CÁNCER
Y FIBRA ALIMENTARIA,
En principio, tenemos que definir bien el concepto de
fibra alimentaria, creo que hay muchas personas, que no saben lo que es y hay
que aclararlo. En mis tiempos de estudiante, no se hablaba de la fibra, yo al
menos no sabía lo que era, más tarde fui profundizando en el estudio de la
gastroenterología (Medicina del aparato Digestivo) y me introduje en el
conocimiento de la fibra de la mano de los Profesores Pedro Pons et al.
(España) y Bockus et al. (Pennsylvania, EEUU), en aquel entonces, hablábamos de
dieta con muchos residuos y la empleábamos en el tratamiento del estreñimiento
crónico. Poco después, comienza a relacionarse el cáncer con la alimentación y
aparecen en la bibliografía médica muchos estudios relacionando el cáncer,
sobre todo de colon y recto, con la toma de determinados alimentos. Los
estudios sobre la fibra, fueron numerosísimos
y la conclusión que teníamos era la de ser beneficiosa para la prevención
del cáncer de colon. Pero no
adelantemos acontecimientos y vayamos por pasos, porque la polémica está
servida.
En la década
de los años 60 del siglo pasado, se hablaba de la fibra como cosa accesoria, la
mayoría de los médicos, confundíamos la fibra con los residuos no absorbibles,
de modo que en esos años, advertíamos a los enfermos con diverticulosis, que
evitaran tragarse las semillas de uvas, naranjas, limones, y todos los
alimentos que tuviesen pepitas o binzas. ¿No sabéis lo que son las binzas?,
bueno, yo tampoco lo sabía, pero esa palabra, me la enseñó una mujer murciana,
de la que estuve y estoy profundamente enamorado, pero, que el destino me
arrebató, precisamente por complicaciones postoperatorias de un cáncer de
colon. Que soy un “cursi”, pues lo soy, aunque yo no sé, si amar y
manifestarlo, es de personas “cursi”, aunque tengan como yo 74 años. A lo que vamos, es que ella, me enseñó, que binza en Murcia, se les llama
a las pepitas del tomate y pimiento (buscadlo en el diccionario, que lo
encontraréis) y les decíamos a nuestros enfermos con divertículos, que procuraran no tragarlas, porque una
pepita de esas, se podía introducir en un divertículo y atrancarlo, con la
consiguiente infección del mismo.
Aquí, conviene hacerse la siguiente pregunta:
¿Qué es la fibra?
Podemos
definirla, como la parte de los alimentos vegetales que no se absorbe en el
intestino delgado y que experimentan una gran fermentación en el intestino
grueso. Según esta definición, no es un nutriente, porque prácticamente no se
absorbe, aunque desempeña funciones importantes, por ejemplo: activa el
peristaltismo intestinal (contracciones del intestino), retiene agua y modifica
la flora intestinal, la cual a su vez, fermenta parcialmente a la fibra y la
descompone por un lado en hidrógeno, dióxido de carbono y metano y por otro en
ácidos grasos de cadena corta (acetato, propionato y butirato), atención a éste
último, porque muchos autores, le atribuyen el poder preventivo en el cáncer de
colon.
Las fibras son polisacáridos, ¿os acordáis cuando hablábamos
de los azúcares?, los dividíamos, en
monosacáridos (un solo azúcar, como la glucosa, fructosa, etc.) disacáridos
(formados por dos azúcares, como la sacarosa (glucosa+ fructosa..) y
polisacáridos (formados por grandes cadenas de monosacáridos), estos últimos se
dividen en dos grupos:
1. polisacáridos de reserva,
que se almacenan en los tejidos animales en forma de glucógeno, proporcionando
energía al organismo al metabolizarse en glucosa. En el caso de los vegetales
los polisacáridos, se almacenan en forma de almidón.
2. polisacáridos
estructurales, que forman la estructura de los vegetales (vamos, como si
fueran el esqueleto), el más importante de ellos, es la celulosa. Pues bien,
estos polisacáridos estructurales son la parte más abundante de la fibra.
