viernes, 18 de mayo de 2012

CÁNCER Y SISTEMA INMUNITARIO



            El organismo humano (al igual que el de los animales y plantas), es como una fortaleza, que se encuentra asediada constantemente por el enemigo y que presenta una serie de defensas:
1ª.  Hay artesanos que construyen barreras de defensa, células que construyen  la piel y las mucosas, las mucosas, son las que tapizan el ojo, la nariz, en su interior, la boca, el esófago, el resto del aparato digestivo, etc., son los muros de la fortaleza, allí, quedan detenidos la mayor parte de nuestros agresores. Si no existiera la piel y las mucosas, no podríamos existir, lo agresores, lo invadirían todo.
2ª.   Hay encargados de producir sustancias, que al actuar sobre el enemigo lo destruyen o lo diezman (vamos, son como los soldados que vierten aceite hirviendo en las murallas), en este caso, no es aceite, pero por ejemplo, en la boca se fabrica la saliva, que contiene lisozima, que es una enzima con poder antimicrobiano (mata a muchos microbios que llegan del exterior). La saliva en sí misma, actúa lubricando la mucosa de la boca, e impidiendo que esta se seque y se destruya y al destruirse sea invadida. Pero allí mismo, existen también soldados de infantería, las inmunoglobulinas, que luchan contra ciertos agentes extraños y microbios que quieren invadirnos. Existen otros muchos productos de defensa, como la estaterina que también tiene acción contra bacterias y hongos, etc., etc.,
Esto que ocurre en la boca y la saliva, ocurre con   en el ojo y las lágrimas, o el moco en el interior de la nariz.
En el aparato digestivo, las defensas, se ven reforzadas con los ácidos del estómago, los ácidos biliares y las enzimas del páncreas. Además existen infinidad de enzimas, que generalmente aceleran los procesos de nuestro organismo para fabricar defensas y también existen infinidad de microbios, que hacen competencia a los que llegan del exterior.   
3ª. Hay también un cuerpo de intendencia e ingenieros, que se encarga de distribuir todos los elementos para el equipamiento y alimentación de la tropa, por ejemplo los hematíes, llevan el oxígeno necesario desde los pulmones a la célula, las proteínas transportadoras, son una serie de proteínas encargadas de transportar las distintas sustancias que necesita la célula, para su mantenimiento y desarrollo. Citar todos y cada uno de los mecanismos de defensa, sería muy complicado y además, una gran parte de ellos son aún desconocidos.
4ª. Hay un  ejército pesado, compuesto por soldados de infantería, artillería, etc. que forman  el sistema inmunitario, del que nos vamos a ocupar un poco más, pues es el objetivo de este tema. 
5ª. Y existe un Sistema de Gobierno, que podíamos estructurarlo así: Sistema Rector que dirige a la célula (podíamos asimilarlo a los ayuntamientos), un Sistema Rector que dirige a los órganos (hígado, pulmón, corazón, etc.), que (podíamos asimilarlo a los Ministerios si el Gobierno es Central o a las Comunidades si está descentralizado), pero eso sí, el Sistema Rector de los órganos,   no está situado en los  propios órganos, sino fuera de ellos, en el cerebro. En el bulbo raquídeo por ejemplo, se encuentra el centro respiratorio, el del corazón, el de muchas funciones del aparato digestivo, etc., en el lóbulo occipital se encuentra el Órgano Regulador de la visión en el lóbulo temporal, el Órgano Regulador de la audición, algunos Órganos Reguladores, como los encargados de las funciones motoras o de la sensibilidad, no regulan órganos, sino funciones, que se distribuyen por todo el cuerpo y es lógico que para que marchen en armonía, sea cual sea el  territorio que regule, el Órgano Rector sea central, con diferentes departamentos. En el gobierno de nuestro país, está ocurriendo, que cada Comunidad tiene su Centro Regulador de Educación, de Sanidad, de Justicia…. y por tanto, pueden cada uno tener una organización diferente. Qué ocurriría si los músculos o las sensibilidades de cada territorio marcharan de forma independiente, el orden y la unidad se rompería. Por fin, existe un Sistema Rector Central  (Gobierno Central), el eje hipotálamo-hipofiso-adrenal que regula a todos los órganos en su conjunto, para que exista una armonía, ya que en caso contrario, sería un caos. Veis, nuestro organismo, está mejor regulado, que nuestro Sistema de Gobierno. En nuestro Sistema de Gobierno, el Órgano Rector de la Comunidad, está dentro del territorio de la Comunidad y por tanto cada una, puede pretender “tirar para su parte” con lo que la armonía se desequilibra. En nuestro organismo, solo el Sistema Rector de la célula, está en la propia célula, los otros dos Sistemas Rectores, están en el cerebro y son dependientes unos de otros, no pueden “tirar para sí”, el Sistema Rector Central, lo impide.
