jueves, 9 de agosto de 2012

CÁNCER. PREVENCIÓN DAÑOS RADIACIÓN SOLAR


 PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE DAÑOS POR RADIACIÓN SOLAR.
            En los dos capítulos anteriores, hemos hablado de los efectos perjudiciales que pueden tener las radiaciones no ionizantes procedentes del sol. Aquí, en este capítulo, vamos a tratar de la mejor forma de prevenir o si llega el caso curar dichos efectos, vamos a desarrollar nuestro trabajo, dedicando un apartado a cada radiación en particular, pero antes de ello, creo que debemos saber un poco, muy poco, de la  fisiología de la piel.
            Lo primero que tenemos que saber, es que la piel tiene 3 capas1:
·         Epidermis
·         Dermis
·         Hipodermis

¿Qué tenemos que saber de la epidermis?
Pues que es la capa más superficial de la piel y que tiene un grosor variable, en la  cara 0,02mm (milímetros) en otras zonas 0,4 y en la planta de los pies, puede llegar hasta los 5 mm, esto tiene su importancia a la hora de los cuidados.
La epidermis, está formada por varias capas, pero solo nos vamos a referir a la profunda, que es la capa basal, porque en ella, se encuentran las células basales, que son las células madre de todas las células de la piel. También se encuentran los melanocitos que son las células responsables de la pigmentación (y juegan un importante papel en la defensa de las radiaciones solares). Bueno quizá debamos referirnos un poco a la capa superficial, la que está expuesta al medio que nos rodea, se llama capa cornea y en ella se encuentran los queratinocitos, (células duras de descamación), ellas son la primera barrera de defensa contra microbios, alérgenos, tóxicos, etc.
¿Qué tenemos que saber de la dermis?
                     Es la capa intermedia de la piel y está comprendida entre la epidermis y la hipodermis, en ella se encuentran los fibroblastos, células encargadas de la síntesis del tejido fibroso y de la sustancia fundamental y también otras células, llamadas mastocitos que entre otras cosas, intervienen en los mecanismos de la inflamación ya que segregan histamina,  heparina y serotonina. Tiene otras células que intervienen en el sistema inmune.
                     Es una capa, con muchos vasos sanguíneos y linfáticos, ya que tienen que nutrir a esta capa y a la epidermis, que carece de ellos y en ella se encuentran las terminaciones nerviosas.
           ¿Qué tenemos que saber de la hipodermis?
                     De esta capa no queremos saber nada, porque es la capa donde se acumula la grasa a la que tanto “odio” se le tiene, sin embargo, cumple funciones importantes, protege estructuras vitales, actúa como aislante, es una reserva importante de energía y en ella se encuentra la raíz del pelo y sobre todo las glándulas sudoríparas.
                     Realmente estos son los conocimientos básicos a los que en algún momento del tema, haré referencia a ellos y de los que tenemos que saber que al menos existen.

PREVENCIÓN PARA LA RADIACIÓN VISIBLE.
            En principio, este tipo de radiación produce pocos efectos perjudiciales, el deslumbramiento y la fotofobia que son pasajeros, pero a veces de forma indirecta tiene efectos mortales (deslumbramiento en carretera).  En ocasiones puede producir daños en la retina, pero generalmente esto ocurre por la acción de la radiación visible, la ultravioleta y la infrarroja. Os pongo unos ejemplos:
1.       El primer ejemplo, ocurrió en Baza (Granada), posiblemente se haya presentado en otras ocasiones y lugares. En esa población, hace varios años había un santón-curandero, que tenía muchos adeptos y un día, se le ocurrió concentrar a cientos de ellos para hacer unas proclamaciones. En un momento determinado, les pidió,  no sé por qué razón, que miraran al sol y mantuvieran la vista fija en él durante un tiempo, las personas con su fe y naturalmente sus “pocas luces” le hicieron caso. Resultado, al día siguiente en el periódico local, aparece la noticia: un gran número de personas con lesiones en retina, algunas graves, por mirar al sol y después desarrollaban la noticia del santón.  Por eso, os ruego que por mucha fe que tengáis, no hagáis estas cosas, el resultado es dañaros. Os ocurriría lo mismo que ocurría en los “juicios de Dios” de la edad media, en los que los jueces, pedían a los inculpados que metieran la mano en aceite hirviendo, si el inculpado era inocente, la mano no se quemaría, porque Dios no iba a permitir dejar sufrir a un inocente, pero sin duda, todas las personas a las que juzgaron por este procedimiento, debieron ser culpables,  porque todos extraían su mano “frita”.