Creo,
que debemos profundizar algo más en el estudio de la fibra y decir, que
normalmente, la dividimos en otros dos grandes grupos:
·
Fibra
insoluble: que por su insolubilidad, retiene poco
agua y además resiste la acción de la flora microbiana (microbios del
intestino, especialmente del colon). Son
fibras poco fermentables y los ejemplos más representativos, son: la celulosa, hemicelulosa, lignina y un
tipo de almidón insoluble (el
almidón normal, se puede disolver en
agua, este como decimos es insoluble en ella). Esta fibra, la encontramos en cereales enteros (trigo, cebada,
avena, arroz, centeno, maíz…) y en harinas integrales de los mismos, pero las
harinas, habituales para hacer pan blanco, normalmente han pasado por el tamiz,
para quitar la cascarilla y saben, esto,
en teoría es perjudicial, porque le quitamos la mayor parte de la fibra y en
algunos casos, como el arroz, se pierde la vitamina B1 que se
encuentra en ella. Bueno, esto son divagaciones, lo que quiero deciros, es que
la cascarilla de los cereales es importante y no solo por la fibra.
Además de en los
cereales, la fibra insoluble, se encuentra en guisantes, coles, manzanas,
cítricos, frutos secos, patatas, habichuelas verdes, espinacas, acelgas,
alcachofas y en otras frutas y verduras,
sobre todo si las tomamos con piel. Por ello para tomarlas, sería interesante
lavarlas y no pelarlas, lo que ocurre, es que a las frutas y verduras, les
añaden tantos herbicidas e insecticidas, que si os digo que las toméis con su
piel, podría estar cometiendo un error, porque por mucho que se laven, no les
vamos a poder quitar todos los restos de esas sustancias, que aunque
permitidas, no nos fiamos nada de ellas.
En
mis tiempos de ejercicio de la medicina, empleaba con frecuencia el salvado de
trigo, era una buena indicación para el estreñimiento, ya que aumenta el
volumen de las heces y las ablanda. También utilizaba algún tipo de algas
marinas con alto contenido en fibra, como el agar-agar.
Fibra soluble: se
encuentra en legumbres, cereales y muchas frutas. Sus componentes, captan mucha
agua y es muy fermentable. En este mecanismo, interviene la flora intestinal, formando gran
cantidad de gases, ya lo hemos dicho más arriba, se forma hidrogeno, dióxido de
carbono y metano. Ya sabéis que el dióxido de carbono (anhídrido carbónico), es
un gas de efecto invernadero, pero el metano, también lo es y además su efecto
invernadero es 20 veces mayor que el del CO2. Hasta tal punto esto
es así, que algunos científicos, achacan parte del cambio climático, a los
“pedos” (perdón) de las vacas, que están cargados de metano, porque su
alimentación (piensos y hierba), contiene mucha fibra. Pero otra vez vuelvo a
divagar. Sigamos con la fibra soluble. En ella podemos incluir a varias sustancias
como:
a.
La
pectina: que al solubilizarse en agua, forma una especie de
gel. Se encuentra en manzanas, cítricos, higos, plátanos, zanahorias,
berenjenas, calabaza y otras frutas y verduras.
b.
Los
mucilagos: de naturaleza viscosa, se encuentran por
ejemplo en judías verdes, el agar agar (el alga que yo utilizaba), el higo,
etc.
c.
Las
gomas: las más conocidas son la goma guar y la arábiga que
se utilizan en industria alimentaria y no alimentaria, la última, la utilizabamos como pegamento en mis tiempos,
pero también se utilizaba en fabricación de caramelos y como espesante de otros
alimentos y piensos.
d.
Inulina:
polisacárido
formado por numerosas cadenas de fructosa y que se encuentra en cebolla, ajo,
alcachofa, espárragos, puerros, etc.
La
dosis diaria recomendada (RDA) de fibra ha sido establecida por la American
Dietetic Association (ADA) entre 20 y 35 gramos diarios, otras asociaciones
indican cifras parecidas, entre 25 y 30 g/día. Con una proporción aproximada de
3/1, entre insoluble y soluble. La OMS, recomienda no bajar de los 22 gramos al
día1-2-3.
Como
efectos adversos, solo podemos
destacar el meteorismo (aumento de gases intestinales), ya que aumenta con la
fermentación de la fibra, sobre la que actúa la
flora intestinal. Esto, es un efecto menor, pero a veces nos ha llevado a suprimirla por las molestias que aparecen:
hinchazón abdominal, ruido de tripas, opresión
diafragmática e incluso dolor.
Indicaciones
clínicas de la fibra:
1.
