sensibilidades de cada territorio marcharan de forma
independiente, el orden y la unidad se rompería. Por fin, existe un Sistema Rector Central (Gobierno Central), el eje
hipotálamo-hipofiso-adrenal que regula a todos los órganos en su conjunto, para
que exista una armonía, ya que en caso contrario, sería un caos. Veis, nuestro
organismo, está mejor regulado, que nuestro Sistema de Gobierno. En nuestro
Sistema de Gobierno, el Órgano Rector de la Comunidad, está dentro del
territorio de la Comunidad y por tanto cada una, puede pretender “tirar para su
parte” con lo que la armonía se desequilibra. En nuestro organismo, solo el Sistema Rector de la célula, está en la
propia célula, los otros dos Sistemas Rectores,
están en el cerebro y son dependientes unos de otros, no pueden “tirar para
sí”, el Sistema Rector Central, lo
impide.
Y
yo me pregunto, ¿porqué no organizamos nuestro Sistema de Gobierno, como está
organizado nuestro organismo?. Bueno esto nos puede llevar a discusiones
políticas que no son del caso. Pero sí os quería poner estos ejemplos, para que
sepamos que las defensas del organismo son múltiples y dentro de ellas se
encuentra el sistema inmunitario. Pero ninguna de las defensas, marcha por sí
sola, necesita a todas las demás
Y
ahora, vamos a lo que nos interesa, al cáncer
y el sistema inmunitario. ¿Os acordáis como se iniciaba el cáncer?, un
radical libre, una sustancia carcinógena, una radiación ionizante, etc., daña a
una parte de la célula. Esta célula, envía a sus genes el informe del daño y
los genes, toman nota y envían un informe de lo que tiene que hacer la célula
para repararse. Pero imaginemos, que el daño sigue produciéndose, la célula ya
no puede seguir reparándose y se convierte en una célula anómala, que puede
dañar a las otras células de su propio órgano y fíjense que curioso, los genes
de esta célula, ven que el daño es irreparable y antes de poner en peligro a
todas la demás células, los genes dan una orden, la única posible “suicídate”, la mayoría de las veces la
célula acepta la orden y se suicida (esa es la apoptosis, que tantas veces
hemos repetido), todo el órgano vuelve a su armonía. Pero y ¿si la célula no
acepta la orden y quiere seguir viviendo?, pues miren, lo que ocurre, es que se
crea un nuevo gen, al que se le llama oncogen (es un nuevo alcalde), que acepta
la armonía de esa célula y las ordenes que da, se adaptan a las necesidades, de
esa nueva célula, la cual se va dividiendo y creando nuevas células con su
anomalía. Ha comenzado una nueva estirpe, que es el tumor maligno, pero si se
crea una nueva alcaldía que quiere ser independiente, el Sistema Rector del órgano (la Comunidad) y el Sistema Rector Central (el País), no pueden admitirlo y aquí
comienza a entrar en acción nuestro
sistema inmunitario, porque él, está
encargado de luchar contra todo aquello que represente un peligro para el
conjunto del organismo (microbios, alérgenos, cáncer…). No sé si me he explicado
bien y se ha comprendido el concepto, pero creo que he procurado esquematizarlo
de la forma más sencilla posible.
Ahora
vamos a meternos en algo más profundo, poco, muy poco, porque el sistema
inmunitario es muy complicado. Miren, cuando yo comencé mis estudios de
medicina, conocíamos, que había una
inmunidad natural, propia de cada persona desde el nacimiento (hay personas
que son inmunes por ejemplo a la tuberculosis, a la fiebre tifoidea, etc., lo
habéis visto en algunas películas, hay una epidemia de una enfermedad rara en
la humanidad y alguno de los protagonistas es inmune a ella y con su sangre, se
hace una vacuna, que salva a las personas que el guionista haya querido que
sobrevivieran) y sabíamos que existía una
inmunidad adquirida, que se lograba con la creación de anticuerpos, que
luchaban contra los antígenos (sustancias externas al organismo que penetran en
él y pueden crear daño). Conocíamos la
existencia de las inmunoglobulinas de
los macrófagos y poco más.
Hoy
día, es mucho lo que se conoce, pero, según el Dr. Geffner, es mucho más lo que
queda por conocer. Aquí, podríamos hacernos muchas preguntas que no sabemos
contestar, por ejemplo: ¿porqué las defensas inmunitarias, no logran una
erradicación tumoral total?, ¿porqué, muchos microorganismos, logran evadir
nuestras defensas y producir enfermedad?, ¿por qué algunos microorganismos
dejan “memoria inmunitaria” y otros no?, ¿por qué algunos microorganismos
pueden permanecer en estado latente dentro de nuestro organismo y resurgir en momentos
de debilidad?. ¿Porqué?, ¿Porqué?. El Sistema inmunitario es muy complejo y su
respuesta es diferente para un virus, para una bacteria, para un parásito o
para un cáncer, etc. Cada agresor tiene su respuesta.
Veamos la respuesta en el caso del cáncer. Ya
en el año 1909, Ehrlich, indicó, que el sistema inmunitario podía protegernos
contra el cáncer. Sin embargo, en aquel entonces, esta teoría no pudo
demostrarse. Es más, en la década de los años 50 del siglo pasado, se descartó
este hecho, es decir se creyó, que el sistema inmunitario, no intervenía en la
presentación y evolución del cáncer.