2.      El segundo ejemplo se presenta, cuando queremos observar un eclipse solar o ver las manchas solares. Utilizar un cristal ahumado, un trozo de placa radiográfica o unas gafas de sol normales, puede ser peligroso. Debemos utilizar gafas con filtros especiales, (podemos encontrarlos en las ópticas).         Las gafas de soldador que sí protegen, no son muy aconsejables, porque su finalidad es proteger contra las radiaciones de  UV e infrarrojos que producen los  sopletes  ardiendo y realmente no sé, si su potencia es igual, inferior o superior a las radiaciones que llegan del sol. De modo que mejor estar seguros y utilizar las gafas específicas para esa función.

3.      Según la sensibilidad personal, cada ojo tiene un dintel de molestia a la luz, siempre que vayamos a alta montaña o al mar, deberíamos utilizar gafas con filtros adecuados. La información os la puede dar el óptico, pero para que tengáis una somera idea, os aconsejo leer el artículo de la bibliografía que os marco aquí2.

PREVENCIÓN PARA LA RADIACIÓN ULTRAVIOLETA.
           
            El índice de radiación ultravioleta (IUV) solar mundial, fue elaborado conjuntamente por la OMS, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial. Para medir estas  radiaciones  se utilizan unos aparatos medidores, que normalmente marcan la intensidad en unos rectángulos, en los que se incluye un número del 1 al 11 y esos números tienen un color diferente. Así el 1 y el 2 son de color verde, el 3-4 y 5 son amarillos, el 6 y el 7 son naranja, el 8-9 y 10 son rojos y el 11 violeta. Cuanto más alto sea el número, mayor es la radiación y por tanto, mayor es la posibilidad de que se produzca una lesión, bien en la piel o bien en los ojos. En ocasiones en el programa del tiempo de la televisión de diferentes canales, se señala el índice de radiación ultravioleta de las diferentes zonas de España, A partir de 3, la OMS,  nos aconseja utilizar medidas de protección3. De todas formas, os indico que siempre que expongáis vuestro cuerpo al sol durante más de unos minutos, debéis utilizar algún tipo de protección.
            Ya lo hemos dicho antes y repito, la exposición a la radiación ultravioleta, solar, produce de forma aguda quemaduras en ojos y piel y de forma crónica cataratas, envejecimiento de la piel y cáncer (carcinoma epidermoide, basalioma y melanoma). Lo que a lo mejor no sabéis, es que las exposiciones en menores de 20 años, que produzcan quemaduras, representan un factor de riesgo para que años más tarde aparezca un cáncer, por eso hay que evitar que los niños, adolescentes y adultos jóvenes, sufran este tipo de lesiones.
            Desde su formación, la piel, va sufriendo cambios a lo largo de la vida, de modo que en el bebé, es muy fina y sensible, por ello se desaconseja exposición a la radiación ultravioleta por debajo de los seis meses. Si bajáis a vuestros niños pequeñitos a la playa, mantenedlos debajo de la sombrilla o un “chambao” y ponedles una camisita de hilo, no olvidéis que la radiación indirecta en las playas es abundante y deben también estar protegidos de ella. Es posible, que alguien se pregunte ¿y entonces la vitamina D?, la vitamina D, la obtienen de la leche de la madre y en caso de no tener los beneficios de la leche materna. los pediatras aconsejaran en sustitución el tipo de leche más adecuada.  
            Después de la lactancia, la piel se hace cada vez más gruesa y resistente, hasta que en la vejez, está arrugada, seca, escamosa, poco elástica, con manchas marrones irregulares, etc., una lástima vamos, pero eso es lo que ahí.
            La sensibilidad de la piel a la radiación también depende del tipo de piel, personas con piel clara, pelo rubio o cobrizo y numerosas pecas, son más sensibles que los de piel morena y pelo negro y mucho más que los de piel negra. En el siguiente cuadro, se indica la diferente sensibilidad al sol, según el tipo de las personas y también el factor de protección de las cremas que deben utilizar4, aunque más tarde, hablaremos otra vez de ello.
Fototipos
Fototipo 0: Cabello blanco, ojos azules, sin pecas, bronceado nulo, piel albina y muy sensible. Las personas que poseen este fototipo deben evitar la exposición al sol.