Estreñimiento:
Es
una indicación de los dos tipos de fibra mencionados, ya que facilita la
velocidad del tránsito intestinal, retiene gran cantidad de agua, por lo que
las heces se hacen más blandas y como al mismo tiempo aumenta la cantidad de
residuos (porque la mayor parte de la fibra no se absorbe), se facilita la
evacuación. Si además ingerimos una buena cantidad de líquidos, las cosas,
funcionan mejor.
2.
Obesidad:
Una
dieta rica en fibras, posee menos cantidad de calorías en relación al volumen
que una dieta normal, provoca una sensación de saciedad más temprana y al
retener parte de los azúcares y de las grasas, disminuye el aporte calórico
final.
3.
Hipercolesterinemia:
La
fibra puede actuar por tres mecanismos diferentes:
a.
Como agente secuestrador de las
sales biliares, lo que hace disminuir la absorción de las grasas.
b.
Los alimentos que la contienen suelen tener un
índice glucémico bajo, por lo que se retarda la absorción de los hidratos de
carbono.
c.
Producen aumento de AGCC (ácidos
grasos de cadena corta) con lo que se reduce la síntesis de colesterol.
4.
Diabetes:
Los
alimentos que la contienen, sobre todo la insoluble, hacen bajar el índice
glucémico. Un ejemplo las baguettes, que son de harina tamizada, tienen un
índice glucémico de 95, mientras que el pan integral, es de 51. Las personas
con diabetes tipo 2, se benefician de los alimentos ricos en fibra.
5.
Diverticulosis
de colon: Es difícil explicar los que es una diverticulosis,
una imagen, valdría más que mil palabras. Pero podría deciros que son pequeñas
bolsitas que aparecen en el colon, como consecuencia de relajarse su pared en
algunos puntos. Igual que la botana de un globo al hincharse, pero que en lugar
de explotar se va formando la bolsita. A veces se forman cientos de ellas, más
frecuentemente en una zona del colon izquierdo que llamamos sigma. Normalmente
no presenta síntomas, pero cuando se infecta alguno de los divertículos, puede
perforarse y dar lugar a una peritonitis.
Con el objeto de
regularizar la motilidad intestinal y prevenir la formación de diverticulos, se aconseja la toma de fibra,
también se aconseja para prevenir los cuadros de diverticulítis. Pero la
verdad, este hecho está muy controvertido, existiendo estudios que niegan su
efectividad4-5-6 y otros, que la afirman, aunque estos últimos
reconocen que son necesarios estudios más con mayores evidencias7-8-9.
Mis largos años
de experiencia, me llevan a deciros, que el factor de mayor riesgo para presentar
diverticulosis, es la edad, de modo que a los 60 años, el 30 o 40% de las
personas los tienen y la toma de fibra puede que disminuya la aparición de
divertículos, no olvidemos que la fibra mejora el estreñimiento (causa de mayor
presión en el colon) y cambia la flora microbiana. Yo diría que el tomar fibra
en este caso tiene sus ventajas.
6.
Otras enfermedades que pueden
beneficiarse de su uso, son: arteriosclerosis, enfermedad coronaria y cáncer de
colon, pero de éste, vamos a hablar extensamente.
CÁNCER
DE COLON Y RECTO: En lo que concierne al cáncer de
colon/recto en relación con la fibra, existe una larga polémica:
Todo
comenzó en 1971, cuando Denis Burkitt, lanzó una teoría, en la que decía, que
una disminución en la ingesta de
fibra, era un factor etiológico (una causa) del cáncer de colon. Esta teoría, se basaba en el hecho de
que en la población africana, con alta ingesta de fibra y baja en hidratos de
carbono refinados, el cáncer de colon era raro, mientras que en poblaciones
occidentales avanzadas, en las que ocurría lo contrario, la incidencia de
cáncer de colon era muy elevada.
Pues
aquí, se inició la polémica, las publicaciones, que fueron apareciendo, se
contradecían unas a otras y vamos a ver, qué ha pasado con estas teorías hasta
el momento actual.
Por ejemplo, en respuesta a la teoría
de Burkitt, O’Keefe et al., lanzaron otra respuesta bien fundamentada, al
considerar, que esta menor incidencia, no puede ser explicada por los factores
protectores de la fibra y otras sustancias, como la vitamina C, A, ácido fólico
y calcio. Pero sí puede estar influenciada por la ausencia de factores
agresivos, como la ingesta de un exceso de proteínas y grasas (como ocurre en
el mundo occidental), que ocasionan diferencias de la fermentación bacteriana
en colon y provocan la aparición de carcinógenos en el mismo. Además, la
presencia de sustancias potencialmente carcinogenéticas (herbicidas, plaguicidas,
conservantes, desinsectantes, etc.) es mucho más abundante en los países
desarrollados que en los del tercer mundo73.