Y yo me pregunto, ¿porqué no organizamos nuestro Sistema de Gobierno, como está organizado nuestro organismo?. Bueno esto nos puede llevar a discusiones políticas que no son del caso. Pero sí os quería poner estos ejemplos, para que sepamos que las defensas del organismo son múltiples y dentro de ellas se encuentra el sistema inmunitario. Pero ninguna de las defensas, marcha por sí sola, necesita a todas las demás
Y ahora, vamos a lo que nos interesa, al cáncer y el sistema inmunitario. ¿Os acordáis como se iniciaba el cáncer?, un radical libre, una sustancia carcinógena, una radiación ionizante, etc., daña a una parte de la célula. Esta célula, envía a sus genes el informe del daño y los genes, toman nota y envían un informe de lo que tiene que hacer la célula para repararse. Pero imaginemos, que el daño sigue produciéndose, la célula ya no puede seguir reparándose y se convierte en una célula anómala, que puede dañar a las otras células de su propio órgano y fíjense que curioso, los genes de esta célula, ven que el daño es irreparable y antes de poner en peligro a todas la demás células, los genes dan una orden, la única posible “suicídate”, la mayoría de las veces la célula acepta la orden y se suicida (esa es la apoptosis, que tantas veces hemos repetido), todo el órgano vuelve a su armonía. Pero y ¿si la célula no acepta la orden y quiere seguir viviendo?, pues miren, lo que ocurre, es que se crea un nuevo gen, al que se le llama oncogen (es un nuevo alcalde), que acepta la armonía de esa célula y las ordenes que da, se adaptan a las necesidades, de esa nueva célula, la cual se va dividiendo y creando nuevas células con su anomalía. Ha comenzado una nueva estirpe, que es el tumor maligno, pero si se crea una nueva alcaldía que quiere ser independiente, el Sistema Rector del órgano (la Comunidad) y el Sistema Rector Central (el País), no pueden admitirlo y aquí comienza a entrar en acción nuestro sistema inmunitario, porque él, está encargado de luchar contra todo aquello que represente un peligro para el conjunto del organismo (microbios, alérgenos, cáncer…). No sé si me he explicado bien y se ha comprendido el concepto, pero creo que he procurado esquematizarlo de la forma más sencilla posible.
Ahora vamos a meternos en algo más profundo, poco, muy poco, porque el sistema inmunitario es muy complicado. Miren, cuando yo comencé mis estudios de medicina, conocíamos, que había una inmunidad natural, propia de cada persona desde el nacimiento (hay personas que son inmunes por ejemplo a la tuberculosis, a la fiebre tifoidea, etc., lo habéis visto en algunas películas, hay una epidemia de una enfermedad rara en la humanidad y alguno de los protagonistas es inmune a ella y con su sangre, se hace una vacuna, que salva a las personas que el guionista haya querido que sobrevivieran) y sabíamos que existía una inmunidad adquirida, que se lograba con la creación de anticuerpos, que luchaban contra los antígenos (sustancias externas al organismo que penetran en él y pueden crear daño). Conocíamos  la existencia de las  inmunoglobulinas de los macrófagos y poco más.
Hoy día, es mucho lo que se conoce, pero, según el Dr. Geffner, es mucho más lo que queda por conocer. Aquí, podríamos hacernos muchas preguntas que no sabemos contestar, por ejemplo: ¿porqué las defensas inmunitarias, no logran una erradicación tumoral total?, ¿porqué, muchos microorganismos, logran evadir nuestras defensas y producir enfermedad?, ¿por qué algunos microorganismos dejan “memoria inmunitaria” y otros no?, ¿por qué algunos microorganismos pueden permanecer en estado latente dentro de nuestro organismo y resurgir en momentos de debilidad?. ¿Porqué?, ¿Porqué?. El Sistema inmunitario es muy complejo y su respuesta es diferente para un virus, para una bacteria, para un parásito o para un cáncer, etc. Cada agresor tiene su respuesta.
 Veamos la respuesta en el caso del cáncer. Ya en el año 1909, Ehrlich, indicó, que el sistema inmunitario podía protegernos contra el cáncer. Sin embargo, en aquel entonces, esta teoría no pudo demostrarse. Es más, en la década de los años 50 del siglo pasado, se descartó este hecho, es decir se creyó, que el sistema inmunitario, no intervenía en la presentación y  evolución del cáncer. Ahora, diréis que el experimento en el que fundamentaron esta afirmación, fue muy “burdo”, pero era el no va más de la investigación, fijaros: en esos años, se sabía que el Timo (una pequeña glándula, que se encuentra en la parte antero-superior del tórax, detrás del corazón), intervenía en los procesos inmunitarios, entonces, se inyectó una sustancia cancerígena (el metilcolantreno), a un grupo de ratones normales y también se le inyectó a un grupo exactamente igual de ratones a los que les habían extirpado el Timo. Era de esperar, que a aquellos ratones que no tenían timo, se les desarrollase un mayor número de tumores malignos, puesto que no poseían sistema inmunitario de lucha. Sin embargo ¡oh! sorpresa, en los dos grupos de ratones, con Timo y sin Timo, se desarrollaron el mismo número de cáncer. Conclusión, el Sistema Inmunitario, no interviene en la defensa contra el cáncer.