Fototipo I: Cabello pelirrojo, ojos verdes o azules, pecas muy numerosas, bronceado mínimo, piel muy clara y muy sensible. Los primeros días se debe usar una protección extrema, con un SPF 30, y el resto de las vacaciones puedes pasar a protección máxima, SPF 25.

Fototipo II: Cabello rubio, ojos claros, pecas numerosas, bronceado ligero, piel clara y sensible. Los primeros días, utiliza protección máxima, SPF 20, y después puedes bajar a protección alta, SPF 15.

Fototipo III: Cabello rubio o castaño, ojos pardos, pocas pecas, bronceado claro, piel clara o mate de sensibilidad media. Los primeros días, protección alta, SPF 12, y el resto, protección media, SPF 10.

Fototipo IV: Cabello castaño, ojos oscuros, sin pecas, bronceado intenso, piel mate de sensibilidad escasa. Los primeros días usa protección media, SPF 8, y después puedes pasar a SPF 6.

Fototipo V: Cabello castaño oscuro, ojos oscuros, sin pecas, bronceado muy oscuro, piel oscura y poco sensible. Los primeros días, protección media, SPF6, y el resto, protección baja, SPF 4.

Fototipo VI: Cabello negro, ojos negros, sin pecas, bronceado negro, piel insensible. No es necesaria protección en este tipo de pieles.
            En el siguiente cuadro, indicamos las medidas que debemos utilizar para protegerse de la radiación ultravioleta.
Medidas de protección frente a radiación ultravioleta
1.      El mejor método, es sin duda evitar la radiación solar directa de forma continuada y por largo tiempo. Para ello podemos utilizar diferentes procedimientos:
a.       Preferir la sombra. Si estamos en la playa, utilizar la sombrilla o la sombra de los “chiringuitos”, este último, es el mejor procedimiento, ya que junto a la protección de la sombra, estamos degustando una buena cerveza fría (u otra bebida, según los gustos), en mi caso si la acompaño de unas gambitas o un “pescaito frito”, es lo ideal. A pesar de estar en la sombra y sobre todo en los primeros días, utilizar una camisa de hilo o similar, ya que estamos expuestos a la radiación indirecta, que en las playas es muy abundante5. No colocar las piernas al sol de forma continuada, os podéis llevar la sorpresa de sufrir quemaduras, sin apenas advertirlo.
b.      Si estamos paseando, usar prendas protectoras, sombrero o gorra de visera20, para proteger cabeza y cara y vestido o camisa y pantalones.
c.       Para los ojos, utilizar unas gafas de sol adecuadas,
d.      En las zonas descubiertas de la piel, utilizar una crema con filtro solar adecuado (ya hemos reseñado más arriba  el SPF aconsejado), más adelante daremos otros consejos sobre estas cremas. Aquí, solo añadir, que a pesar de la protección no debemos permanecer al sol mucho tiempo y debemos renovar la crema con cierta frecuencia, cada dos horas aproximadamente.
e.       Los primeros días de playa, aconsejamos no exponerse al sol. El tiempo del baño y de secado, es más que suficiente, luego hala, a la sombrilla o chiringuito. A medida que se vaya adquiriendo bronceado, podemos permanecer un poco más al sol. Pero siempre con crema protectora.
f.       Evitar en lo posible el sol de mediodía (pongamos desde las 12 a las 17 horas). En las horas de la mañana o de última hora, la radiación es menos abundante, porque como os dijimos, cae formando ángulo, pero cuidado, no permanezcáis mucho rato. A estas horas, se puede uno descuidar ya que la sensación de quemadura es menos inmediata, pero en la noche, notamos a nuestra piel como de “langosta cocida” y el dolor a veces se hace muy agudo.
2.      Creo que ya debéis saberlo, pero por si hay alguien que aún los utilice (y debe haber muchos, por la cantidad de  publicidad que  encuentro en internet), os diré que el uso de rayos UVA, para el bronceado,  es un factor de riesgo para la aparición de cáncer de piel.  De modo, que no os sometáis a las camas bronceadoras ni a las lámparas. La OMS, recomienda prohibir su uso a menores de 18 años, la posibilidad de presentar cáncer de piel se acrecienta hasta en un 75% en personas menores de 35 años3-16.
3.      Lo que hemos dicho para la playa, se debe aplicar para piscinas de ciudades y sobre todo en montaña. Ya os dije en el capítulo anterior que cuanta mayor sea la altitud, mayor cantidad de radiación existe. Durante el invierno, en alta montaña, la ropa nos protege, solo tenemos que añadir sombrero y unas buenas gafas solares.
4.      En la ciudad en verano, nosotros mismos escogemos la sombra, de todas formas, si pensamos que vamos a estar expuestos al sol durante un tiempo prolongado, debemos usar en las zonas de piel descubierta, una crema con filtro solar adecuado26.