Las
cinco tendencias, que aparecen en la bibliografía, son:
1ª. Una dieta pobre en fibra es un factor de riesgo, para la aparición del cáncer de colon y una alta ingesta, puede
tener efecto protector 10- 32-35-37-43-59
2ª.
La deficiencia en la toma de fibra, no señala evidencias de que sea un factor de riesgo para la aparición
del cáncer de colon11-31.
3ª.
Ninguna
de las dos anteriores, lleva razón. Todo depende del tipo de fibra que tomemos,
ya que unas exhiben factores protectores, mientras que otras claramente desarrollan
el refuerzo del tumor12-18-21-22-26-34.
Así que la ingesta de fibra insoluble (celulosa, lignina,
cereales en grano) lleva aparejado un
menor riesgo de cáncer de colon39-40-41, mientras que la ingesta de
fibra soluble (algunos vegetales y frutas),
no tienen efecto protector e
incluso puede estimular la carcinogénesis21-22- 30. Esto
es lo que también concluyen McKeown-Eyssen y Bright-See, quienes afirman,
que la única fibra que disminuye la mortalidad por cáncer de colon, es la de
los cereales14. Sin
embargo, en esto existe mucha polémica, porque alguna publicación, dice que el
guar y la pectina que son fibras solubles, tienen un efecto protector mayor,
que el salvado de trigo36,
por el contrario, otros opinan, que el guar y el salvado de avena o de maíz, forman una menor cantidad de butirato
(sustancia que se forma en el intestino por fermentación de la fibra y que
protege contra el cáncer de colon, como luego veremos), que el trigo y por
tanto tienen menos efecto protector que este. 33-38-68-72.
Pero seguimos queriendo confundiros,
(como me ha ocurrido a mí), Según Hill, (que realizó una revisión de muchos
estudios, procedentes de Europa, América y Australia), la fibra de cereales y
verduras, es altamente protectora, la de fruta es neutra y la de algunos
tubérculos, puede promover el cáncer61,
mientras que Le Marchand, dice que la fibra de cereales y fruta no tiene
efecto, mientras otros tipos de fibra sí la tienen65 y un tercero en discordia, concluye diciendo, que los
cereales como fuente de fibra, no tienen efectos protectores, pero que las
personas que consumen pocas frutas y verduras tienen un riesgo aumentado79.
Llegados a este punto, tenía tal lio, que
quise tirar la toalla y abandonar el estudio, pero la curiosidad de ver el
final, me llevó a continuarlo.
4ª.
La
fibra ejerce un efecto protector, frente al efecto carcinógeno de las grasas saturadas y las carnes rojas15-23-29-51-56-71-76-86,
pero para que se ejerza esa acción, son necesarios al menos 20 gramos/día de fibra
26-70, como ya hemos
indicado más arriba, al hablar de la dosis diaria recomendada (RDA). O sea, que
en principio si queremos obtener unos buenos resultados en la prevención del
cáncer de colon, debemos tomar pocas
grasas y carnes rojas y más fibra.
5ª.
La fibra no constituye ningún factor de protección, para el cáncer de
colon/recto48 o puede actuar, no por sí misma, sino favoreciendo
la acción de otras sustancias anticarcinógenas de los alimentos25
En
lo que respecta al mecanismo de acción de la fibra, son muchas las
evidencias que sugieren, que los ácidos biliares, pueden estar implicados en la
aparición del cáncer de colon y que la fibra, disminuye su excresión y los
convierte en ácidos grasos de cadena corta. Precisamente, la población con alto grado de
desarrollar cáncer colorectal, tiene un
aumento de la excreción de ácidos biliares y una flora bacteriana intestinal
modificada. Esto ocurre por ejemplo,
cuando se toman gran cantidad de grasas y proteínas animales. Sin embargo, no
todos los autores están de acuerdo, algunos estudios epidemiológicos de casos y
controles, entre personas normales y personas con cáncer de colon, no han
podido demostrar diferencias en la composición de sus heces17. Otros trabajos, comprueban que las heces de personas
a las que se administra fibra (trigo entero y/o pan de centeno), modifican la
flora intestinal y disminuyen el contenido de ácidos biliares24, es más, algunos indican
que los ácidos biliares, pueden producir daños en el ADN, daños que pueden ser
prevenidos, si se ha tomado antes fibra, concretamente celulosa28.