Pasaron varios años y todo seguía igual, hasta que otro grupo de investigación, comprobó, que los ratones sin Timo, no tenían una inmunodeficiencia completa. Seguían teniendo unas células que se llamaban Natural Killer (NK), (podemos traducirlo al español por: células, asesinas naturales, pero hemos aceptado Natural Killer, al igual que hemos aceptado Stop, bypass, KO, etc) y además, poseían otras células llamadas T, que es verdad que en su mayoría se forman en el timo, pero hay células T que se forman en otros territorios, es decir son extratímicas. Ambos tipos de células, Natural Killer y T, luchan contra la implantación del cáncer.  
Avancemos un poco más. Las células Natural  Killer, se forman en su mayor parte en la médula ósea y en menor cantidad en otros territorios. Cuando se pide un hemograma (que es un análisis de sangre), en él identificamos, que cantidad de hematíes tenemos, cuantos leucocitos, cuantas plaquetas, etc., y dentro de los leucocitos, identificamos unos, que se llaman linfocitos, pues bien entre el 10 y el 15 % de esos linfocitos, son células NK. Una de las funciones de esas células NK, ES ELIMINAR  CÉLULAS TUMORALES. Por eso, si aparece una célula maligna en el organismo, las Natural Killer se activan y por mecanismos que no son de explicar aquí, se dirigen contra ese cáncer incipiente y en la mayoría de las ocasiones lo destruyen. Pero desafortunadamente, en algunas ocasiones, las defensas que establecen los tumores, son mejores y el cáncer persiste.
Hablábamos antes de otras células, las células T (linfocitos T), que en su mayor parte se forman en el Timo, pero en pequeño número se pueden formar en otros territorios. Entre las muchas funciones de estas células, se encuentra la de luchar contra células malignas, tratando de eliminarlas, se crea así otro frente de nuestras defensas.  
Entonces ya sabemos de forma muy simple y resumiendo. En nuestro organismo  entran los posibles carcinógenos o se forman dentro de él (sustancias químicas, radiaciones, radicales libres, etc). Se daña la célula, 1er paso de defensa, los genes dan orden de repararla             falla               2º paso de defensa, los genes dan orden de que se suicide (apoptosis)                    Falla               La célula maligna se desarrolla y se crea el oncogen             Las células malignas comienzan a multiplicarse          
3er Paso de defensa, se activan las células Natural Killer y los linfocitos T si vencen, el cáncer muere            Falla            El cáncer sigue creciendo y a partir de ese momento, puede ocurrir que el cáncer produzca síntomas tempranos, o puede ocurrir que  por cualquier otro  motivo, se realice un estudio de la zona y se descubre el cáncer. el diagnóstico se dice que ha sido precoz  y con los tratamientos actuales (quirúrgicos, radioterápicos o quimioterápicos), el cáncer muere en gran número de casos. Si los síntomas son tardíos el estudio se  realiza tarde porque no existía motivo para hacerlo antes y el cáncer ha seguido creciendo y extendiéndose. A veces salta en la distancia, son las metástasis y la curación es cada vez más díficil.
            Si estáis interesados en el Sistema Inmunitario, os aconsejo el libro de  Faimboim L. Geffner J2, en él, se plasma de forma didáctica una introducción a la inmunología humana, que puede que para el especialista sea superficial, pero que yo considero interesante para cualquier profesional médico.
            Ya hemos visto que el cáncer puede desarrollarse de forma silente y nuestro sistema inmunitario está luchando contra él de forma silente, sin que nos demos cuenta, bueno, pues los alimentos, desde antes de que aparezca la primera célula anómala, pueden estar actuando y pueden cooperar en la prevención o en la desaparición de las células cancerosas.
Pueden eliminar algunos carcinógenos, por ejemplo los radicales libres.
Pueden impedir que penetren sustancias carcinógenas, evitando tomar alimentos que las contienen.
Pueden ayudar a que la célula se suicide.
Pueden ayudar a que la célula maligna reciba material nutriente, al disminuir la formación de vasos sanguíneos (efecto antiangiogénico)
Pueden ayudar a que los tratamientos (citostáticos, radiación y quirúrgicos) disminuyan sus efectos secundarios e incluso pueden potenciar la acción de los mismos.
Así que queridos amigos, comencemos la lucha contra el cáncer en edades tempranas. Escojamos bien nuestros alimentos y estaremos ayudando a la prevención de esta horrible plaga.
            Bibliogrfía:
1.      Farreras Valentí P. Medicina Interna. (ed.) 1960. Barcelona. Manuel Marín y Cia.
2.      Faimboim L. Geffner J. Inmunología humana. (ed.) 2011. Madrid. Editorial médica panamericana.
3.      Seoane M, Mosquera-Miguel A, Gonzalez T, Fraga M, Salas A, Costova JA. The mitocondrial genome is a “genetic sanctuary” during the oncogenic process. PLoS One. 2011;6(8): e23327.


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