PREVENCIÓN DE LA RADIACION INFRARROJA.
      En el capitulo anterior, admitíamos, que la radiación infrarroja tenía unos efectos inmediatos seguros, golpe de calor, quemaduras en la piel y daños en retina y cristalino, también decíamos que tenemos bastantes publicaciones y hechos, para admitir que los rayos infrarrojos cercanos IR-A, ocasionan fotoenvejecimiento de la piel. Lo que ya no está tan probado es que sean un factor de riesgo en la aparición del cáncer de piel (carcinoma espinocelular, basocelular y melanoma), aunque está probado que su acción, pueden determinar la aparición de numerosos radicales libres21, (y estos, como hemos dicho en otras ocasiones, son factores de riesgos para la aparición de cáncer), de todas formas, las cosas no están claras en este aspecto y por ello, no disponemos de unas normativas, en las que se nos indique: frecuencia, tiempo, respuesta metabólica, etc., con respecto a estas radiaciones. Por ello, es aconsejable realizar un mayor número de experimentos físicos y fotobiológicos apropiados6 y yo añadiría que también epidemiológicos, antes de llegar a conclusiones fiables. De todas formas, mientras tanto, es recomendable utilizar medios de protección adecuados, para este tipo de radiación y hay bastantes trabajos que apoyan este consejo22. En esencia, las medidas a adoptar, son exactamente iguales que las que hemos indicado para la protección de la radiación ultravioleta, únicamente varían, los filtros de protección frente a la radiación. Porque en este caso tenemos que utilizar cremas que protejan frente a infrarrojos y que utilizan antioxidantes naturales y/o artificiales, a fin de eliminar radicales libres22-23.
      En algunas publicaciones, hemos encontrado que el ácido gálico, que se encuentra en nueces (1625 miligramos por 100 gramos de nueces), naranjas (84 mgs/100 gr.), té, brandy, corteza de roble y en menor cantidad en muchos vegetales8, tiene efecto protector contra los rayos UVA ya que provoca hiperpigmentación, mediada por la melanogénesis (activación de melanocitos que producen melanina, que es la sustancia que nos broncea) a través de sus propiedades antioxidantes9. Pero lo que no podemos hacer, es sustituir las cremas protectoras por ácido láctico, si os gustan las nueces, el té, el brandy, etc., adelante ayudaréis un poco a vuestras defensas, pero nada más.
      El melanoma, continua siendo un problema sanitario en todo el mundo y su incidencia, sigue aumentando, en el cuadro I, podemos ver la incidencia de melanoma en Estados Unidos12. Hemos escogido este país, como más representativo por su variedad de razas.
CUADRO I
Incidencia de melanoma en EE UU por 100.000 habitantes en el año 2008
                                   Hombres                                                              Mujeres
      Blanca…………   22-23…………………………………………   13-14
      Hispana………..      5    …………………………………………       4
      Asiática………...   1-2   …………………………………………    0,5-1
      Negra………….. 0.9-1,5…………………………………………   0,4-0,9
      La tasa de mortalidad del melanoma, se cifra en el 4,5 % de los casos en hombres y en el 2 % en mujeres. En hispanos y personas de raza negra, la mortalidad es más pequeña, 1 % y 0.5 % respectivamente en hombres. En mujeres, la mortalidad con pequeña variación es del 0,5 en ambas razas12.
 La identificación de pacientes de alto riesgo para presentar melanoma, puede aportar beneficios, pues podemos tomar medidas, tales como disminuir la exposición  a rayos ultravioleta (ya sabemos que también a infrarrojos) y realizando estrategias de supervisión, orientadas a descubrir el melanoma en las primeras etapas. Todo ello se basa, en el auto-examen de la piel (sin caer en la neurosis) y en el examen del cuerpo por el dermatólogo, empleando, si es necesario, la dermatoscopia (el dermatoscopio es un aparato que ilumina y amplifica la zona de piel a examinar entre 10 y 400 veces), también es interesante el estudio fotográfico integral para ir comparando fotografías en las revisiones médicas de diferentes periodos10. Además, hemos de tener en cuenta los siguientes factores de riesgo17-18:
1.      Tener lunares atípicos, son lunares normales, benignos, que pueden parecerse al melanoma (Debe diagnosticarlos el Dermatólogo). El riesgo de estas personas para presentar melanoma, se encuentra aumentado. Si tienen más de diez, el riesgo es 12 veces superior al de la población normal.
2.      El síndrome del lunar atípico, se caracteriza por la siguiente triada:
·         Presentar 100 o más lunares.
·         Tener uno o más lunares de 8 milímetros de diámetro o más.
·         Tener uno o más lunares atípicos.
Su riesgo de padecer melanoma es extraordinariamente elevado.
3.      El antecedente de quemaduras de piel con ampollas.
4.      Presentar inmunosupresión.
5.      Tener historia familiar de melanoma.
6.      Haber estado expuesto a radiación UVA en salones de bronceado.