Pero este no es el único mecanismo de
acción, la fermentación de la fibra, produce ácidos biliares volátiles, que in
vitro (estudios de laboratorio en células), han demostrado tener capacidad
antitumoral, además, disminuyen el pH, que a su vez se traduce en modificación
de la flora intestinal. De modo que no podemos identificar un solo mecanismo
por el que la fibra inhiba o prevenga la carcinogénesis, los mecanismos son
múltiples y se requieren más investigaciones18-19.
Con el transcurrir del tiempo, aparecen
nuevos estudios y se añaden nuevos mecanismos de acción, uno de ellos, es la
formación de ácido butírico o butirato, que puede proteger a las células del colon de
cambios displásicos (las células se van diferenciando de las normales, primer
paso para la malignización)20,
al ingerir menos fibra, se forma menos butirato y por tanto el poder
antineoplásico disminuye y la incidencia de cáncer de colon aumenta. Sin
embargo, Sakamoto del Departamento de Higiene de la Universidad de Japón, pone
en duda, que el butirato inhiba la carcinogénesis, al menos eso dedujo de su
estudio en ratas55.
Otro mecanismo, que se sugiere, es,
que la activación de algunos pro-carcinógenos, puede ser mediatizada
enzimáticamente y que estas enzimas pueden ser incrementadas por las grasas e
inhibidas por ciertos tipos de fibra. Esto se ha comprobado en algunos
extractos de heces que contienen sustancias mutagénicas27.
Finalmente, se habla como mecanismo de
acción de ciertos tipos de fibra
insoluble (celulosa, cebada y lignina),
la reducción en la formación de 1-2 dimethylhydrazina, que es una
sustancia, que induce cáncer de colon 39-40-41.
Ya hemos visto los diversos mecanismos
de acción de la fibra en la prevención del cáncer de colon, que a modo de
resumen, podemos enumerar: disminución de la excreción de ácidos biliares,
modificación de la flora intestinal, mutagenicidad del contenido intestinal,
modificación del pH intestinal, alteraciones celulares de la mucosa del colon,
efecto protector contra carcinógenos intestinales, retención de agua (que
diluye los posibles carcinógenos) y el más citado, formación de butirato
sódico. Pues bien, la mayoría de los autores, se inclinan, a que el mecanismo
de acción por el que se ejercen efectos preventivos sobre el cáncer en humanos,
no es único, sino múltiple, de ahí, las diferencias que pueden existir entre
distintas publicaciones36-42-45-47-58-60-62-63-66-67-75-78-88.
Si los estudios en humanos hubiesen sido como los estudios in vitro (en células
cultivadas en laboratorio) y en animales,
no tendríamos problemas, casi todos los que he revisado, conceden a la fibra en
general un papel protector para el cáncer de colon44-46-49-50-51-53-54-57-64, solo encontré alguno que
decía, que es cierto, confiere protección, pero es distinta, según región de
colon y tipo de fibra52.
Pero tenemos la desgracia, que al realizar estudios sobre
humanos, los resultados, son discordantes, por eso, cuando encuentro alguno,
que puede tener gran relevancia, lo hago resaltar, porque pudiera que él
resolviera las dudas, pero veréis lo que pasa:
Es necesario, por
su importancia, resaltar un estudio prospectivo EPIC (realizado por 10 países europeos desde los
años 1992 a 1998 y en el que fueron examinadas 519,978 personas, entre 25 y 78
años, y fueron diagnósticados 1065 casos de cáncer de colon), las conclusiones,
fueron las siguientes: La cantidad de
fibra tomada con los alimentos, está inversamente relacionada con la incidencia
de cáncer de colon (es decir a menor ingesta de fibra, mayor la incidencia
de este tipo de cáncer). En poblaciones con baja ingesta de fibra, podríamos
disminuir el riesgo de cáncer de colon en un 40%, si duplicamos la toma total
de fibra de los alimentos84.