Ahora, diréis que el experimento en el que fundamentaron esta afirmación, fue
muy “burdo”, pero era el no va más de la investigación, fijaros: en esos años,
se sabía que el Timo (una pequeña
glándula, que se encuentra en la parte antero-superior del tórax, detrás del
corazón), intervenía en los procesos inmunitarios, entonces, se inyectó una sustancia
cancerígena (el metilcolantreno), a un grupo de ratones normales y también se
le inyectó a un grupo exactamente igual de ratones a los que les habían
extirpado el Timo. Era de esperar,
que a aquellos ratones que no tenían timo,
se les desarrollase un mayor número de tumores malignos, puesto que no
poseían sistema inmunitario de lucha. Sin embargo ¡oh! sorpresa, en los dos
grupos de ratones, con Timo y sin Timo, se
desarrollaron el mismo número de cáncer. Conclusión, el Sistema Inmunitario, no interviene en la defensa contra el cáncer.
Pasaron
varios años y todo seguía igual, hasta que otro grupo de investigación,
comprobó, que los ratones sin Timo, no
tenían una inmunodeficiencia completa. Seguían teniendo unas células que se
llamaban Natural Killer (NK), (podemos traducirlo al español por: células,
asesinas naturales, pero hemos aceptado Natural Killer, al igual que hemos
aceptado Stop, bypass, KO, etc) y además, poseían otras células llamadas T, que
es verdad que en su mayoría se forman en el timo, pero hay células T que se
forman en otros territorios, es decir son extratímicas. Ambos tipos de células,
Natural Killer y T, luchan contra la implantación del cáncer.
Avancemos
un poco más. Las células Natural Killer,
se forman en su mayor parte en la médula ósea y en menor cantidad en otros
territorios. Cuando se pide un hemograma (que es un análisis de sangre), en él
identificamos, que cantidad de hematíes tenemos, cuantos leucocitos, cuantas
plaquetas, etc., y dentro de los leucocitos, identificamos unos, que se llaman linfocitos, pues bien entre el 10 y el
15 % de esos linfocitos, son células NK. Una de las funciones de esas células
NK, ES ELIMINAR CÉLULAS TUMORALES. Por eso, si aparece una
célula maligna en el organismo, las Natural Killer se activan y por mecanismos
que no son de explicar aquí, se dirigen contra ese cáncer incipiente y en la
mayoría de las ocasiones lo destruyen. Pero desafortunadamente, en algunas
ocasiones, las defensas que establecen los tumores, son mejores y el cáncer
persiste.
Hablábamos
antes de otras células, las células T (linfocitos T), que en su mayor parte se
forman en el Timo, pero en pequeño
número se pueden formar en otros territorios. Entre las muchas funciones de
estas células, se encuentra la de luchar contra células malignas, tratando de
eliminarlas, se crea así otro frente de nuestras defensas.
Entonces ya sabemos de
forma muy simple y resumiendo. En nuestro organismo entran los posibles carcinógenos o se forman
dentro de él (sustancias químicas, radiaciones, radicales libres, etc). Se daña la célula, 1er paso
de defensa, los genes dan orden de
repararla falla 2º paso de defensa, los genes dan orden de que se suicide
(apoptosis) Falla La célula maligna se desarrolla y se crea
el oncogen Las células malignas comienzan a
multiplicarse
3er Paso de
defensa, se activan las células Natural
Killer y los linfocitos T si vencen, el cáncer muere Falla El cáncer sigue creciendo y a
partir de ese momento, puede ocurrir que el cáncer produzca síntomas tempranos,
o puede ocurrir que por cualquier otro motivo, se realice un estudio de la zona y se descubre
el cáncer. el diagnóstico se dice que ha sido precoz y con los tratamientos actuales (quirúrgicos,
radioterápicos o quimioterápicos), el cáncer
muere en gran número de casos. Si los síntomas son tardíos el estudio se realiza tarde porque no existía motivo para hacerlo
antes y el cáncer ha seguido creciendo y
extendiéndose. A veces salta en la distancia, son las metástasis y la curación
es cada vez más díficil.
Si estáis
interesados en el Sistema Inmunitario, os aconsejo el libro de Faimboim L. Geffner J2, en él, se
plasma de forma didáctica una introducción a la inmunología humana, que puede
que para el especialista sea superficial, pero que yo considero interesante para
cualquier profesional médico.
Ya hemos visto que el cáncer puede desarrollarse de forma
silente y nuestro sistema inmunitario está luchando contra él de forma silente,
sin que nos demos cuenta, bueno, pues los alimentos, desde antes de que aparezca
la primera célula anómala, pueden estar actuando y pueden cooperar en la
prevención o en la desaparición de las células cancerosas.
Pueden
eliminar algunos carcinógenos, por ejemplo los radicales libres.
Pueden
impedir que penetren sustancias carcinógenas, evitando tomar alimentos que las
contienen.
Pueden
ayudar a que la célula se suicide.
Pueden
ayudar a que la célula maligna reciba material nutriente, al disminuir la
formación de vasos sanguíneos (efecto antiangiogénico)
Pueden
ayudar a que los tratamientos (citostáticos, radiación y quirúrgicos)
disminuyan sus efectos secundarios e incluso pueden potenciar la acción de los mismos.
Así
que queridos amigos, comencemos la lucha contra el cáncer en edades tempranas. Escojamos bien nuestros alimentos y estaremos
ayudando a la prevención de esta horrible plaga.
Bibliogrfía:
1. Farreras
Valentí P. Medicina Interna. (ed.) 1960. Barcelona. Manuel Marín y Cia.
2. Faimboim
L. Geffner J. Inmunología humana. (ed.) 2011. Madrid. Editorial médica
panamericana.
3.
Seoane M, Mosquera-Miguel A, Gonzalez T,
Fraga M, Salas A, Costova JA. The
mitocondrial genome is a “genetic sanctuary” during the oncogenic process. PLoS
One. 2011;6(8): e23327.