En lo que concierne al carcinoma  espinocelular y basocelular de piel, el Instituto Nacional del Cáncer, estima que, en 2.006 se  diagnosticaron  2.152.000  nuevos  casos  en EE UU, con una tasa de mortalidad del 0.1 %13 y se supone que estas cifras aumentan cada año, no se puede afirmar, porque la comunicación de casos por el estamento médico es poco fiable (comunican pocos casos de los muchos que diagnostican).
            Os aconsejo, que cataloguéis vuestro riesgo de cáncer de piel, lo podéis hacer siguiendo el listado del fototipo, que he indicado más arriba, o bien en forma de juego, marcando en Google la bibliografía marcada en11. Que estimo personalmente que está bien elaborada.
Es necesario llegados a este punto, explicar un poco lo que es la melanogénesis y su importancia. Se llama así, a la producción de melanina por los melanocitos (células que se encuentran en la capa profunda de la epidermis y que forman la melanina, el pigmento que da lugar al bronceado de la piel), que se estimula por el daño que induce la radiación ultravioleta en el ADN de estas células. Es cierto que el 99,9 % de la radiación ultravioleta se transforma en calor y da lugar a las quemaduras de la piel, pero el 0.1 % restante, sigue como tal y sigue su efecto perjudicial sobre el ADN, así que si me preguntáis: ¿una vez bronceados la radiación ultravioleta sigue siendo peligrosa?, os tengo que contestar que sí. El riesgo de presentar cáncer de piel, sigue aumentando, a medida que mayor cantidad de radiación ultravioleta recibamos. Lo único que disminuimos es la aparición de los efectos inmediatos de esta radiación, las quemaduras.
En el párrafo anterior, no hemos hecho mención de la radiación infrarroja. Como os expliqué en el capitulo anterior, su mecanismo de acción es completamente diferente y no guarda relación con los melanocitos.