Tambien
debemos resaltar, que en un programa de detección precoz de cáncer de colon
distal, realizado por el National Cancer Institute de USA, se compara la
cantidad de fibra tomada por 33,971 participantes con sigmoidoscopia negativa
para pólipos, con 3,591 casos con al menos un pólipo adenomatoso y los
resultados confirman, que la fibra,
particularmente de cereales y frutas, se asocia con un menor riesgo de adenomas
distales de colon (aunque no de recto)85 y que en un estudio
prospectivo llevado a cabo sobre 61,433 personas en Suecia, se indica que una alta ingesta de cereales integrales, determina una disminución en
el número de cáncer de colon en mujeres89.
Naturalmente,
creía haber encontrado el buen camino, pero no fue así, pronto aparecen las
contradicciones:
1. En una revisión llevada a cabo por
Whiteley en USA, se dice, que muchos estudios y mecanismos por los que se
quiere explicar el factor de protección de la fibra, son inconsistentes y contradictorios, incluso dichos mecanismos, pueden ser
simples cambios de la normal homeostasis77.
2. En un estudio prospectivo,
publicado en 1999 en el New England Journal Medical, llevado a cabo por Fuchs
et al., (del Departamento de Medicina del Brigham and Women’s Hospital y la
Harvard Medical School de Boston USA) sobre 88,757 mujeres durante 16 años, a
las cuales se sumaron 27,530 endoscopias colorectales, realizadas en ese
periodo de seguimiento y en el que se diagnosticaron 787 casos de cáncer de
colon y recto y 1012 adenomas (tumor benigno, susceptible de malignización) del mismo territorio. Pues bien, tras los
ajustes de edad, factores de riesgo establecidos y cantidad de energía
ingerida, llegan a la conclusión de que
no existe relación entre la cantidad de fibra tomada y el riesgo de aparición
de cáncer de colon y/o recto69.
3.
Igual
acontece en el estudio basado en Cochrane Database, los autores que hacen la
revisión sobre fibra en esta base de datos, no encuentran justificación para indicar que la fibra es un factor de
protección del cáncer colorectal80.
4.
Como tampoco la indican como factor de protección en Japón, siempre y
cuando, las personas guarden una ingesta baja de grasas animales (parece por
tanto que las grasas sean cancerígenas, no que la fibra sea protectora) 81-82.
5. Siguen las publicaciones que indican, que la alta ingesta de fibra, no
previene ni disminuye el desarrollo del cáncer de colon87.
6.
Después del estudio EPIC en Europa, que decía que la fibra era protectora,
la Harvard Medical School, inicia otro estudio prospectivo en 76, 947 mujeres y
47,279 hombres, concluyendo, que no existe una importante asociación entre la
fibra y el cáncer de colon, pero que existen una serie de factores en la dieta
y el estilo de vida, que pueden llevar a la confusión90.
7.
Y lo que parecía disipar todas las dudas, fue otro estudio publicado en JAMA y realizado por el
Department of Nutrition of the Harvard School of Public Health, Boston. USA. El
estudio, comprendía 725,628 personas (mujeres y hombres), en seguimiento entre
6 y 20 años. En principio, en el análisis ajustado por edad, la ingesta de
fibra se asoció inversamente, con el cáncer colorectal (es decir a menor
ingesta de fibra, mayor el número de casos de cáncer colorectal). Sin embargo,
tras considerar otros factores de riesgo, en sentido positivo o negativo
(fumar, toma de alcohol, índice de masa corporal, toma de carnes rojas,
cantidad de calorías de la dieta, ingesta de folatos o vitaminas etc.), se
llega a la conclusión de que: una alta
ingesta de fibra, no se asoció con un riesgo reducido de cáncer colorectal91.
8.
En
2007, aparecen dos estudios que concluyen diciendo que: el papel de la fibra en la prevención del cáncer de colon, es
inconsistente, aunque la toma de harina integral, se asoció a una
disminución de riesgo, no significativa. Por tanto son necesarios más estudios93-94.
Otra vez, creíamos tener la decisión a
tomar y nos estábamos haciendo a la idea, de que la fibra, no se puede asociar a un riesgo disminuido de cáncer de
colon.
Pero, en 2007, The International
Agency for Reserch on Cancer (IARC), publica un estudio muy interesante, sobre
los alimentos y el cáncer. Un panel de expertos, estudia la mayor parte de la bibliografía
publicada sobre el asunto y en uno de sus apartados dedicado a la fibra, nos dice que: la fibra probablemente protege del cáncer de colon. Como veis, no
nos proporciona evidencias, se les plantean las mismas dudas que las de mi
estudio (al fin y al cabo los dos estudios se basan en lo mismo, la
bibliografía publicada)
Por tanto, las dudas no se disipan.
Los distintos autores, siguen sin estar convencidos del papel que juega la
fibra en el cáncer de colon, y se plantean que puede existir un nuevo mecanismo
para explicar el efecto beneficioso de la fibra y sus contradicciones. En
esencia, es otra vez a través del butirato
de sodio formado en la fermentación intestinal. Pero introducen una nueva teoría: La
actividad del butirato, puede depender
de la cantidad de otro factor presente en el
intestino, el TGF-beta, que lo potencia92(al parecer este factor puede ser variable en las
personas). En otros estudios, se indican mecanismos de la acción del butirato con otros
productos distintos al TGF. beta96-98-102.
Esto podría explicar los diferentes resultados que se obtienen, pues dependen
de la presencia o no, del factor activador, o de su mayor o menor cantidad.
En una publicación del 2008, los
integrantes del estudio EPIC, quizá para defender sus conclusiones anteriores, señalan
que la fibra, puede impedir la formación de alteraciones del ADN, de diferentes
formas: mediante la dilución en el tracto gastrointestinal de mutágenos y
carcinógenos potenciales, mediante la aceleración del tránsito intestinal y
mediante el secuestro de sustancias cancerígenas por parte de la fibra95. Pero esta aclaración, la
hemos ya visto en otras publicaciones que os he indicado.
¿Sabéis también a lo que puede deberse
que la fibra proteja o no del cáncer?, pues, al fiel cumplimiento de una dieta
baja en grasas saturadas y alta en ingesta de fibra. Al menos así se deduce de
dos estudios, uno sobre la prevención de pólipos del intestino grueso y el otro
sobre la prevención del cáncer colorectall97-99. Es decir, que tanto los que dicen que
protege, como los que dicen que no protege, pueden llevar razón, pues en último
grado, la verdad depende de lo que dicen o hacen lo enfermos. Ocurre igual que
en las encuestas sobre votaciones de partidos, la persona nos dice que va a
votar a un partido y a la hora de la verdad vota a otro. Me diréis que esto es
diferente, se trata de la salud, pero, recordad que son estudios en los que se
plantean preguntas sobre la dieta que les han marcado y que unos pueden
cumplirla y otros no, pero estos últimos, pueden después tener vergüenza en
contestar que no la han cumplido. Bueno,
los autores de las dos publicaciones que os señalo, opinan que es posible y yo,
con ciertas dudas también. Sobre todo en los estudios retrospectivos (se
realizan sobre hechos pasados) y por tanto yo diría que no son válidos, la
memoria y la estadística, fallan mucho.
Otra forma de poder explicar las
diferencias entre unas publicaciones y otras, es saber, que el cáncer de colon,
no es una sola entidad (como creían los epidemiólogos hasta hace poco tiempo).
Recientemente, ha quedado claro, que el cáncer de colon, puede surgir a través
de diversas vías histológicas y diversas vías genéticas. Lo que explicaría la
obtención de diferentes resultados en estudios diferentes83
Para terminar la revisión
bibliográfica, los últimos trabajos publicados, son favorables. La fibra es un factor protector del cáncer de colon, y así, lo
podéis deducir de los trabajos que os indico a continuación: en un estudio del 2010 realizado en Italia,
de casos control, se concluye que: el
almidón (s0luble) es potencialmente un indicador desfavorable de cáncer colorectal. Las vitaminas, la fibra y las grasas insaturadas lo son de un riesgo
reducido100. Otros estudios, indican que la harina integral de cereales, se asocia a un menor riesgo de cáncer de
colon y quizá de recto, en hombres, pero
no en mujeres101-103 y que la toma de fibra, es inversamente
proporcional a la aparición de pólipos adenomatosos de colon (tumor benigno,
que puede malignizarse)104.
El siguiente trabajo, lo debemos resaltar (porque además es el último), se trata del estudio EPIC que habíamos
señalado antes84. Pero
debido a que sus resultados eran contradictorios, con otros amplios estudios de
cohortes (especialmente con el publicado en JAMA91), se prolongó hasta completar un seguimiento de 11 años,
siendo diagnosticados 4,517 casos de
cáncer colorectal. ¿Sabéis cual ha sido el resultado?, pues el mismo que se
había publicado, es decir: La ingesta
total de fibra, guarda una relación inversa al número de casos de cáncer
diagnosticados, tanto para la fibra de cereales, como para la fibra de frutas y
verduras, excepto en el caso del cáncer de recto, que fue solo evidente para la
fibra de cereales105.