ENTREMOS EN EL USO DE LAS CREMAS PROTECTOS Y DE ALGUNOS CONCEPTOS A TENER EN CUENTA.

            ¿Cuánto tiempo podemos permanecer al sol sin protección, sin quemarnos?:
            Este tiempo es muy variable, ya hemos dicho que depende de la edad, del fototipo de cada persona, de la intensidad de la radiación (depende de la hora, de la altitud, de la radiación difusa, de la latitud..), pero como media, podemos aceptar la del cuadro II15:

CUADRO II
Tiempo de exposición al sol para quemarse, en minutos
                        Fototipo                                                    Tiempo
                              I                                                        10       minutos
                             II                                                    15 – 20        
                         III                                                       30                        
                         IV                                                    30 – 45       
                         V                                                       60                                 

¿Tipos de protectores solares, en cremas o similares?
            Existen dos tipos de protectores solares:
1.      Filtros físicos: Son componentes de estos productos, que reflejan la radiación ultravioleta, evitando que penetren en la piel y por tanto, evitando las quemaduras. Para ello se utiliza el óxido de titanio, la mica o el óxido de zinc.
2.      Filtros químicos: Absorben gran parte de la radiación ultravioleta y la transforman en otro tipo de energía no dañina. Son los Factores de Protección Solar (SPF)14. Suelen asociarse ácido para amino benzoico, ácido cinámico, ácido sulfónico, alcanfor, benzofenona, dibenzoil metano.
La FDA(Food and Drug Administration), tiene aprobados los siguientes protectores28: Dióxido de titanio, que protege de los UV con longitud de onda entre 290 y 350 nanometros. El óxido de zinc, que protege de los de 290-400 nm.  El Octocrylene, que es un aceite del que se ha aprobado su uso al 10% y que convierte los rayos UV en irradiación infrarroja, supuestamente menos peligrosa. Protege de las longitudes de onda entre 290 y 350 nm y el Homosalate, actúa como el anterior y protege de las longitudes entre 295 y 315
A estos productos, se les suelen añadir antioxidantes como la vitamina E, conservantes como los PARABENOS, recordad que hemos dedicado un capitulo a los parabenos y aconsejábamos que no se utilizaran los productos que tuvieran en su composición esta sustancia (protectores solares, cremas de belleza, desodorantes, etc.,), porque posiblemente, tienen poder cancerígeno.
            ¿Qué es eso del Factor de Protección Solar?
Un producto de protección solar, es cualquier sustancia que presentada como crema, aceite, gel o aerosol y aplicada a la piel humana, la protege de la radiación ultravioleta, absorbiéndola, dispersándola o reflejándola.
Normalmente, en el etiquetado se indica la potencia de este factor que viene mostrado por las siglas SPF (que en inglés significan Sun Protection Factor) seguidas por un número.  
Se suelen dividir en cinco grupos:
Bajo…………..  2, 4 y 6
Medio………… 8, 10, 12
Alto…………... 15, 20, 25
Muy alto……… 30, 40, 50
Ultra…………...  50+
            Otros hablan de baja, media, alta, máxima y extrema, como os indiqué en el cuadro de clasificación del fototipo.
            ¿Qué tipo de protector solar debo utilizar?
                        Ya hemos dicho que depende del fototipo al que correspondáis,  y allí se os marcaba el factor de protección aconsejado. De todas formas escogedlo vosotras/os, con las indicaciones que os hemos dado, podéis hacerlo. Utilizar un factor de más de 30, creo que no es necesario, salvo aquellas personas que tengan numerosos angiomas (lunares) y tengan antecedentes de cáncer de piel.
            Os repito nuevamente que el protector solar, no os protege totalmente, que es mejor permanecer poco tiempo bajo el sol, que hay que guarecerse en la sombra y utilizar prendas de ropa adecuadas. Actualmente, fabrican ropa con tejidos que protegen especialmente de los rayos ultravioleta.
            Pero además de protectores para la radiación ultravioleta, aconsejamos, que el producto, lleve incorporadas, sustancias que protejan de los rayos infrarrojos y que sea resistente al agua.
            Se han realizado numerosos estudios epidemiológicos del beneficio de las cremas solares en diferentes profesiones y todos han dado resultados positivos, os expongo algunos de estos estudios: en ciclistas24, en distintos deportes aire libre25
Desde hace unos años, se están investigando nuevos protectores solares, tales como el uso de compuestos que estimulen la pigmentación, el uso de reparadores del daño del ADN ocasionado por el sol, el uso de enzimas antioxidantes y no antioxidantes. Al mismo tiempo, se investiga su mejor vía de administración, la oral, la tópica u otras, pero eso, el tiempo lo ira diciendo19.
También se están empleando métodos, que dosifican el daño de la radiación solar en el ADN y esta dosificación, se realiza con y sin el uso de cremas protectoras de diferente SPF. Llegando a la conclusión, de que un SPF30, proporciona suficiente protección contra la radiación UV27.
            ¿Cómo tratar las quemaduras solares?
            Normalmente, los primeros síntomas, suelen aparecer horas más tarde de la exposición al sol y dependen del tiempo de exposición y de la intensidad de la radiación [ya hemos dicho, que esta es mayor según la altitud, la hora del día, la latitud y la claridad del cielo (nuboso o radiante)]. Y pueden variar entre la aparición de piel roja y caliente, hasta quemaduras graves con resultado de muerte. Los más frecuentes son:
·         Piel roja, discretamente dolorosa y caliente.
·         Aparición de ampollas que aparecen horas o días después.
·         Dolor intenso en la zona quemada
·         Síntomas generales como: fiebre, escalofríos, náuseas, dolor de cabeza.
·         Caída de la piel de las áreas quemadas (peladuras) días más tarde.
Una vez que la piel se ha quemado,  se ha hecho un daño y la posibilidad de presentar cáncer de piel años más tarde es más frecuente que en las personas que no las han sufrido.
En las quemaduras ligeras, enrojecimiento y dolor, podemos utilizar algunos remedios en el propio domicilio, como son:
1.      Ducha de agua fría y secado.
2.      Aplicación de crema hidratante.
3.      Usar una camisa de hilo amplia.
4.      Si el dolor es más intenso, utilizar paracetamol o mejor un anti-inflamatorio como Ibuprofeno (si no existe contraindicación).
5.      Si se piensa que la quemadura no va a presentar ampollas, aplicar una crema con corticoides, aliviaría bastante los síntomas (mejor que crema se puede utilizar en espuma, el farmacéutico os puede recomendar alguna con aplicador), eso sí, tenéis que tener en cuenta las contraindicaciones (diabetes, hipertensión, ulcera gastoduodenal, etc.,).
6.      Si los síntomas generales son alarmantes, mal estado general, fiebre alta, vómitos, dolor de cabeza… acudir al médico.
7.      Si al día siguiente aparecen ampollas, acudir al médico para seguir una cura más adecuada. 
8.      Si existen lesiones en los ojos, mejor acudir al oftalmólogo, a veces, la lesión es severa y puede aparecer una lesión de retina o ulceras cornéales que requieran tratamiento específico.

CONCLUSIONES:
      En este caso os recomiendo leer el artículo completo.

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