Y
aquí termino, veremos si en el futuro, pueden aclararnos el dilema de la fibra,
de todo lo estudiado. Hacemos un pequeño resumen, para explicaros, por qué
somos partidarios de aconsejar la toma
de fibra en cualquiera de sus formas (generalmente, los alimentos contienen
los dos tipos, la soluble y la insoluble, en mayor o menor proporción)110.
Nosotros
aconsejamos una ingesta diaria, en cantidades no inferiores a 20 gramos, por
las siguiente razones:
·
Determina
un aporte importante de cereales, verduras y frutas con lo que podemos disminuir
el aporte de proteínas, grasas saturadas y calorías (tres factores de riesgo en
la aparición del cáncer).
·
Se
regula el tránsito intestinal, el colesterol, la diabetes tipo 2, el apetito, y
la saciedad.
·
Puede tener efectos beneficiosos en la
cardiopatía isquémica, en la arteriosclerosis, en la obesidad y sobre todo, mejora
el estado de salud en la edad avanzada.
·
Si
además, es posiblemente un factor de
prevención y desarrollo del cáncer colorectal, ¿por qué hemos de seguir con la
polémica?, debemos aconsejar la toma de fibra
tanto soluble como insoluble y punto. Otros autores, piensan de la misma forma74-106-107-108.
Aunque para no
terminar la discusión, quiero deciros, que cada médico debe plantearse su
indicación, ya que, tampoco se ha demostrado con evidencias, que sea efectiva
en el estreñimiento, la diverticulosis o el colon irritable109, pero esta sería otra polémica, que no pienso abrir.
Para mí, el mecanismo de acción de retención de agua y aumento del volumen de
las heces, es tan claro, que no me cabe duda que es beneficiosa también para
estas indicaciones.
CONCLUSIONES:
1ª. La fibra no es
un nutriente, es una parte de muchos alimentos vegetales, compuesta por
polisacáridos (que son, grandes cadenas de monosacáridos, como la glucosa o la
fructosa), que no se absorben en el intestino delgado y que sufren grandes
fermentaciones en el intestino grueso.
2ª. La
encontramos sobre todo en granos enteros de cereales (trigo, cebada, avena,
centeno, arroz, maíz) y por tanto en sus harinas integrales. En verduras, como:
acelgas, espinacas, habichuelas verdes, alcachofas, etc.) y frutas como los
cítricos y en todas ellas si las tomamos con piel. Lo que ocurre, es que no
debo aconsejar tomarlas sin pelar, ya que aunque las lavemos convenientemente,
siempre quedan restos de herbicidas, insecticidas y otras sustancias
contaminantes.
3ª. La cantidad diaria que debemos
tomar, se encuentra comprendida entre
los 20 y 35 gramos. Cifra que alcanzamos con facilidad si tomamos pan integral
y una buena cantidad de frutas y verduras.
4ª. Su uso, tiene grandes beneficios,
ya que puede controlar en parte a la diabetes tipo 2. El colesterol,
arteriosclerosis, cardiopatía isquémica (angina de pecho e infarto), determina
saciedad temprana y por tanto, controla el apetito, es una buena indicación
para la obesidad.
5ª. Dado que uno de
los muchos mecanismos de acción, es la retención de agua, las heces se hacen
más fluidas y más voluminosas, por otra parte como no se absorben en el
intestino delgado, los residuos del colon, se hacen más abundantes. Por ello ha
sido muy utilizada para el estreñimiento y creo que debe seguir utilizándose,
aunque muchos estudios epidemiológicos, duden de esta aplicación. También se
duda, si tiene efecto en diverticulosis y colon irritable. Pero este sería otro
tema, que por el momento, escapa a nuestro propósito.
6ª. Aunque con ciertas dudas, es
posiblemente un factor de prevención del cáncer de colon y quizá del cáncer de
recto.
7ª. Por todos los beneficios antes
indicados, es particularmente útil en la edad geriátrica.
8ª. Tiene pocos efectos adversos,
realmente, solo el meteorismo (gases en intestino), a veces es muy intenso y
provoca movimiento de tripas, hinchazón abdominal y hasta dolor. Lo cual lleva
a disminuir su ingesta.
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